Chapter 240: 120.2: Las reacciones de esta chica son demasiado exageradas
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Finalmente llegamos a la recepción, y nos atiende una orca joven de unos aparentes veintitantos años, con un cuerpo curvilíneo y un cabello castaño arreglado en una cola de caballo, que está vestida con ropas de aspecto caro y refinado.
La mujer tiene un tono de piel oliváceo claro que combina muy bien con su cabello y sus ojos castaños, y su voz es clara y agradable al oído. En síntesis, es una belleza que atiende a las personas con un aire profesional.
Pero no es la única. Mirando a derecha e izquierda, veo que todas las personas atendiendo en el área de recepción de la asociación son mujeres jóvenes de considerable belleza, y todas están vestidas con el mismo uniforme oscuro y estilizado.
'Parece que en la asociación se preocupan mucho por la apariencia de sus trabajadoras...'
"Hola, soy Rinka. ¿En que puedo ayudarles?" dice la chica con una voz cantarina, sonriendo y mirándome con expectación a Kaelion y a mi.
"Soy Kaelion y este es mi amigo Xelean. Soy un Chamán nivel 15 e Ingeniero nivel 47, miembro de rango plata de la asociación, y vengo a registrar a mi amigo" dice el orco anciano, entregando una ficha de acero a la muchacha para que compruebe la información que le dijo.
'Ya sabia de su clase ingeniero debido a mi habilidad, pero su segunda clase es tanto una sorpresa para mi como parece serlo para la recepcionista de la asociación'
"Oh, un Chamán, que... irregular..." dice, mirando al anciano con cierto desdén, mientras su sonrisa vacila un poco durante unos instantes "Esto... ¡Bien! Pon la mano con la palma hacia arriba sobre este disco de piedra, Xelean, y espera unos cuantos segundos mientras el dispositivo recolecta tu información."
Mientras habla, la joven saca un disco de piedra, muy similar al que había utilizado hace tanto tiempo para registrarme en el gremio de aventureros, y lo deja sobre el mostrador para que yo ponga mi mano sobre él.
'Me pregunto si el sistema de registro es exactamente el mismo... Si es así, ahora debería de hacerme un corte en la mano y poner una ficha de piedra sobre mi palma, lo que sería un problema ya que tendría que quitarme el guante... Pero, ahora que lo pienso, las fichas que he visto de Kaelion y Gell son de acero. Ya veremos, tal vez aquí sea diferente...'
Mientras pensaba todo esto, puse mi mano enguantada sobre el disco de piedra, con la esperanza de que la mujer no me pidiera que me quitara el guante. Afortunadamente, a la chica no pareció importarle, y puso una ficha de acero sobre la palma de mi mano.
Para mi sorpresa, tan pronto como hizo esto, empiezo a sentir como la piedra comienza a succionar lentamente algo de mi mana, con lo que una serie de letras comienzan a aparecer lentamente en la ficha de metal.
A medida que se van formando las primeras palabras, la recepcionista va anotando los datos en una libreta.
"Xelean... Salud ¡860! Wow... Mana... ¡860 también! ¿Qué mié..." A medida que anota los datos, los ojos de la muchacha comienzan a abrirse como platos. "Afinidades... Realmente no importan... Clases... Hechicero nivel 75... Tsk, que desperdicio" dice chasqueando la lengua, y mirándome con el mismo desdén que tenía su mirada cuando se enteró de que Kaelion es un Chamán. "Guerrero... ¡Nivel 75! Eso.. eso si que esta bien..." dice, volviendo a abrir mucho sus ojos y dejando caer sobre el mostrador por accidente la pluma con la que estaba escribiendo mis datos, con lo que ella desvia la mirada para recoger la pluma y, cuando vuelve a enfocar sus ojos en la ficha, su mirada de desdén cambia a una de respeto. "bien, con eso ya..." comienza a decir, pero entonces ve que siguen apareciendo más clases "Espera.. ¡¿Hay más?! ... Aventurero nivel 75 también... Y... ¡todavía hay más!..." dice con voz estridente, como si no diera crédito a su mirada, y deja caer la libreta y la pluma, tras lo cual me aferra la mano que tengo sobre la piedra, mirando con unos ojos brillantes y llenos de interés la ficha de acero que tengo sobre mi palma, y provocando que sus compañeras de trabajo le lanzen miradas llenas de extrañeza y curiosidad, aunque seguramente no se han enterado de lo que ha estado diciendo Rinka debido al bullicio del lugar. "E-Explorador nivel 62..." dice en un susurro y comienza a apretar con más fuerza mi mano enguantada, mientras su cara comienza a colorearse de rojo y su respiración empieza a agitarse "y Cazador nivel 75... ¡Cuatro clases importantes por encima del nivel 60! ... yo... Tu... Nosotros" dice apenas en un hilo de voz, mientras por un momento parece estar a punto de desmayarse por la excitación, y sus ojos me miran como si fuera alguna clase de fenómeno.
'Es una suerte que lleve puesta una máscara, porque el comportamiento de esta recepcionista me está poniendo bastante incómodo, y estoy seguro de que sería peor si viera mi rostro humano. De todas formas, parece que aquí no se necesita que me haga un corte en la mano... Y en este continente tampoco muestran la raza en las fichas de identificación... es una suerte. Es curioso que utilicen un artefacto encantado para esto cuando parecen despreciar tanto la magia. Pero las reacciones de esta chica son demasiado exageradas. Si hubiese aparecido mi raza en la ficha, seguramente se habría armado un escándalo del que todo el edificio se hubiera enterado' pienso con impaciencia, mientras miro con algo de irritación las ridículas reacciones de la joven, que hace unos momentos parecía ser la imagen del profesionalismo, a medida que mi información va apareciendo en la ficha.
Cuando mi última clase aparece en la ficha, escucho un silbido a mi lado, seguido de la voz del anciano "Si que eres monstruoso, chico. ¿Como diantres has conseguido esos niveles y en tantas clases diferentes a tan corta edad?"
"Ahora ya sabes que soy más que capaz de ir a los últimos pisos del laberinto" digo, mirando al orco con una sonrisa de 'te lo dije', tras lo cual él lanza un suspiro como toda respuesta, pero parece que por alguna razón no está del todo convencido. Entonces me volteo hacia la joven, que todavía está sosteniendo mi mano con fuerza y pronunciando palabras inconexas, y aclarandome la garganta le digo "Ejem... ¿Podría soltarme la mano, señorita? ¿O es que necesito algo mas para registrarme?"
"Si, quiero decir, no..." dice apresuradamente, mientras su cara se sonroja aun mas y sus manos siguen aferrándose a la mía, pero entonces deja de mirarme y observa lo que ha estado haciendo, con lo que parece recobrar un poco de sentido común. Entonces suelta mi mano, pero se queda con la ficha, tras lo cual retira el disco y procede a poner su mano sobre el mismo con mi ficha sobre su palma "Ahora solo tengo que asignarte un rango. Con esos niveles... Serás rango oro. Si fuera por mí deberías ser platino, obviamente, pero no puedo darle el rango platino a una persona que apenas se registra en la asociación. Lo que cambiaría si formaras parte de algún clan importante."
"No soy parte de ningún clan, y no es algo que me interese, gracias" digo, esperando con creciente impaciencia a que me entregue la ficha para poder finalmente irme al laberinto.
'No se que mierda serán los clanes, pero ya podré preguntarle más tarde a Kaelion de ser necesario. Ahora todo lo que quiero es alejarme de esta chica que, por como me está mirando, parece a punto de hacer una locura, cómo intentar quitarme la máscara'
"Ahh, qué pena... Bueno... Yo podría haber... ¿Necesitan algo más? hay otras personas esperando y yo... Pero tu..." dice la recepcionista todavía sonrojada, volviendo a perder la capacidad de hablar coherentemente por momentos, pero mirando con preocupación a la larga fila de espera que se está formando detrás de nosotros.
'Parece que al menos era verdad hasta cierto punto la actitud profesional que mostraba cuando empezamos a hablar. No se como es que no perdió su trabajo hasta ahora, si actúa así cada vez que aparece alguien con niveles altos'
"Ahh, perdón. Si. Quisiera que me des el contacto de algún combatiente de rango platino u oro que pueda llevarnos al piso 78 del laberinto. Y tambien ¿no tienes que entregarle esa ficha a mi compañero?" dice Kaelion y me guiña un ojo, el anciano parece estarse divirtiendo mucho con las reacciones de la muchacha.
"Si, perdón… Bien. A ver..." dice, entregándome la ficha y recuperando algo de su actitud inicial después de escuchar la voz del anciano, mientras saca un libro y comienza a chequear una lista de nombres. "Voy a necesitar algo de tiempo para eso. Sería mejor que esperen afuera... Pero no te vallas" agrega, volteandose violentamente hacia mi y mirándome con una intensidad que me resulta incómoda.
'De ser posible, voy a intentar evitar que esta mujer vuelva a atenderme al venir a la asociación. No tengo ganas ni tiempo de andar tratando con gente que pierde el autocontrol de esta manera.'
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