Exhalaba fríos alientos que se convertían en niebla, con el sol brillando como en una fantasía.
La deslumbrante luz hizo que entrecerrase un poco los ojos. Su mano estaba tocando el tronco de un árbol, y sintió la corteza áspera en su palma. Esto no era una ilusión, sino la realidad, un toque real.
Ella sostuvo firmemente la palma de la mano, cerró los ojos hacia la brillante luz, dejó que el aire frío llenara sus pulmones, y exhaló de nuevo con calma.
_Ciertamente, no hay ningún cuerpo por aquí, los cuales tendrían cientos de años de antigüedad de todavía existir. Además... todo parece desconocido... ¡Lo que significa que funcionó!
El frío viento soplaba a través de su cabello rosado; y la chica, con un tono que no coincidía con su apariencia, murmuró.
La chica tenía un aspecto encantador, las pupilas azules albergaban un profundo sentido de la racionalidad, y un rostro adorable que no podía ocultar el encanto noble y elegante. Con un simple vistazo se percibía el extraordinario temperamento de la chica.
Lo único que cubría a sus jóvenes e inmaduros miembros, era una túnica blanca. Ciertamente, el hecho de caminar descalza sobre ese suelo era algo extremadamente descuidado e inseguro.
A pesar de querer gritar sus emociones, ella no podía hacerlo debido al clima. El bosque en esa área estaba completamente cubierto de nieve. La chica estaba caminando en esa nieve y su cuerpo estaba perdiendo rápidamente su temperatura corporal. Comenzó a temblar violentamente.
Había que decir que el atuendo de viaje de la chica era un completo fracaso debido a su falta de consideración.
« Después de tanto trabajo —haa— Si te murieses congelada, sería hilarante... »
La chica temblorosa tenía una fascinante voz en su cabeza.
Por supuesto, la voz era completamente diferente del sonido de la chica.
_Esa no parece ser una imagen muy agradable. Incluso en mis circunstancias actuales, todavía tengo magia que puede quemar hasta las cenizas a esta generación. Tal vez quieras quedarte callada, Sekhmet.
« Ey, no es habitual que salgas a hurtadillas durante la noche, ¿qué estás tratando de encontrar? Puede parecer obvio, pero, ¿esto vale la pena para ti, Dona-Dona? »
…
« No, quédate en silencio, Daphne-chan. Echidna-chan no es maliciosa. Tal vez un poquito, ¿vale? Verás, tu resurrección ya te hace perder... »
La dulce ironía y las excusas torpes continuaron. Esas dos voces no fueron ni de la chica ni de la mujer perezosa que oyó por primera vez.
Diferentes voces se escuchaban una tras otra en la mente de la chica. Sin embargo, cada voz estaba entrelazada con la intimidad y estaba un tanto relacionada con ella.
En contraste, las chicas adolescentes — no, ellas eran las Brujas que habían transferido su alma a la mente de la chica.
Pelo blanco y pupilas negras, esa Bruja conocida por su belleza y su posición había perdido su aspecto original. Ahora, el alma de la Bruja estaba dentro del cuerpo de la chica, una resurrección de una manera increíble y extraordinaria.
A pesar de los innumerables esfuerzos que había hecho para lograr esta resurrección, a pesar de las complejidades de la situación, ella se había esforzado. Sin embargo, considerando la sabiduría y la manipulación de Echidna, ella eventualmente superaba las dificultades y lograba sus metas.
_He vivido como espíritu durante 400 años y ni siquiera he notado el ambiente exterior en absoluto… hermoso...
« La culpa es tuya por estar intoxicada. Dona, eres tan infantil... no eres nada confiable... »
_Preferiría no ser reconocida como una niña por ti, pero, realmente estoy sin palabras...
En cualquier caso, poco después de que ella recobrara la conciencia y completara su resurrección, pronto moriría de frío.
Aunque Echidna se preparó para eso, ahora mismo no le importaba mucho, y empezó a jugar con sus dedos.
Las duras y frías puntas de los dedos hicieron un ligero ruido, y los alrededores de Echidna comenzaron a brillar en un tono rojo.
Echidna creó una bola de fuego, que era más pequeña que su puño, balanceándose mientras temblaba, y la frialdad del bosque congelado fue alejada con éxito. Nadie podría imaginar que una bola de fuego tan pequeña pudiera tener un poder tan grande. Realmente increíble. Echidna exhaló y se dio cuenta de que no había necesidad de preocuparse por el peligro de congelación.
_La diferencia con respecto a mi Puerta es algo preocupante. Aunque parece que no hay ningún problema en usar Magia. Ahh…
« La próxima vez que uses magia de fuego, si quemas el bosque, me reiré. »
_Cuando esto se acabe, la ironía dentro de mí será realmente imparable. He trabajado duro para hacer planes y estrategias, y no tuve más opción que jugar con mis intrigas para sacarlas a ustedes también. Pero ahora me arrepiento.
La voz que ella escuchó fue de la quinta persona. Echidna suspiró. La mano de la chica se extendió inconscientemente hasta el cuello desnudo en la parte superior de la túnica, donde lo único que resaltaba su existencia era una joya con un hermoso cristal azul.
…
Tomando el collar con el duro cristal, Echidna se perdió temporalmente en sus pensamientos. Por su apariencia, quedaba claro, de un vistazo, que la pieza de joyería era un tesoro escondido con un poder único. Era un bloque de cristal mágico de alta pureza que era mucho mayor que la de los cristales comunes. El interminable volumen mágico se agotó, pero un poder abrumador se almacenaba en su interior.
Incluso si se trataba de una capacidad de almacenamiento mágico que fue utilizado por mil maestros en el uso de la magia, era difícil creer que sólo una pieza de cristal mágico se podía utilizar para completarlo. Pero, de hecho, cualquiera podía imaginar que la capacidad estaba completamente agotada.
Nadie creería que este collar pudiera almacenar las almas de las cinco brujas restantes.
« ¡Echidna! ¡Te estoy hablando, Echidna! ¿¡Me escuchas!? »
—Estoy escuchando. No estés siempre en mi oído Minerva… No, es difícil decir si estás en mis oídos o no. No grites siempre en mis sentidos. Me dolerá la cabeza. Como sea.
« ¡Ey! ¡No es como si fueras nuestra maestra! ¡Tú, muéstrame a continuación! ¡Soy la siguiente! »
« ¿La siguiente…? »
De repente, las llamas rojas envolvieron el bosque y el fuego se extendió entre los árboles vecinos.
Solo con dar un vistazo, se podía adivinar que la bola de fuego disparada por Echidna había prendido fuego a los árboles, eventualmente creando un incendio forestal.
Esto es un desastre.
« Fue una vida breve pero hermosa, ja... »
¿Qué pasa? Indudablemente no hay razón para preocuparse por esto. Aunque ciertamente este incendio es inesperado…
Justo entonces, Echidna dejó de hablar, giró sus palmas hacia los árboles en llamas y cerró los ojos.
Sigue ardiendo…
« Como ya dije, Daphne piensa... que esta cosa no es el Mundo de Sueños que Dona Dona hizo, además que tampoco puedo interferir con ninguna de las dos cosas. »
Eso no estaría bien...
« Grandes, grandes errores de cálculo… ¿cierto? »
« Dona, ¿tú prendiste el fuego? Dona, ¿eres una de los malos? ¿Quieres competir con Typhon? »
« ¡No es momento de discutir! ¡Ahora! ¡Rápido! ¡Ve y apaga el fuego! ¡Hablo en serio! »
Por supuesto. Ahora es el momento en qu… Uh.
Echidna de repente sintió un mareo cuando estaba tratando de realizar un hechizo de extinción de incendios. La técnica que aún no había sido escrita fue insostenible y su composición colapsó.
¿Qué pasó? Cuando las brujas estaban confundidas, Echidna rápidamente lo entendió.
Este cuerpo no está acostumbrado a usar magia para generar agua...
En otras palabras—
El fuego nos matará.
« ¡¡Huye inmediatamente!! »
El fuego era cada vez más grande. Incluso la ruta de escape desaparecería pronto. Tomando en cuenta que esa era la primera vez que Echidna usaba ese cuerpo y que habían pasado 400 años sin que realizara ninguna actividad física, Echidna sólo podía huir sin aliento hacia el exterior del bosque.
La crueldad del mundo exterior es un poco diferente de mi imaginación…
Su cuerpo se sentía muy pesado, y el aire frío que la golpeaba la dañaría en poco tiempo.
Aunque era torturada por su propio cuerpo, pensó que esa era una sensación que no había sentido en cientos de años, era agotamiento —
No, tiene que ser posible…
Afortunadamente, gracias al desesperado intento de escape, Echidna evitó con éxito el destino de ser quemada hasta la muerte.
A pesar de las fieras llamas que quemaban el bosque, Echidna usó un poco de magia para manipular la dirección del viento, y pudo inducir la dirección de la propagación del fuego. Ese fue el factor más crítico para asegurar la ruta de escape.
_Una inusualmente fuerte nevada y un bosque en llamas… ¿Ya no es suficiente? Es mucho para una chica que sólo lleva puesto un trozo de tela, ¿no?
« Tranquilízate. Vemos lo mismo… ¡Cuidado! »
Uhu…
Echidna de repente se vio rodeada por múltiples personas, todos hombres.
Este sentimiento extraordinario hizo que la chica no se sintiera bien.
Toda esa gente llevaba ropa de hombre. El grupo parecía estar emitiendo una atmósfera peligrosa. Había dieciocho en total. Ya parecía hasta un chiste que luego de tantas cosas, ahora la joven estuviera rodeada de esos hombres.
Supongo que su propósito es el Gran Conejo… En otras palabras, ustedes son Carroñeros de cadáveres, ¿no es así?
¿Qué?
¿N…? ¿Qué quieres decir?
Echidna estaba silenciosamente desconcertada. Los hombres estaban tan tensos que era como si hubieran visto algo espeluznante: ella.
Hace cuatrocientos años, los Carroñeros de cadáveres tenían una reputación de cierto renombre — La ocupación, en resumen, implicaba encontrar lugares que habían sido atacados por Mabestias, y saquear todos los tesoros que quedaban intactos durante el caos. Aunque su presencia sería menos frecuente de lo que había sido durante la vida de Daphne, en esta era, las Mabestias todavía vagaban.
Se destacaba especialmente el Gran Conejo; si bien su arremetida no dejaba rastro alguno de nada orgánico, todo lo demás quedaba intacto, dejando un perfecto coto de caza para los Carroñeros de cadáveres.
En el caso de que haya una Bruja para comerse el resto, alguien fácilmente se disfrazaría de Bruja en estos días. Se puede decir que es una forma inteligente. Para ustedes, la carroña es una vocación.
¿Carroña…? ¿Qué? ¿¡De qué carajos estás hablando!?…
Después de sacudirse la cabeza, el hombre que estaba de pie en la parte delantera tomó un hacha de mano y caminó hacia Echidna. Había una fuerte intención asesina en sus ojos y un destello de miedo por la niña pequeña.
No estoy completamente segura de lo que buscas. Pero nuestra vida sólo nos incumbe a nosotras y ya de por sí no es fácil, además de este fuego… tenía que encontrarme con alguien como ustedes.
Cállate, ¡deja de hablar! ¿Dónde están los demás elfos?
Aunque esta chica es realmente extraña, parece que no es mala.
Una sonrisa fascinante apareció en el rostro de la chica, quien se dio una palmadita en las orejas. Estos movimientos trataban de confirmar las características físicas de Echidna.
« —— »
¿—Oh?
Por un momento, una inquietante sensación hizo que el hombre se calmara. Los demás hombres parecían tener sentimientos similares. Había mucha discusión sobre lo que acababa de pasar y nadie en el grupo tenía alguna idea.
La única persona que sabía la razón era Echidna. Tocó el collar y trató de calmar al grupo con el poder de la "Bruja de la Ira".
¡Ey! Aunque seas una niña o una joven, no pienses en usar trucos conmigo…
Esa reacción tiene sentido. Nuestras reacciones no son tan diferentes entre sí. Básicamente quieres atraparme para ganar algo de dinero, ¿verdad? Sin embargo, sólo quiero viajar así. Así que quiero proponer una solución mutua…
¿¡Solución!? ¿¡Crees que estás en posición de proponer algo!?
Solo escúchala. Hay una manera de que todos estemos seguros y tengamos una vida tranquila después de esto.
Echidna ladeó la cabeza y sonrió mientras le hablaba al hombre.
El hombre suspiró de cansancio. Inmediatamente después de revelar en su expresión que no podía creer que había dejado entrever eso, dijo inmediatamente:
Sigue hablando...
Está bien, muy bien. Mi propuesta es muy simple. Párate delante de mí durante treinta segundos. Si logras quedarte de pie frente a mí durante treinta segundos, caminaré contigo en silencio. ¿Interesante?
¡Ja! ¿Qué crees que es esto? Esa solo es tu manera de pensar, ¿crees que tendremos miedo de…?
— Desde ahora, treinta segundos. Continúa.
Las condiciones habían sido acordadas y, en el instante adecuado, Echidna apareció justo detrás de la chica, con su pelo largo y blanco, mirando con sus negros ojos a los hombres.
—
Los hombres se quedaron congelados frente a Echidna, con una expresión de no saber lo que acababa de pasar. En sus ojos, vieron a una niña de unos diez años de edad hasta que de repente apareció una chica de pelo blanco.
Entonces, antes de que se respondiera a esta pregunta, los hombres habían caído a causa de los sucesivos cambios.
Oh, oh…
El hombre del hacha de mano estaba acurrucado en el suelo. Sus ojos que iban y venían en el vacío habían perdido su enfoque, y una gran cantidad de espuma blanca había emergido de la comisura de su boca.
Esas cosas no sólo le sucedieron a él, sino que todos los hombres alrededor de Echidna comenzaron a caer como él. Las dieciocho personas que no pudieron alcanzar la meta de la propuesta fueron afectadas insoportablemente por la maldad y la locura de Echidna.
Agarrándose el cuello, girando sus ojos blancos hacia arriba, saliva saliendo de su boca, cayendo al suelo, atragantándose con su propia lengua, cortando su cabeza con un cuchillo, y enterrando su cabeza en la nieve, los hombres se volvieron locos de varias formas.
— ¡Se acabó el tiempo!
Después de contar treinta segundos, Echidna observó sus alrededores. Lo único que quedaba eran cadáveres, sangre y vómito. Desafortunadamente, no parecía haber quedado ningún ser humano que pudiera soportar treinta segundos de infierno y encontrarse con las seis brujas.
Esta es una escena muy lamentable. Podríamos haber hablado un poco más. Bueno, sigamos viajando como yo quería. Además, permítanme tomar prestada su ropa. De todos modos, ya no la usarán.
Dicho eso, Echidna desvistió a los hombres caídos, y se puso la ropa y los zapatos que le quedaban relativamente bien.
¿No puedo mantenerlo por un largo tiempo...? Supongo que ahora sólo es cuestión de acostumbrarse...
Mirando a los hombres caídos, los ojos de Echidna parecieron vislumbrar a ese adolescente de pelo oscuro.
Era inusual que un adolescente rodeado de brujas enfurecidas pudiera permanecer en calma. Echidna tenía miedo de que ella misma no supiera la razón de eso.
Después de acostumbrarme a las cosas, tengo que ir a la ciudad lo antes posible. Todavía estoy deseando tomar una taza de té después de unos cientos de años… probablemente será un poco diferente…—
Echidna se volvió a dar la vuelta y comenzó a caminar en dirección a un viaje sin metas.
Justo cuando "ellas" estaban a punto de partir, Echidna sintió una repentina gratitud por los hombres que dieron sus ropas y zapatos.
Lo que he hecho es bastante irrespetuoso — Siempre los recordaré a todos ustedes como benefactores en mi mente...
Hablando inadvertidamente, no había ningún indicio de intimidación, sino los meros hechos.
Echidna no olvidaría la "bondad" de ellos. Quienes actuaron como Carroñeros de cadáveres y se encontraron con las Brujas, quienes no olvidarán esta escena hasta que sus almas desaparezcan.
¡Oh, es verdad! ¡Escandalosas! Vámonos.
Cuando las brujas respondieron a los sonidos en su cerebro, ellas hicieron un viaje tranquilo hacia su propia meta.
— El cielo, que brillaba como el sol, era una bendición para las Brujas que no lo habían visto en siglos.
_Crush: Su alteza, su humilde servidora se irá ahora. Por favor cuídese mucho.
Una mujer respetuosamente inclinó la cabeza, su cabello verde se agitó suavemente, y salió por la puerta abierta que se encontraba sostenida por unos cuantos asistentes. Acompañando el sonido de la puerta cerrándose, dejó escapar un suspiro.
_Crusch: Mis disculpas por molestarlo, pero por favor encárguese de que su alteza se sienta cómoda.
Después de escuchar la repuesta de los asistentes, la mujer, quien parecía estar suprimiendo sus emociones, bajó por una escalera de alfombra roja hasta el gran salón.
_Ferris: ¡Crusch-sama!
Esperando en el pasillo, llamándola en un tono urgente, estaba un joven afeminado con redondos ojos amarillos, orejas de gato, y un comportamiento astuto. Su nombre era Félix Argyle, o como la gente lo conocía, Ferris.
Él era el antiguo y leal compañero de la mujer y, también, uno de sus caballeros.
_Ferris: Bienvenida de nuevo. ¿Qué tal va la situación del príncipe Fourier?
_Crush: No tan bien. Toda su vitalidad se ha ido. Hoy, él repentinamente mencionó querer ir afuera y caminar en el sol, fue muy… doloroso de ver.
Crusch Karsten sacudió la cabeza, y Ferris respondió dejando caer desalentadoramente los hombros. Viendo esta reacción en su compañero, Crusch habló de nuevo.
_Crusch: No tienes por qué sentirte culpable. Esta enfermedad es un rompecabezas que incluso los mejores sanadores del país no han podido resolver. No es culpa tuya.
_Ferris: Pero, es por la propia debilidad de Ferris que no puedo cumplir las expectativas de Crusch-sama… Yo, de verdad lo siento, Crusch-sama.
Ferris parecía menos arrepentido por su incapacidad de curar la enfermedad y más arrepentido por el dolor de Crusch hacia Fourier. Como era costumbre, él se acurrucó cerca de ella, y Crusch le permitió hacerlo.
_Crusch: ¿La maldición de su alteza aún…? ¿La maldición de la enfermedad de la familia real aún continúa sin cambiar?
_Ferris: Sí, es igual al diagnóstico anterior, sin embargo, como sanador, no quiero decir esto a la ligera.
Ferris bajó tanto la voz como la cabeza, pero continuó hablando sin dudar.
_Ferris: Es el veneno de la «Serpiente Negra». La causante de tan misteriosa enfermedad solo puede ser aquella criatura de la cual no sabemos nada.
_Crusch: Si es así, ¿entonces qué procede? … No, la situación actual es más importante. ¿Qué pasará de ahora en adelante?
_Ferris: El peor escenario es… La muerte entera de la familia real.
_Crusch: …
A pesar de que ya había oído antes esta posible conclusión, sin importar cuántas veces la escuchara, aún era difícil de aceptar.
Crusch tomó un respiro hondo para calmarse; esta era una situación sin precedentes. Si dejaba de ser fría y se dejaba llevar por el sentimentalismo, perdería y la crisis jamás sería resuelta. En tal caos, la única razón por la que el Reino se mantenía al borde de la estabilidad era porque Crusch y el Consejo de Sabios habían actuado con los de la alta aristocracia para liderar al reino.
La sangre de la familia real de Lugnica estaba, en este momento, enfrentando la extinción.
La primera víctima de la enfermedad fue el Primer Príncipe Zabinel Lugnica. Originalmente, su enfermedad se había diagnosticado como fatiga por exceso de trabajo, pero la condición de Zabinel había empeorado severamente en pocos días. Poco después, más miembros de la familia real se sintieron enfermos de una manera similar y, entonces, la anormalidad de la enfermedad fue descubierta.
Solo aquellos que poseyeran la sangre real de Lugnica fueron afectados. Al darse cuenta de esto, el castillo colapsó en una feroz turbulencia que fue detenida por algunos miembros del Consejo de Sabios, los cuales residían en el castillo real. Crusch, y en especial Ferris, quien era conocido por haber alcanzado el pináculo de la magia curativa de agua, y sostenía el título de «Azul», fueron también fundamentales en esta estabilidad.
Los miembros de la familia Real fueron alojados en una locación, donde podían ser diagnosticados y preparados para un tratamiento instantáneo. Allí, el descubrimiento fue que nadie, ni siquiera Ferris, podía curar la enfermedad.
En solo unos pocos días, el largo linaje de la familia Real de Lugnica había llegado casi hasta la extinción.
Actualmente, varios sanadores fueron reunidos para extender la vida de la familia real con magia, pero esta no era más que una solución temporal. La situación de la familia real había sido escondida del público en general, pero esta pretensión de normalidad no podía mantenerse por mucho.
Reflexionando la severidad de la situación, Crusch pensó en la persona que había ido a visitar; el cuarto príncipe de Lugnica, Fourier Lugnica.
Fourier y Crusch eran muy unidos desde hace tiempo, y Crusch, la hija de un duque, había sido familiarizada con él desde su infancia. Fourier, como príncipe que era, se le dificultaba encontrar amigos de la misma edad, y así Crusch podía contarse como uno de sus amigos más cercanos.
Crusch sentía lo mismo, nunca le disgustó su presencia.
Fourier frecuentemente visitaba la casa Karsten, y traía consigo un numeroso grupo de problemas que le gustaba compartir con Crusch. Su verdadera intención era llamar la atención de la chica que le gustaba, pero Crusch nunca lo notó.
Ella siempre lo había considerado como un querido amigo de buen corazón en quien ella no se había fijado.
Fourier, como el resto de la familia real de Lugnica, no tenía un gran talento como político. Sin embargo, su entusiasmo y virtudes eran evidentes.
Él estaba muy lejos de heredar el trono, y su futura posición probablemente no tendría mucha responsabilidad. Aun así, ardía con entusiasmo para dar lo mejor de sí.
Verlo recostado en la cama, al borde de la muerte, torturó increíblemente el corazón de Crusch.
_Ferris: Crusch-sama…
La expresión de Crusch permanecía intacta, pero sus ojos estaban llenos de sufrimiento. Ver esto causó que el corazón de Ferris se encogiera.
En términos de relacionarse con Crusch, Fourier la conoció por más tiempo que Ferris. Por supuesto, Ferris, como un seguidor de Crusch, tenía una gran lealtad hacia ella. Ferris simplemente se contentaba viendo a Fourier y a Crusch, mientras enterraba sus sentimientos en lo profundo de su pecho.
Por lo tanto, para Ferris, Fourier era una persona que evocaba un número de emociones complicadas.
Por supuesto, los sentimientos de Ferris no influirían de ningún modo en el diagnóstico o tratamiento de Fourier. De lo contrario, eso comprometería el orgullo de Ferris como sanador, al mismo tiempo que constituiría una traición para Crusch quien confiaba más en Ferris que en ninguna otra persona. Sin embargo, su incapacidad de estar a la altura de esa confianza y salvar a Fourier ponían una gran carga en su corazón.
Caminando por el castillo, tanto la maestra como el caballero, marcaban el paso con pisadas fuertes. Crusch pensaba en el pasado y en Fourier, mientras que Ferris pensaba en su incapacidad y en su maestra.
En cualquier caso, hoy, en el castillo, ninguno de ellos podía hacer nada. Por esto, juntos, se prepararon para dejar el castillo y regresar a su residencia.
_¿¿??: ¡Lord Bordeaux! ¡Eso es diferente de lo que dijo antes!
Crusch y Ferris, en camino a la puerta del castillo, voltearon hacia la fuente del sonido. A poca distancia de la puerta principal había un jardín con césped y árboles plantados a diestra y siniestra. La discusión cercana irrumpió el silencio y quietud del escenario.
Crusch no pudo evitar voltear a ver la discusión que tenía lugar en el rincón del jardín, entre dos personas, una encarándola y otra evitándola. Ella inmediatamente reconoció la cara que era visible. Él era un alto, hombre calvo y con un físico fuerte llamado Bordeaux Zellgef, un miembro del Consejo de Sabios de Lugnica. El Consejo de Sabios consistía en aristócratas que eran responsables de la mayoría de los asuntos de estado en Lugnica.
Un puesto en el Consejo de Sabios era ganado por elección, y consentimiento de cada candidato; la herencia, contribución al reino y su habilidad en general eran evaluadas cuidadosamente. Ahora, representados por Miklotov, actuaban como el soporte del reino.
Bordeaux una vez fue un héroe en el campo de batalla, e incluso en el Consejo de Sabios, era un hombre franco y fuerte, un hombre de opinión. Era conocido por sus comentarios radicales y su actitud era suficiente como para que Ferris dijera que parecía estar siempre enojado. Crusch, inmediatamente después de haber adquirido su puesto actual, había sido incontables veces objeto de sus críticas.
_Ferris: Qué expresión tan inusual para Bordeaux-sama.
Habiendo notado lo que sentía Crusch, Ferris dio su propio comentario. Crusch asintió e intentó resolver la situación. Si solo era un ataque verbal, no había necesidad de intervenir, pero incluso para una pequeña disputa, no era el momento ni el lugar.
El soldado parado en la puerta, que también había escuchado la agresión, había ido a investigar, y viendo a Crusch, inclinó la cabeza, como aceptando su juicio en la situación. Crusch pasó su mirada por sobre el guardia al igual que Bordeaux, quien había notado al grupo de personas que se había formado alrededor de él.
Bordeaux, con la intención de dejar el lugar, asintió amargamente ante ellos. Intentando encontrar las palabras correctas que decir, humedeció un poco sus labios. Mientras veía el gesto, Crusch finalmente examinó a la persona enfrente de Bordeaux.
Finalmente, Crusch se dio cuenta por qué la otra persona había fallado en entrar en su percepción.
Era una figura vestida en harapos.
Los harapos eran un delgado y roto abrigo sucio, color azul oscuro, colgando de los hombros de su alto cuerpo y alcanzando el borde de su cintura. Su cabello blanco, y el previo sonido de su voz, indicaban su vejez. Sin embargo, desde su abundante cabello, hasta la musculatura de su espalda y el ancho de sus hombros, no había signo de debilidad asociado a la vejez.
A pesar de ser tan prominente, él había escapado de la atención de Crusch hasta ahora. La razón era su postura perfecta. Sus movimientos eran naturalmente elegantes. Tan pronto como lo notó, Crusch estuvo encantada.
Como un guerrero sosteniendo una espada, Crusch tenía un ideal por el cual luchar. Los ojos del hombre en harapos frente a ella encarnaban ese ideal, servir como prueba de que, con un esfuerzo continuo y entrenamiento, se podía alcanzar el ideal del «extremo de la guerra».
_Ferris: ¿Crusch-sama?
Crusch, quien inconscientemente había entrado en trance, fue traída de vuelta por el llamado de Ferris, pero ella no podía recuperar su estado previo.
¿Quién diablos era este anciano?
_Bordeaux: Lamento mucho romper nuestro acuerdo, pero no hay otra manera con la situación actual, espero que lo entiendas.
La conversación entre Bordeaux y el hombre continuó, mientras que Crusch continuaba perpleja de pie.
Bordeaux habló con un aire de finalización, como si esperara dejar la conversación.
_Bordeaux: Si siguen apareciendo personas, la situación se hará pública, y habrá problemas.
_Wilhelm: Espere, ¿cómo puedo estar satisfecho con esas palabras? ¿Por qué…? ¿Por qué cambió repentinamente de idea? Claramente habíamos llegado a un acuerdo, y…
_Bordeaux: No es tu culpa, solo es cuestión de tiempo. Necesitamos retrasarlo por un tiempo. De nuevo, lo siento.
_Wilhelm: ¡Pero…!
Para el hombre desesperado, las palabras de Bordeaux sonaban titubeantes y vacías. La razón por la cual Bordeaux estaba siendo cauto, era porque necesitaba mantener la condición de la familia real en secreto. Eso estaba por encima del acuerdo de Bordeaux con el hombre, y su promesa había sido, al menos temporalmente, anulada.
Sin embargo, a pesar que la verdad no podía ser dicha, era torpe que Bordeaux no tuviera una tapadera convincente para su historia.
¿O quizá algo en su acuerdo dejaba a Bordeaux inhabilitado o incapacitado para mentirle al hombre?
¿Ocultar hechos o decir mentiras era más deshonesto? En cualquier caso, Bordeaux no estaba dispuesto a mentirle al hombre. Bordeaux se mantuvo recto y presentó sus palabras, pero el hombre en harapos no podía aceptarlas.
_Wilhelm: He escuchado el rumor que la relación con el imperio ha empeorado. Si estás dudando en dejar el país por causa de eso, por favor, al menos manda a un mensajero…
_Bordeaux: No es eso, me gustaría pedirte que te abstengas de preguntar demasiado. Una vez que las cosas se hayan calmado, escojamos un lugar diferente para una discusión. No sé cuándo suceda, pero…
_Wilhelm: ¡Para entonces será tarde! Como dije, el próximo mes, tendré los resultados en camino, así tendremos evidencia concluyente… por favor al menos reflexiónalo.
En respuesta a la actitud determinante de Bordeaux, las palabras del hombre en harapos fueron más desesperadas. Él sacó algo de su chaleco; una gran cantidad de papeles. Los bordes estaban resquebrajados, y los papeles en sí mismos estaban amarillentos y salpicados de tierra y sangre. ¿Cuán importantes eran estos documentos para él? Al ver cómo temblaban sus dedos, cualquiera podría decirlo con solo mirarlo.
Pero,
_Bordeaux: ¡Suficiente!
Bordeaux agitó su mano contra los papeles que reposaban en el pecho del hombre. ¿Fue porque el hombre no había esperado una reacción así, o porque Bordeaux había utilizado más fuerza sin intención? Quizá fuera una mezcla de ambas. Cualquiera que fuera la razón, esa acción lo había guiado a ese resultado.
El montón de papeles se soltaron de la mano del hombre y se esparcieron por todo el jardín. El viento, aunque era débil, fácilmente mandó a volar los documentos por el aire como pétalos blancos.
Crusch reaccionó inconscientemente y se acercó a ellos, y los ojos de Bordeaux brillaron con un trazo de arrepentimiento. Sin embargo, ninguno pudo reaccionar a la respuesta inmediata del hombre.
_Wilhelm: ¡Bordeaux!
Con un grito, el hombre de harapos tomó la solapa de Bordeaux y lo empujó contra la pared.
Bordeaux soltó un soplo de dolor por el impacto. Aunque estaba presionado contra la pared, levantar su gran cuerpo con un solo brazo no era una pequeña hazaña de fuerza.
Siendo testigo de la escena, Crusch debió haber llamado por ayuda inmediatamente.
Sin embargo, el aura que expulsaba el hombre en harapos la abrumó y retrasó su reacción. La atmósfera parecía haberse vuelto tensa, y Crusch sintió que su piel se erizaba.
El hombre de harapos miró fijamente a Bordeaux.
_Ferris: ¡Guardias! No se queden ahí, ¡vengan aquí! ¡Rápido!
Una voz se elevó llamando a los guardias, regresando a Crusch a la acción. Volteándose, vio como Ferris, que había visto cómo se deterioraba la situación, había levantado sus manos para llamar a los guardias de la puerta, quienes se habían quedado en shock.
Nunca habían visto a un sabio en peligro antes. Tres guardias llegaron a la escena con sus espadas rodeando a Bordeaux y al hombre.
La atmósfera parecía engrandecer y propagar la tensión, pero,
_Wilhelm: …Lo siento.
Con una frase disculpándose, el hombre soltó a Bordeaux abruptamente. Éste colapsó contra la pared, sofocando su tos con una mano en su garganta.
A pesar que los guardias de la puerta estaban vigilando, el viejo hombre extendió sus manos para mostrar que no opondría resistencia y retrocedió lentamente.
_Guardia: ¡Vacía tus manos y sigue nuestras instrucciones!
Los guardias, aún recuperándose de su actitud embarazosa, excluyeron sus dudas y rodearon al anciano. Según la ley, el veterano debería ser detenido y puesto bajo investigación.
_Bordeaux: Esperen… no hay necesidad de una conducta tan formal, pueden soltarlo.
_Wilhelm: Bordeaux-dono, no estoy calificado para decir esto, pero eso dañará la reputación de los guardias ¿Pueden los guardias que protegen a la realeza liberar a una persona tan sospechosa?
_Bordeaux: En ese caso, deténgalo por una noche y entonces libérenlo.
En respuesta a las palabras del anciano, Bordeaux dio nuevas órdenes en un tono agradecido. Los guardias respondieron obedientemente. El hombre, siendo escoltado por los guardias, se giró hacía Crusch.
_Wilhelm: Estoy muy agradecido.
A ese volumen, solamente podría ser oído por Crusch. Los ojos azul claro del viejo albergaban una sombra. Aunque estaba intrigada, Crusch decidió que sería muy grosero forzar a los guardias a esperar por un diálogo.
Cuando el viejo se fue, Crusch se giró hacia Ferris.
_Crusch: Tu rápida respuesta fue de gran ayuda, me disculpo por no reaccionar a tiempo.
_Ferris: No, no, no fue nada, estoy contento de que la situación no se haya descontrolado. Por cierto, ¿Bordeaux-sama?
Ferris modestamente se llevó un dedo a su labio, mientras regresaba al tema principal de Bordeaux.
Bordeaux, quien aún se recuperaba del shock previo, estaba acuclillado en el suelo, levantando los papeles esparcidos. Crusch también levantó algunos que cayeron cerca de sus pies y se los entregó a Bordeaux.
_Bordeaux: Gracias, Lord Karsten. Me disculpo por esa desagradable escena.
_Crusch: Para nada. Ver serio a Bordeaux es tan raro que habría pagado por verlo. Dicho esto, ¿puedo preguntarte algo?
_Bordeaux: …
Bordeaux, reordenando los documentos, respondió con silencio. Juzgando que, si aceptaba, Crusch volvería la mirada en dirección a la cual el viejo había ido.
_Crusch: El hombre de ahora, ¿era un conocido de Bordeaux-dono?
_Bordeaux: Es un viejo amigo, no, más bien como un camarada de guerra. Un camarada formado en el campo de batalla, eso es lo que él aceptaría.
_Crusch: No me corresponde a mí entrometerme, pero si aprecia su amistad, entonces debería intentar repararla tan pronto como sea posible. Aunque, debería escoger una mejor ocasión la próxima vez.
Lo que había causado el problema era el momento y el lugar. Fue el anciano el que había atacado a Bordeaux, pero fueron las acciones de Bordeaux lo que lo causaron. Parecía que un "viento" de arrepentimiento rodeaba a Bordeaux; como fuese, Crusch no lo vio con indiferencia.
_Bordeaux: …No sé si pueda verlo de nuevo, además no considero que elegir mi lealtad hacia Lugnica sobre mi gratitud y deuda ante él sea un error.
_Crusch: Ya veo.
Crusch sabía de antemano que Bordeaux no escucharía su consejo, aun así, estaba un poco decepcionada. Más bien, su obstinación era un poco admirable. Sin embargo, si ella se lo decía, seguramente lo haría enojar como de costumbre.
_Bordeaux: ¿Ha visitado a su Alteza?
_Crusch: Vengo de visitar a su alteza el príncipe Fourier. El diagnóstico de Ferris no es muy bueno.
_Bordeaux: Como era de esperar… mientras se encuentra aquí, debería informarle que Leip Barielle está conspirando algo, probablemente no sea nada serio. Aun así, esté en guardia. (NT: Leip Barielle es el difunto marido de Priscilla. Obviamente, en este punto de la historia todavía estaba vivo).
_Crusch: Lord Barielle… lo tendré en cuenta.
Ella asintió al consejo de Bordeaux. Obviamente se trataba de una distracción del tema principal, pero incluso si tenía que presionarlo, sabía que Bordeaux no respondería. Como si la conversación hubiera terminado, Bordeaux sostuvo el montón de documentos contra su pecho y dejó el jardín.
Juntos, Crusch y Ferris respiraron con alivio.
_Ferris: Ah~ esa fue una atmósfera muy tensa. Vimos un comportamiento muy raro del siempre sereno Bordeaux-sama, creo. Sería muy tierno si siempre fuera así. 』
_Crusch: Eso no sería conveniente, ya que Miklotov-dono y Bordeaux-dono son muy hábiles para manejar el Consejo de Sabios juntos, pero…
¿Qué fue la conmoción de ahora? Por supuesto, Crusch quería saber los detalles, pero lo que más había llamado su atención fue el hombre que se habían llevado.
Si fuese posible, le gustaría saber su verdadera identidad.
_Ferris: ¡Como sea~! Crusch-sama, Ferri preferiría no ser quien lo diga, pero pienso que soy el que conoce mejor a Crusch-sama.
_Crusch: ¿Hmm? Eso fue repentino… no hay necesidad de decir algo tan obvio. Eres irremplazable e importante para mí, así que ¿por qué mencionarlo tan de repente?
_Ferris: Escuchando esa evaluación, creo que puedo dar un paso más hoy.
Ferris sacó la lengua con una expresión pícara. Crusch no podía saber qué era lo que estaba pensando o planeando. El "Viento" que emanaba Ferris era como humo, como si encubriera sus verdaderos sentimientos, y Crusch era incapaz de verlos.
La protección divina de la lectura del viento de Crusch Karsten le permitía ver el flujo del "viento".
Ese "viento" capturaba las ondulaciones de los sentimientos de los demás y, en general, Crusch no tenía problemas para interpretarlos. Sin embargo, en raras ocasiones, se encontraba con personas como Ferris, quienes tenían la habilidad de esconder sus emociones.
En el caso de Ferris, debido a su larga relación, Crusch podía leer en cierto grado su viento. Había otros, como el Sabio Miklotov, quien podía esconder sus sentimientos fácilmente debido a sus muchos años de experiencia. Crusch había clasificado su técnica de negociación como algo que era inútil contra aquellos que eran expertos en mantener la compostura.
Como siempre, Ferris no dejó a Crusch leer sus emociones. Una vez que se ponía así, Crusch no tenía otra opción más que poner sus manos juntas y esperar por una respuesta. Pero ella estaba segura que podía confiar completamente en Ferris. Y, esta vez, la confianza que su vínculo había creado demostraba nuevamente su poder.
_Ferris: Creo que Crusch-sama seguramente se estará preguntando por el hombre de ahora.
_Crusch: Hmm.
_Ferris: Ya tenía esto preparado para usted.
Viendo la sonrisa de Ferris, y lo que sostenía en la punta de sus dedos, Crusch abrió los ojos, y relajó sus labios hasta convertirlos en una sonrisa.
_Crusch: Eres el único que me conoce realmente bien.
Entre los dedos de Ferris se encontraba un solo papel, uno que había «olvidado» devolver a Bordeaux, uno que estaba esperando a ser tomado mientras era sacudido por el viento.