En otra habitación dentro del segundo edificio de los guardias, se trataba de la oficina de Glover, una habitación que, aunque no había ventanas, había unos huecos por donde recorría el aire y entraba algo de luz, además, había una especie de cristal en el techo que iluminaba el lugar de mejor manera de lo que lo haría una vela.
"Siéntate." – el Vicecapitán le ofreció una silla al joven.
"Gracias." – dijo Luciel.
"Bueno." – dijo Glover al sentarse. – "Ahora que sé que lo que dices es cierto es hora de ver cómo ayudarte."
"¿Me cree?" – preguntó Luciel.
"Sí, hace poco me llegó una carta del Sacerdote de la Iglesia de Rhun, en ella venía escrito lo mismo que vos me dijiste, que vienes de otro mundo." – Glover se detuvo y miro a Luciel por un momento. – "Aun así, sí te soy sincero, aun me cuesta creer que realmente provienes de otro mundo, después de todo eres tan parecido a…"
"Ustedes."
"Sí."
"El sorprendido debería ser yo, después de todo yo soy el que llego a otro mundo, y sí le soy sincero, es un alivio que sean iguales a mí."
"Bueno, sí, es un alivio, además de que puedes hablar nuestro idioma a la perfección."
"Un regalo de los Dioses." – dijo Luciel.
"¿Regalo?" – se preguntó Glover.
"Sí, después de todo, sí no pudiéramos comunicarnos sería todo un fastidio, ¿No lo cree?"
"Sí." – dijo Glover. – "Jajaja, y pensar que de verdad provienes de otro mundo."
"…" – Luciel no dijo nada, solo se sintió un poco aliviado en que ahora el Vicecapitán Glover le creía, no podía pensar en lo terrible que sería sí ese sacerdote no hubiera mencionado nada, de todos los regalos que le otorgaron a Luciel, porque no le dieron una Tarjeta de Identificación.
Eso era lo que Luciel pensaba en ese momento.
"Hm, acerca de la Tarjeta de Identificación, solo se puede conseguir por tres maneras, la primera y más fácil es por medio de un Gremio, la segunda es por un Noble y la tercera es por medio de la Iglesia." – dijo Glover. – "Existen Gremios para todas las profesiones, y puedes recurrir a obtener una Tarjeta de Identificación por tú cuenta al inscribirte en un gremio por tú cuenta, como lo sería el Gremio de Aventureros, el Gremio de Comerciantes o el Gremio de Mercenarios."
"Aja."
"Aunque también sí te metes como trabajador de un herrero, carpintero, restaurante o granjero, son ellos los que van al respectivo gremio para obtener una Tarjeta de Identificación para ti, pues en esos gremios solo los dueños se pueden inscribir, y son ellos los que deben de obtener las Tarjetas de Identificación para sus trabajadores."
"Ah, ahora que me acuerdo, existe una cuarta, aunque esa no creo que puedas hacerlo, la cual es unirte al Ejército o a la Guardia Nacional, cosa que por tú estatus es imposible, también es imposible que lo obtengas por parte de un Noble, pues el único que hay aquí… bueno, digamos que no es el tipo de personas que hace tal cosa."
"En cuando a la Iglesia, no sé sí desees ir allí, después de todo, tú no debes conocer nada acerca de la Iglesia de Rhun, y realmente no sé sí Phillip te acepte." – dijo Glover que aunque sí creía en un Dios, a él no le gustaba ni la Iglesia de Rhun ni su sacerdote, pues la gente que iba a esa iglesia era usualmente personas arrogantes y algunos eran inclusive egoístas, y Glover sentía que ese no sería un buen lugar para alguien como Luciel.
"…"
"Ir a un Gremio como el de Aventureros o Comerciantes por tú cuenta es imposible, porque se requiere ser adulto para poder inscribirse por propia cuenta, y para ser adulto aquí debes de tener quince años, los cuales claramente aún te faltan tres años para cumplir, por lo que la única forma viable que veo para ti es que consigas trabajo con algún profesional." – dijo Glover.
"Pero no soy muy joven para trabajar, después de todo todavía no soy un adulto."
"Bueno, no sé como sea en tú mundo, pero aquí, a partir de los cinco años una persona puede unirse a una profesión y trabajar, después de todos, es ley obligatoria que a partir de los cinco años todo ciudadano posea una Tarjeta de Identificación, aunque bueno, aunque muchos niños y niñas trabajan desde pequeños, la carga de trabajo no es demasiada como la que se le pone a un adulto, es más a veces como una formalidad para respetar las leyes." – explicó Glover.
"Ya veo."
"Aun así, toma." – dijo Glover que le dio una carta a Luciel.
"…"
"En ella viene escrito que Yo, el Vicecapitán de los Guardias del Pueblo de Esperanza te doy mi aprobación para poder residir en el Pueblo de Esperanza sin problemas por unos días hasta que puedas finalmente obtener una Tarjeta de Identificación."
"Oh."
"Sí alguien en el pueblo te pide tú Tarjeta de Identificación, entrégales la carta y ya no tendrás problemas."
"Entiendo." – dijo Luciel. – "Muchas Gracias."