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67.79% Re: zero arco 3, 4, 5. / Chapter 341: Esperanzas entrecruzadas.

章節 341: Esperanzas entrecruzadas.

_Crush: Su alteza, su humilde servidora se irá ahora. Por favor cuídese mucho.

Una mujer respetuosamente inclinó la cabeza, su cabello verde se agitó suavemente, y salió por la puerta abierta que se encontraba sostenida por unos cuantos asistentes. Acompañando el sonido de la puerta cerrándose, dejó escapar un suspiro.

_Crusch: Mis disculpas por molestarlo, pero por favor encárguese de que su alteza se sienta cómoda.

Después de escuchar la repuesta de los asistentes, la mujer, quien parecía estar suprimiendo sus emociones, bajó por una escalera de alfombra roja hasta el gran salón.

_Ferris: ¡Crusch-sama!

Esperando en el pasillo, llamándola en un tono urgente, estaba un joven afeminado con redondos ojos amarillos, orejas de gato, y un comportamiento astuto. Su nombre era Félix Argyle, o como la gente lo conocía, Ferris.

Él era el antiguo y leal compañero de la mujer y, también, uno de sus caballeros.

_Ferris: Bienvenida de nuevo. ¿Qué tal va la situación del príncipe Fourier?

_Crush: No tan bien. Toda su vitalidad se ha ido. Hoy, él repentinamente mencionó querer ir afuera y caminar en el sol, fue muy… doloroso de ver.

Crusch Karsten sacudió la cabeza, y Ferris respondió dejando caer desalentadoramente los hombros. Viendo esta reacción en su compañero, Crusch habló de nuevo.

_Crusch: No tienes por qué sentirte culpable. Esta enfermedad es un rompecabezas que incluso los mejores sanadores del país no han podido resolver. No es culpa tuya.

_Ferris: Pero, es por la propia debilidad de Ferris que no puedo cumplir las expectativas de Crusch-sama… Yo, de verdad lo siento, Crusch-sama.

Ferris parecía menos arrepentido por su incapacidad de curar la enfermedad y más arrepentido por el dolor de Crusch hacia Fourier. Como era costumbre, él se acurrucó cerca de ella, y Crusch le permitió hacerlo.

_Crusch: ¿La maldición de su alteza aún…? ¿La maldición de la enfermedad de la familia real aún continúa sin cambiar?

_Ferris: Sí, es igual al diagnóstico anterior, sin embargo, como sanador, no quiero decir esto a la ligera.

Ferris bajó tanto la voz como la cabeza, pero continuó hablando sin dudar.

_Ferris: Es el veneno de la «Serpiente Negra». La causante de tan misteriosa enfermedad solo puede ser aquella criatura de la cual no sabemos nada.

_Crusch: Si es así, ¿entonces qué procede? … No, la situación actual es más importante. ¿Qué pasará de ahora en adelante?

_Ferris: El peor escenario es… La muerte entera de la familia real.

_Crusch: …

A pesar de que ya había oído antes esta posible conclusión, sin importar cuántas veces la escuchara, aún era difícil de aceptar.

Crusch tomó un respiro hondo para calmarse; esta era una situación sin precedentes. Si dejaba de ser fría y se dejaba llevar por el sentimentalismo, perdería y la crisis jamás sería resuelta. En tal caos, la única razón por la que el Reino se mantenía al borde de la estabilidad era porque Crusch y el Consejo de Sabios habían actuado con los de la alta aristocracia para liderar al reino.

La sangre de la familia real de Lugnica estaba, en este momento, enfrentando la extinción.

La primera víctima de la enfermedad fue el Primer Príncipe Zabinel Lugnica. Originalmente, su enfermedad se había diagnosticado como fatiga por exceso de trabajo, pero la condición de Zabinel había empeorado severamente en pocos días. Poco después, más miembros de la familia real se sintieron enfermos de una manera similar y, entonces, la anormalidad de la enfermedad fue descubierta.

Solo aquellos que poseyeran la sangre real de Lugnica fueron afectados. Al darse cuenta de esto, el castillo colapsó en una feroz turbulencia que fue detenida por algunos miembros del Consejo de Sabios, los cuales residían en el castillo real. Crusch, y en especial Ferris, quien era conocido por haber alcanzado el pináculo de la magia curativa de agua, y sostenía el título de «Azul», fueron también fundamentales en esta estabilidad.

Los miembros de la familia Real fueron alojados en una locación, donde podían ser diagnosticados y preparados para un tratamiento instantáneo. Allí, el descubrimiento fue que nadie, ni siquiera Ferris, podía curar la enfermedad.

En solo unos pocos días, el largo linaje de la familia Real de Lugnica había llegado casi hasta la extinción.

Actualmente, varios sanadores fueron reunidos para extender la vida de la familia real con magia, pero esta no era más que una solución temporal. La situación de la familia real había sido escondida del público en general, pero esta pretensión de normalidad no podía mantenerse por mucho.

Reflexionando la severidad de la situación, Crusch pensó en la persona que había ido a visitar; el cuarto príncipe de Lugnica, Fourier Lugnica.

Fourier y Crusch eran muy unidos desde hace tiempo, y Crusch, la hija de un duque, había sido familiarizada con él desde su infancia. Fourier, como príncipe que era, se le dificultaba encontrar amigos de la misma edad, y así Crusch podía contarse como uno de sus amigos más cercanos.

Crusch sentía lo mismo, nunca le disgustó su presencia.

Fourier frecuentemente visitaba la casa Karsten, y traía consigo un numeroso grupo de problemas que le gustaba compartir con Crusch. Su verdadera intención era llamar la atención de la chica que le gustaba, pero Crusch nunca lo notó.

Ella siempre lo había considerado como un querido amigo de buen corazón en quien ella no se había fijado.

Fourier, como el resto de la familia real de Lugnica, no tenía un gran talento como político. Sin embargo, su entusiasmo y virtudes eran evidentes.

Él estaba muy lejos de heredar el trono, y su futura posición probablemente no tendría mucha responsabilidad. Aun así, ardía con entusiasmo para dar lo mejor de sí.  

Verlo recostado en la cama, al borde de la muerte, torturó increíblemente el corazón de Crusch.

_Ferris: Crusch-sama…

La expresión de Crusch permanecía intacta, pero sus ojos estaban llenos de sufrimiento. Ver esto causó que el corazón de Ferris se encogiera.

En términos de relacionarse con Crusch, Fourier la conoció por más tiempo que Ferris. Por supuesto, Ferris, como un seguidor de Crusch, tenía una gran lealtad hacia ella. Ferris simplemente se contentaba viendo a Fourier y a Crusch, mientras enterraba sus sentimientos en lo profundo de su pecho.

Por lo tanto, para Ferris, Fourier era una persona que evocaba un número de emociones complicadas.

Por supuesto, los sentimientos de Ferris no influirían de ningún modo en el diagnóstico o tratamiento de Fourier. De lo contrario, eso comprometería el orgullo de Ferris como sanador, al mismo tiempo que constituiría una traición para Crusch quien confiaba más en Ferris que en ninguna otra persona. Sin embargo, su incapacidad de estar a la altura de esa confianza y salvar a Fourier ponían una gran carga en su corazón.

Caminando por el castillo, tanto la maestra como el caballero, marcaban el paso con pisadas fuertes. Crusch pensaba en el pasado y en Fourier, mientras que Ferris pensaba en su incapacidad y en su maestra.

En cualquier caso, hoy, en el castillo, ninguno de ellos podía hacer nada. Por esto, juntos, se prepararon para dejar el castillo y regresar a su residencia.

_¿¿??: ¡Lord Bordeaux! ¡Eso es diferente de lo que dijo antes!

Crusch y Ferris, en camino a la puerta del castillo, voltearon hacia la fuente del sonido. A poca distancia de la puerta principal había un jardín con césped y árboles plantados a diestra y siniestra. La discusión cercana irrumpió el silencio y quietud del escenario.

Crusch no pudo evitar voltear a ver la discusión que tenía lugar en el rincón del jardín, entre dos personas, una encarándola y otra evitándola. Ella inmediatamente reconoció la cara que era visible. Él era un alto, hombre calvo y con un físico fuerte llamado Bordeaux Zellgef, un miembro del Consejo de Sabios de Lugnica. El Consejo de Sabios consistía en aristócratas que eran responsables de la mayoría de los asuntos de estado en Lugnica.

Un puesto en el Consejo de Sabios era ganado por elección, y consentimiento de cada candidato; la herencia, contribución al reino y su habilidad en general eran evaluadas cuidadosamente. Ahora, representados por Miklotov, actuaban como el soporte del reino.

Bordeaux una vez fue un héroe en el campo de batalla, e incluso en el Consejo de Sabios, era un hombre franco y fuerte, un hombre de opinión. Era conocido por sus comentarios radicales y su actitud era suficiente como para que Ferris dijera que parecía estar siempre enojado. Crusch, inmediatamente después de haber adquirido su puesto actual, había sido incontables veces objeto de sus críticas.

_Ferris: Qué expresión tan inusual para Bordeaux-sama.

Habiendo notado lo que sentía Crusch, Ferris dio su propio comentario. Crusch asintió e intentó resolver la situación. Si solo era un ataque verbal, no había necesidad de intervenir, pero incluso para una pequeña disputa, no era el momento ni el lugar.

El soldado parado en la puerta, que también había escuchado la agresión, había ido a investigar, y viendo a Crusch, inclinó la cabeza, como aceptando su juicio en la situación. Crusch pasó su mirada por sobre el guardia al igual que Bordeaux, quien había notado al grupo de personas que se había formado alrededor de él.

Bordeaux, con la intención de dejar el lugar, asintió amargamente ante ellos. Intentando encontrar las palabras correctas que decir, humedeció un poco sus labios. Mientras veía el gesto, Crusch finalmente examinó a la persona enfrente de Bordeaux.

Finalmente, Crusch se dio cuenta por qué la otra persona había fallado en entrar en su percepción.

Era una figura vestida en harapos.

Los harapos eran un delgado y roto abrigo sucio, color azul oscuro, colgando de los hombros de su alto cuerpo y alcanzando el borde de su cintura. Su cabello blanco, y el previo sonido de su voz, indicaban su vejez. Sin embargo, desde su abundante cabello, hasta la musculatura de su espalda y el ancho de sus hombros, no había signo de debilidad asociado a la vejez.

A pesar de ser tan prominente, él había escapado de la atención de Crusch hasta ahora. La razón era su postura perfecta. Sus movimientos eran naturalmente elegantes. Tan pronto como lo notó, Crusch estuvo encantada.

Como un guerrero sosteniendo una espada, Crusch tenía un ideal por el cual luchar. Los ojos del hombre en harapos frente a ella encarnaban ese ideal, servir como prueba de que, con un esfuerzo continuo y entrenamiento, se podía alcanzar el ideal del «extremo de la guerra».

_Ferris: ¿Crusch-sama?

Crusch, quien inconscientemente había entrado en trance, fue traída de vuelta por el llamado de Ferris, pero ella no podía recuperar su estado previo.

¿Quién diablos era este anciano?

_Bordeaux: Lamento mucho romper nuestro acuerdo, pero no hay otra manera con la situación actual, espero que lo entiendas.

La conversación entre Bordeaux y el hombre continuó, mientras que Crusch continuaba perpleja de pie.

Bordeaux habló con un aire de finalización, como si esperara dejar la conversación.

_Bordeaux: Si siguen apareciendo personas, la situación se hará pública, y habrá problemas.

_Wilhelm: Espere, ¿cómo puedo estar satisfecho con esas palabras? ¿Por qué…? ¿Por qué cambió repentinamente de idea? Claramente habíamos llegado a un acuerdo, y…

_Bordeaux: No es tu culpa, solo es cuestión de tiempo. Necesitamos retrasarlo por un tiempo. De nuevo, lo siento.

_Wilhelm: ¡Pero…!

Para el hombre desesperado, las palabras de Bordeaux sonaban titubeantes y vacías. La razón por la cual Bordeaux estaba siendo cauto, era porque necesitaba mantener la condición de la familia real en secreto. Eso estaba por encima del acuerdo de Bordeaux con el hombre, y su promesa había sido, al menos temporalmente, anulada.

Sin embargo, a pesar que la verdad no podía ser dicha, era torpe que Bordeaux no tuviera una tapadera convincente para su historia.

¿O quizá algo en su acuerdo dejaba a Bordeaux inhabilitado o incapacitado para mentirle al hombre?

¿Ocultar hechos o decir mentiras era más deshonesto? En cualquier caso, Bordeaux no estaba dispuesto a mentirle al hombre. Bordeaux se mantuvo recto y presentó sus palabras, pero el hombre en harapos no podía aceptarlas.

_Wilhelm: He escuchado el rumor que la relación con el imperio ha empeorado. Si estás dudando en dejar el país por causa de eso, por favor, al menos manda a un mensajero…

_Bordeaux: No es eso, me gustaría pedirte que te abstengas de preguntar demasiado. Una vez que las cosas se hayan calmado, escojamos un lugar diferente para una discusión. No sé cuándo suceda, pero…

_Wilhelm: ¡Para entonces será tarde! Como dije, el próximo mes, tendré los resultados en camino, así tendremos evidencia concluyente… por favor al menos reflexiónalo.

En respuesta a la actitud determinante de Bordeaux, las palabras del hombre en harapos fueron más desesperadas. Él sacó algo de su chaleco; una gran cantidad de papeles. Los bordes estaban resquebrajados, y los papeles en sí mismos estaban amarillentos y salpicados de tierra y sangre. ¿Cuán importantes eran estos documentos para él? Al ver cómo temblaban sus dedos, cualquiera podría decirlo con solo mirarlo.

Pero, 

_Bordeaux: ¡Suficiente!

Bordeaux agitó su mano contra los papeles que reposaban en el pecho del hombre. ¿Fue porque el hombre no había esperado una reacción así, o porque Bordeaux había utilizado más fuerza sin intención? Quizá fuera una mezcla de ambas. Cualquiera que fuera la razón, esa acción lo había guiado a ese resultado.

El montón de papeles se soltaron de la mano del hombre y se esparcieron por todo el jardín. El viento, aunque era débil, fácilmente mandó a volar los documentos por el aire como pétalos blancos.

Crusch reaccionó inconscientemente y se acercó a ellos, y los ojos de Bordeaux brillaron con un trazo de arrepentimiento. Sin embargo, ninguno pudo reaccionar a la respuesta inmediata del hombre.

_Wilhelm: ¡Bordeaux!

Con un grito, el hombre de harapos tomó la solapa de Bordeaux y lo empujó contra la pared.

Bordeaux soltó un soplo de dolor por el impacto. Aunque estaba presionado contra la pared, levantar su gran cuerpo con un solo brazo no era una pequeña hazaña de fuerza.

Siendo testigo de la escena, Crusch debió haber llamado por ayuda inmediatamente.

Sin embargo, el aura que expulsaba el hombre en harapos la abrumó y retrasó su reacción. La atmósfera parecía haberse vuelto tensa, y Crusch sintió que su piel se erizaba. 

El hombre de harapos miró fijamente a Bordeaux.

_Ferris: ¡Guardias! No se queden ahí, ¡vengan aquí! ¡Rápido!

Una voz se elevó llamando a los guardias, regresando a Crusch a la acción. Volteándose, vio como Ferris, que había visto cómo se deterioraba la situación, había levantado sus manos para llamar a los guardias de la puerta, quienes se habían quedado en shock.

Nunca habían visto a un sabio en peligro antes. Tres guardias llegaron a la escena con sus espadas rodeando a Bordeaux y al hombre.

La atmósfera parecía engrandecer y propagar la tensión, pero,

_Wilhelm: …Lo siento.

Con una frase disculpándose, el hombre soltó a Bordeaux abruptamente. Éste colapsó contra la pared, sofocando su tos con una mano en su garganta.

A pesar que los guardias de la puerta estaban vigilando, el viejo hombre extendió sus manos para mostrar que no opondría resistencia y retrocedió lentamente.

_Guardia: ¡Vacía tus manos y sigue nuestras instrucciones!

Los guardias, aún recuperándose de su actitud embarazosa, excluyeron sus dudas y rodearon al anciano. Según la ley, el veterano debería ser detenido y puesto bajo investigación.

_Bordeaux: Esperen… no hay necesidad de una conducta tan formal, pueden soltarlo.

_Wilhelm: Bordeaux-dono, no estoy calificado para decir esto, pero eso dañará la reputación de los guardias ¿Pueden los guardias que protegen a la realeza liberar a una persona tan sospechosa?

_Bordeaux: En ese caso, deténgalo por una noche y entonces libérenlo.

En respuesta a las palabras del anciano, Bordeaux dio nuevas órdenes en un tono agradecido. Los guardias respondieron obedientemente. El hombre, siendo escoltado por los guardias, se giró hacía Crusch.

_Wilhelm: Estoy muy agradecido.

A ese volumen, solamente podría ser oído por Crusch. Los ojos azul claro del viejo albergaban una sombra. Aunque estaba intrigada, Crusch decidió que sería muy grosero forzar a los guardias a esperar por un diálogo.

Cuando el viejo se fue, Crusch se giró hacia Ferris.

_Crusch: Tu rápida respuesta fue de gran ayuda, me disculpo por no reaccionar a tiempo.

_Ferris: No, no, no fue nada, estoy contento de que la situación no se haya descontrolado. Por cierto, ¿Bordeaux-sama?

Ferris modestamente se llevó un dedo a su labio, mientras regresaba al tema principal de Bordeaux.

Bordeaux, quien aún se recuperaba del shock previo, estaba acuclillado en el suelo, levantando los papeles esparcidos. Crusch también levantó algunos que cayeron cerca de sus pies y se los entregó a Bordeaux.

_Bordeaux: Gracias, Lord Karsten. Me disculpo por esa desagradable escena.

_Crusch: Para nada. Ver serio a Bordeaux es tan raro que habría pagado por verlo. Dicho esto, ¿puedo preguntarte algo?

_Bordeaux: …

Bordeaux, reordenando los documentos, respondió con silencio. Juzgando que, si aceptaba, Crusch volvería la mirada en dirección a la cual el viejo había ido.

_Crusch: El hombre de ahora, ¿era un conocido de Bordeaux-dono?

_Bordeaux: Es un viejo amigo, no, más bien como un camarada de guerra. Un camarada formado en el campo de batalla, eso es lo que él aceptaría.

_Crusch: No me corresponde a mí entrometerme, pero si aprecia su amistad, entonces debería intentar repararla tan pronto como sea posible. Aunque, debería escoger una mejor ocasión la próxima vez.

Lo que había causado el problema era el momento y el lugar. Fue el anciano el que había atacado a Bordeaux, pero fueron las acciones de Bordeaux lo que lo causaron. Parecía que un "viento" de arrepentimiento rodeaba a Bordeaux; como fuese, Crusch no lo vio con indiferencia.

_Bordeaux: …No sé si pueda verlo de nuevo, además no considero que elegir mi lealtad hacia Lugnica sobre mi gratitud y deuda ante él sea un error.

_Crusch: Ya veo.

Crusch sabía de antemano que Bordeaux no escucharía su consejo, aun así, estaba un poco decepcionada. Más bien, su obstinación era un poco admirable. Sin embargo, si ella se lo decía, seguramente lo haría enojar como de costumbre. 

_Bordeaux: ¿Ha visitado a su Alteza?

_Crusch: Vengo de visitar a su alteza el príncipe Fourier. El diagnóstico de Ferris no es muy bueno.

_Bordeaux: Como era de esperar… mientras se encuentra aquí, debería informarle que Leip Barielle está conspirando algo, probablemente no sea nada serio. Aun así, esté en guardia. (NT: Leip Barielle es el difunto marido de Priscilla. Obviamente, en este punto de la historia todavía estaba vivo).

_Crusch: Lord Barielle… lo tendré en cuenta.

Ella asintió al consejo de Bordeaux. Obviamente se trataba de una distracción del tema principal, pero incluso si tenía que presionarlo, sabía que Bordeaux no respondería. Como si la conversación hubiera terminado, Bordeaux sostuvo el montón de documentos contra su pecho y dejó el jardín.

Juntos, Crusch y Ferris respiraron con alivio.

_Ferris: Ah~ esa fue una atmósfera muy tensa. Vimos un comportamiento muy raro del siempre sereno Bordeaux-sama, creo. Sería muy tierno si siempre fuera así. 』

_Crusch: Eso no sería conveniente, ya que Miklotov-dono y Bordeaux-dono son muy hábiles para manejar el Consejo de Sabios juntos, pero…

¿Qué fue la conmoción de ahora? Por supuesto, Crusch quería saber los detalles, pero lo que más había llamado su atención fue el hombre que se habían llevado.

Si fuese posible, le gustaría saber su verdadera identidad.

_Ferris: ¡Como sea~! Crusch-sama, Ferri preferiría no ser quien lo diga, pero pienso que soy el que conoce mejor a Crusch-sama.

_Crusch: ¿Hmm? Eso fue repentino… no hay necesidad de decir algo tan obvio. Eres irremplazable e importante para mí, así que ¿por qué mencionarlo tan de repente?

_Ferris: Escuchando esa evaluación, creo que puedo dar un paso más hoy.

Ferris sacó la lengua con una expresión pícara. Crusch no podía saber qué era lo que estaba pensando o planeando. El "Viento" que emanaba Ferris era como humo, como si encubriera sus verdaderos sentimientos, y Crusch era incapaz de verlos.

La protección divina de la lectura del viento de Crusch Karsten le permitía ver el flujo del "viento".

Ese "viento" capturaba las ondulaciones de los sentimientos de los demás y, en general, Crusch no tenía problemas para interpretarlos. Sin embargo, en raras ocasiones, se encontraba con personas como Ferris, quienes tenían la habilidad de esconder sus emociones.

En el caso de Ferris, debido a su larga relación, Crusch podía leer en cierto grado su viento. Había otros, como el Sabio Miklotov, quien podía esconder sus sentimientos fácilmente debido a sus muchos años de experiencia. Crusch había clasificado su técnica de negociación como algo que era inútil contra aquellos que eran expertos en mantener la compostura.

Como siempre, Ferris no dejó a Crusch leer sus emociones. Una vez que se ponía así, Crusch no tenía otra opción más que poner sus manos juntas y esperar por una respuesta. Pero ella estaba segura que podía confiar completamente en Ferris. Y, esta vez, la confianza que su vínculo había creado demostraba nuevamente su poder.

_Ferris: Creo que Crusch-sama seguramente se estará preguntando por el hombre de ahora.

_Crusch: Hmm.

_Ferris: Ya tenía esto preparado para usted.

Viendo la sonrisa de Ferris, y lo que sostenía en la punta de sus dedos, Crusch abrió los ojos, y relajó sus labios hasta convertirlos en una sonrisa.

_Crusch: Eres el único que me conoce realmente bien.

Entre los dedos de Ferris se encontraba un solo papel, uno que había «olvidado» devolver a Bordeaux, uno que estaba esperando a ser tomado mientras era sacudido por el viento.


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章節 342: Siempre empieza con un visitante.

— Él empezó a correr rápidamente, lanzándose hacia adelante.

El aire fluía sobre el sudor que goteaba desde su frente hasta sus ojos. Él parpadeó para retirarlo, ignorándolo. Sus pulmones le dolían con cada respiración. Sus entrañas se retorcían.

Apretó los dientes y disipó todo su dolor.

Lo único que tenía en su mente era la palabra "Meta".

¡—!

Alguien estaba gritando a lo lejos.

Aquella voz estaba cada vez más cerca de Subaru, quien corría. Con aquél llamado como su punto de referencia, como su faro, corrió hacia adelante, hacia adelante —

¡—!

La frenética voz lo atraía. Sin prestar atención a la luz blanca que inundó su visión, corría. Y,

_???: ¡Terminaste, de hecho!

Justo cuando cruzó la línea de meta torpemente trazada, el cielo y la tierra se intercambiaron de lugar. Pequeñas malezas se clavaron en la corona de su cabeza, e inmediatamente puso su mano en el suelo para girar sobre sí mismo hacia delante. La acción habitual detuvo su impulso y, con dos innecesarios giros más, aterrizó tendido en el suelo.

_Subaru: ¡Bhaahhhh! ¡Auhhg! ¡Todo me duele! ¡Todo me pica! ¡Pero se acabó! ¡Lo hice!

Aunque respiraba agitadamente bocanada tras bocanada, encontró el modo de gritar.

Se quejaba como siempre para vigorizar su corazón vacilante. No debía sentir que su fatiga era simplemente desgaste, o que su esfuerzo era simplemente empeño.

Debía recordar que éste no era el fin, y que aún había más por venir.

Cada vez que intentaba dictar dónde estaba la línea de meta, para darse esa satisfacción, Subaru se ponía la mano en el pecho y pensaba en esa noche.

_???: Buen trabajo, Subaru, supongo.

Una pequeña silueta entró en la visión de Subaru desde arriba.

Una chica adorable, con el pelo largo y rubio y un atuendo extravagante: Beatrice.

Su revoloteante vestido parecía fuera de lugar en la pradera, mientras le entregaba a Subaru una toalla. Él la aceptó y empezó a secarse la cabeza enérgicamente.

_Subaru: Ah, gracias. Quería refrescarme, así que esto es perfecto.

_Beatrice: Antes de que me lo atribuyas a mí, te diré que fue Petra quien empapó la toalla con agua fría, de hecho. Ve a darle las gracias y saltará de alegría, supongo.

_Subaru: Petra es realmente considerada. Pero, ey, es raro verte aquí afuera, Beako. ¿Algo te puso de un humor diferente al habitual?

Subaru apoyó los brazos mientras se sentaba y se deslizó hacia Beatrice. Ella se puso la mano en la cadera, apartando la mirada.

_Beatrice: Sólo es un capricho, de hecho.

_Subaru: Oh, wow, así que es un capricho.

_Beatrice: ...Y quería ver personalmente cómo eres cuando estás dando lo mejor de ti mismo, supongo.

Mientras mantenía la mirada desviada, Beatrice reveló fácilmente sus intenciones ocultas.

Ahora era mucho más honesta. Subaru sintió cláramente que con el tiempo se había ganado su confianza.

Parecía que Beatrice quería decirle algo a Subaru mientras éste sonreía, pero,

_Beatrice: Ahora, esto debe implicar algo más que corretear frenéticamente, de hecho. ¿Qué es lo siguiente, supongo?

_Subaru: Que sepas que corretear frenéticamente es bastante agotador por sí solo, señorita. Aunque no sé si cumpliré tus expectativas, lo siguiente a lo que me enfrentaré será a la athletic zone de ensueño.

_Beatrice: ...Ah, claro, de hecho. Te refieres al patio de recreo que Garfiel construyó en el bosque, supongo. ¿Atletic-qué?

_Subaru: Athletic zone. No hace falta que lo memorices. Sólo ignóralo.

_Beatrice: Pero Subaru, quiero entender cada palabra que digas, de hecho.

La suave frase hizo que las mejillas de Subaru se relajaran aún más. Beatrice parecía confundida por su reacción y, cuando se dio cuenta de lo que acababa de decir, su expresión cambió inmediatamente. Sus mejillas estaban adorablemente rosadas como bayas.

_Beatrice: N-No, no quise decir que… sólo salió de esa manera, supongo.

_Subaru: No-no-no, no te preocupes, sé exactamente a qué te referías. Todo está bien, yo también te quiero.

_Beatrice: ¡Tú no sabes nada, de hecho!

Subaru se reía mientras daba un salto para ponerse de pie, y tomó en sus brazos a Beatrice, quien había puesto una expresión amargada. Ella parecía disgustada, pero no se quejó de ser llevada en brazos.

_Beatrice: Subaru, apestas a sudor, parece.

_Subaru: Respira con la boca entonces. O simplemente drena el maná directamente.

_Beatrice: Te dejaré seco si eso es lo que me pides, de hecho.

_Subaru: Vas a ser tú quien llore después de eso.

_Beatrice: ¡C-Como si eso fuera a suceder, supongo! ¡Ya para tus tonterías, de hecho!

Con Beatrice en brazos, Subaru se lanzó a correr.

Su respiración volvió a la normalidad durante sus bromas. Beatrice era un peso perfecto para correr desde la pista de atletismo en el campo hasta la pista de obstáculos en el bosque.

Ya que ella era mucho más ligera de lo que parecía. Básicamente una pluma.

Sintiéndose tan ligero que parecía que le habían crecido alas, Subaru corrió como el viento.

※ ※ ※ ※ ※

La nueva mansión donde vivían estaba rodeada de tanto verde como la antigua.

Los arbustos crecían en abundancia a lo largo de las verdes montañas. Subaru sentía la fresca brisa sobre su frente mientras corría entre los árboles.

_Subaru: ¡Vale! ¡Allá… vamos!

El bosque era tan frondoso que todo lo visible era verde. Aquí, Subaru corrió hacia delante, y puso su mano ligeramente sobre un tronco lateral, superando el obstáculo con sólo un pequeño salto y su impulso.

"Saltar impulsándose con las manos" es una manera eficaz para moverse en lugares llenos de obstáculos, o en áreas urbanas con cuantiosos edificios. Esa manera de saltar se usa en el parkour: un deporte que Subaru veía a menudo en la televisión, boquiabierto por las hazañas sobrehumanas que hacían los atletas.

Él nunca imaginó que algún día él mismo entrenaría este sorprendente deporte.

_Subaru: ¡Hap! ¡Hah! ¡Bien!

El aparato de escalada era la estrella de este athletic zone que Subaru le hizo construir a Garfiel.

Varios troncos estaban ubicados alrededor de un gran poste que componía el pilar central. Era esencialmente un gimnasio selvático clásico, pero con un toque vanguardista.

Todo ese conjunto parecía ser muy complicado de escalar incluso si uno se lo tomaba con calma.

Subaru saltó sobre él con todo el impulso de su carrera, usando el ligero contacto de sus manos y sus pies para dispararse hacia arriba, como si escalara una pared vertical.

Él corría más rápido de lo que el ojo podía alcanzar, hacia la cima del gimnasio selvático.

Pero éste no era el verdadero propósito del gimnasio selvático: aún había que hacer más parkour.

_Subaru: ¡Hap! ¡Hap! ¡Hap!

Subaru alcanzó la pequeña base en la cima antes de saltar al punto más alto de la estructura.

Él miró hacia abajo. La caída parecía de unos seis metros.

Obviamente, no había nada sobre el suelo salvaje y musgoso. Aunque la tierra pudo haber sido blanda alguna vez, ahora estaba bien pisada y dura.

Eso significaba que la aterradora caída definitivamente iba a doler. Sin embargo,

_Subaru: ¡—Hah!

Sin dudarlo, Subaru saltó hacia la dura tierra. Al estar tan indefenso, daba la impresión de que este salto era el súmmum de su habitual imprudencia.

Pero Subaru, sin vacilar, estiró las piernas e hizo contacto con el suelo. Sufriendo el dolor del impacto, se retorció en una horrible agonía — Es lo que uno hubiera esperado que sucediera, pero no.

_Subaru: …

Subaru dobló sus piernas y se agachó para amortiguar el impacto, rodando inmediatamente hacia adelante para evitar más daños. Rodó por el suelo dando dos vueltas y, en la tercera vuelta, apoyó las manos y las rodillas y se puso de pie, sin haber sufrido ninguna herida.

Simplemente se sacudió el polvo en su ropa deportiva.

Ésta era otra maniobra de parkour: caer y rodar.

La maniobra consiste en rodar nada más aterrizar para dispersar el impacto.

Permite una caída segura desde alturas moderadas. Aunque no era gran cosa para los superhumanos, era una cuestión de vida o muerte para el ordinario Subaru.

El simple hecho de practicar esta técnica debería ampliar lo que podrá hacer.

_Subaru: Básicamente es eso. ¿Esto mejora tu opinión de mí?

Subaru extendió los brazos hacia los lados y miró a Beatrice, quien lo observó todo. Beatrice estaba sentada tranquilamente en el tronco para los espectadores, con sus ojos abiertos de par en par.

_Beatrice: Honestamente, estoy un poco sorprendida, de hecho. Eso mejoró un poco mi opinión, supongo.

_Subaru: ¿Vuelves a quererme?

_Beatrice: ¡Subaru, últimamente me cuesta deducir lo que tratas de hacerme decir, de hecho!

_Subaru: Sólo quiero saber que me quieres.

La actitud de Beatrice ya lo demostraba más que suficiente.

Subaru le sonrió a la indignada y ruborizada Beatrice antes de mirar hacia atrás.

Como lo demostraba este lugar de parkour, parte del bosque había sido reconvertido en una pista de obstáculos para Subaru.

Nadie se quejaría de eso, ya que estaba en los dominios de Roswaal. Pero, después de haber visto lo fácilmente que Garfiel limpió la madera y construyó esto, Subaru tuvo que mantener a raya sus ganas de enviar a Garfiel a trabajar en construcción.

Garfiel era sorprendentemente hábil con las manos y se preocupaba por los detalles. Quizás su joven e imprudente talento florecería en más campos en el futuro.

_Subaru: De todos modos, supongo que terminamos aquí por hoy.

_Beatrice: Horyah, supongo.

Subaru atrapó la toalla que Beatrice le arrojó, y se limpió el sudor como lo hizo en el campo. Luego estiró las piernas, la cintura y el resto de su cuerpo. El viejo mundo le había inculcado la importancia de estirar, pero ahora que estaba ejercitando seriamente su cuerpo, realmente sentía los efectos.

No podía abrirse completamente de piernas, pero se había vuelto más flexible.

Puso el pie en un tronco de árbol cercano y estiró el cuerpo. Cuando se sentó y abrió las piernas lateralmente, Beatrice se puso detrás suya y lo empujó hacia abajo, permitiéndole llevar el torso más hacia adelante.

_Subaru: Terminé de estirar. Muy bien, volvamos a la mansión a descansar los dos acurrucaditos.

_Beatrice: Lo que sea, de hecho.

Antaño, él se habría ganado un insulto por ese comentario, pero Beatrice lo aceptó sin discusión. Ella ya se había acostumbrado a cómo la trataba Subaru, y a responder a ello.

Beatrice extendió su mano hacia Subaru. Él la aceptó y, tomados de las manos, comenzaron a salir del bosque.

_Subaru: Beako, ¿te estás conteniendo en el drenaje de maná? Se siente como si estuvieras tomando menos de lo normal.

_Beatrice: Al menos soy lo suficientemente considerada para tener cuidado cuando estás exhausto, supongo.

_Subaru: Vaya vaya, es increíble lo mucho que ha cambiado tu opinión en estas dos cortas horas. Pero no queremos que sufras por esto, vuelve a lo de siempre.

Subaru le sonrió amargamente a Beatrice y levantó sus manos unidas. Ella lo miró y suspiró. Inmediatamente, recibió la sensación habitual.

Beatrice estaba entrando directamente al interior de la puerta cerrada de Subaru. Ésta era la puerta trasera, dedicada a extraer el maná de Subaru, sin pasar por la puerta de entrada.

Ella era la única que podía usar esta puerta trasera, y era el salvavidas de Subaru.

Subaru abusó de su puerta y dejó de funcionar completamente.

Pero la pérdida de su puerta no impedía que su cuerpo generara pequeñas cantidades de maná.

En la actualidad generaba más y más maná, a pesar de la falta de una salida.

Si se dejaba así, el maná dentro de Subaru se volvería loco, y estallaría como una rana sobreinflada; así era como él lo entendía.

Pero dejando de lado si realmente iba a explotar, Beatrice le dijo que era peligroso. Puesto que el intercambio de maná requerido para preservar su contrato resolvía el problema simultáneamente, Subaru y Beatrice debían tener contacto físico al menos una vez al día.

Subaru estaba almacenando constantemente pequeñas cantidades de maná, y Beatrice necesitaba maná para funcionar. Su compatibilidad era excelente, tanto en términos de personalidad como de constitución.

Aunque,

_Subaru: Si pudieras drenar maná de gente aparte de tu contratista, fácilmente podríamos mantenerte en modo mega loli.

_Beatrice: No pienses en eso, supongo. Pensé que habíamos llegado a un acuerdo sobre eso hace mucho tiempo, de hecho. Y estás acumulando maná, aunque sea en pequeñas cantidades, supongo. Aunque sea menos que la lágrima de un gorrión.

Beatrice tenía una idiosincrasia en la que sólo drenaba el maná a su contratista.

Antaño, ella estuvo drenando maná de la gente en la mansión de Roswaal constantemente y al azar, pero aparentemente eso implicaba usar la Biblioteca Prohibida como intermediaria.

"La Biblioteca Prohibida fue preparada para mediar mi ingesta de maná, drenándolo de las entidades dentro de la mansión, de hecho."

_Petra: Justo me iba para buscarlos a los dos. Menos mal que nos encontramos en el camino.

Dijo Petra después de correr hacia ellos, sin aliento y con la mano en su pecho.

Subaru le dio a Petra, quien había crecido hasta llegar a la altura de su pecho, una palmadita en la cabeza como respuesta.

_Subaru: ¿Por qué tanta prisa? No íbamos a escapar. ¿Acaso acabas de sacar del horno unas tartas horneadas a la temperatura perfecta para nosotros o algo así?

_Beatrice: Entonces es perfectamente sensato que ella se apresure, de hecho. Ya que eso es increíblemente importante, supongo.

_Petra: ¡No! ¡No es eso! ¡Ustedes dos sólo lo dicen para fastidiar!

Mientras Beatrice asentía solemnemente, Petra hizo pucheros y apartó la mano de Subaru de su cabeza. Pero, cuando tomó la mano de él, ella se detuvo.

Mantuvo ese agarre en la mano de Subaru y, con las mejillas enrojecidas, continúo su encargo,

_Petra: Dejando las tartas a un lado por el momento, es otra cosa. La mansión ha recibido un invitado. Emilia-sama dijo que viniera a buscarlos, y...

_Subaru: Espera, Petra. Detente ahí mismo. Estoy teniendo un terrible presentimiento sobre esto.

_Petra: ¿Eh?

Claramente cauteloso, Subaru interrumpió a Petra.

Ella parecía sorprendida, pero Beatrice no.

Naturalmente, ya que Beatrice había sido testigo de las mismas cosas que Subaru, al haber estado juntos desde que se mudaron a la nueva mansión.

Habían pasado bastantes cosas desde el día en que salieron del Santuario hasta hoy.

_Subaru: Y el pattern de conversación es exactamente el mismo. Cuando tú apareces buscándome, o Frederica, o a veces Otto o Garfiel, siempre significa problemas. Ya he aprendido eso.

_Beatrice: Un invitado aparece repentinamente mientras Subaru está afuera... sin ninguna duda, esto es el pattern de la mala suerte que se acerca, supongo.

_Petra: ¡B-Beatrice-chan, estás usando las palabras que usa Subaru-sama…! ¡Subaru-sama, deje de enseñarle cosas raras!

_Subaru: El consenso de la mansión es que Beako hace lo que quiere. Pero, de todos modos, el invitado. Petra, diles que Beatrice y yo estamos ausentes por un dolor de estómago.

_Petra: ¡Ni-ha-blar! ¡Emilia-sama se enfadaría! Y no tengo ninguna razón para desobedecerla. ¡Vamos, en marcha!

Petra solía seguirle la corriente a Subaru siempre, pero vivir aquí la había llevado a oponerse a él cuando era necesario.

Sus manos agarraron el brazo de Subaru y lo jalaban, esforzándose a tope para llevarlo con ella. Mientras lo hacía, Subaru miró a Beatrice, aun tomando su otra mano.

_Subaru: Beako.

_Beatrice: Disfruta tu día, de hecho.

_Subaru: ¡Tú también vienes!

_Beatrice: ¡Ghhah, supongo!

Comenzó como una petición de ayuda, pero inmediatamente se transformó en un enrolamiento forzoso. Beatrice rápidamente intentó liberarse, pero Subaru mantuvo un fuerte agarre en su mano izquierda. Y su mano derecha también fue sujetada por Petra, dejándola doblemente sin escapatoria.

Con Subaru evitando la fuga de Beatrice, y Petra evitando la fuga de Subaru, el trío se aventuró hacia la mansión con esa absurda disposición.

_Subaru: Sé que es demasiado tarde para echar al visitante... pero eso me hace desear que nos lo hubieran dicho antes.

_Petra: ¿Quieres decir, tener un mensajero para los mensajeros? Pero entonces no sabríamos qué tanto deberíamos anticiparnos a ellos de antemano. Eso lo tengo claro.

_Subaru: Sólo digo que sería bueno para la salud mental y las relaciones de todos si hiciéramos algo al respecto. De todos modos, Petra, ¿sabes quién es el visitante de hoy?

Quien recibió al invitado fue Petra, Frederica o Ram. Una de las tres. Como Petra estaba aquí afuera llevando de regreso a Subaru, una de las otras dos estaría ocupándose del huésped.

_Petra: Mmm, bueno, en realidad no...

_Subaru: ¿No lo sabes? Quizá no viste su blasón, pero tendrías que haber visto al mensajero. Y aunque no lo hicieras, estoy seguro de que te habrían dicho algo cuando te dijeron que nos llevaras de regreso... 』

_Petra: Ellos tenían una prisa increíble, diciendo que el invitado era extremadamente importante. Pero no parecían importantes.

_Subaru: No se puede juzgar mucho por las apariencias de la gente. A veces hay niñas pequeñas con grandes rizos de taladro que también tienen poderes oscuros. Aunque parezcan sólo una loli con un vestido, en realidad dominan—

_Beatrice: ¡Cállate, supongo!

Beatrice fue quien canceló las bromas, dejando a Subaru en silencio.

Petra miró al silenciado Subaru, aún preocupado.

_Petra: Ya no juzgo a la gente por sus apariencias.

_Subaru: Eso es bueno, Petra. No sé qué pasó para cambiarlo, pero era importante que lo hicieras.

_Petra: Pensaba que el nuevo sirviente de ojos desagradables que vino a la aldea era un bicho raro… pero en realidad no lo es.

_Subaru: ¡¡Boomerang!!

Golpeado en un lugar que no esperaba, Subaru ladeó la cabeza hacia Petra. Aparte de sus primeras impresiones de él, lo que mencionó antes era importante.

Petra no juzgaba a la gente por su apariencia, pero aun así pensaba que este visitante era extraño.

_Subaru: ¿Y cómo es?

_Petra: Veamos... ¿un gatito?

_Subaru: ¿Un gatito?

La imagen de un espíritu gato gris, meneando su larga cola, le vino rápidamente a la mente con la palabra "gatito". Los sentimientos de Subaru hacia él eran complejos, y tendrían que hablar de varias cosas cuando regresase.

_Subaru: Tengo que preguntarle por su hija.

_Beatrice: Yo también pensé en Ni-cha, pero Petra seguramente lo ha visto antes, supongo. Así que no puede ser él, de hecho. Petra, ¿qué clase de gatito era, supongo?

_Petra: Es tan lindo cuando dices "gatito", Beatrice-chan.

_Beatrice: ¡PE! ¡TRA! 

Le dijo Beatrice indignada a una burlona Petra.

Petra respondió "Lo siento, lo siento" despreocupadamente, y miró hacia arriba, pensativa.

_Petra: Supongo que no es realmente un gatito. No he visto uno antes, pero supongo que es un demihumano con apariencia de gato. Siempre pienso en Garfiel-nii-sama cuando pienso en los demihumanos.

_Subaru: Garf es mestizo, pero no tiene ningún rasgo demihumano evidente. Lo mejor que se puede lograr con una inspección más cercana es la intensidad de sus ojos.

Y también sus afilados caninos.

Según Garfiel, sus caninos siempre seguirán creciendo, como los incisivos de un roedor, y necesita masticar objetos duros para mantener su longitud y filo.

No era raro que Ram o Frederica se enojaran con él después de atraparlo masticando los pasamanos de la mansión.

_Subaru: Así que ha llegado un demihumano que sí parece demihumano. Si tiene rasgos de gato, probablemente sea un hombre-bestia, y conozco algunos.

Era normal en la Capital, pero Costuul también tenía muchos demihumanos con rasgos de bestias.

Un largo período de tiempo ha disuelto la discriminación contra los demihumanos en el dominio de Roswaal, un obsesionado por los demihumanos, haciendo de esta área una región más agradable para que los demihumanos vivieran en ella, o eso decía el camarero local con orejas de conejo.

Pero Petra, que pasaba su tiempo trabajando en la mansión e iba a la aldea de Arlam en lugar de a Costuul en sus días libres, naturalmente estaba menos familiarizada con ellos.

_Petra: Lo entiendo. ¿Entonces podrías mostrarme Costuul en mi próximo día libre?

_Subaru: Sí, claro. Estoy seguro de que podrás ir de compras y cosas así, y que quieres hacer tantos amigos como puedas.

Subaru le prometió eso sin pensarlo mucho, y Petra apretó su puño.

Beatrice sólo suspiró y le sonrío amargamente a Subaru.

_Subaru: Ya hemos llegado. De vuelta en nuestra amada morada.

Las puertas aparecieron ante sus ojos durante la conversación, y Subaru levantó sus manos, entrelazadas con las de las chicas. Ese gesto las obligaba a estirarse, pero él ignoró sus protestas y corrigió su propia postura mirando a la mansión.

Ésta era la nueva mansión que reemplazaba a la antigua que se quemó completamente. Su exterior tenía el mismo aire occidental que la anterior, y tenía un diseño similar.

Había un espacio entre las puertas delanteras y la puerta de entrada, con unos hermosos setos de jardín flanqueando el camino de grava. A la derecha había una fuente, mientras que a la izquierda continuaba un camino hasta el extremo lateral de la mansión, donde estaban aparcados los carruajes, y también contaba con establos para dragones de tierra.

La fuente estaba rodeada de flores de colores, y les rociaba agua todos los días a la misma hora. Una sección del jardín de flores albergaba el huerto de Subaru y Petra, lo que les permitía cosechar verduras frescas en temporada. Eran bastante bien alabados cuando la cosecha era abundante.

El grupo pasó por el jardín delantero y el camino de grava, conduciéndolos a unas grandes puertas dobles. La aldaba tenía la forma del emblema de la familia Mathers, utilizando el diseño de las aves rapaces, lo que daba la impresión de que ésta era la principal propiedad de los Mathers.

_Subaru: Noté un carruaje desconocido junto a los establos. Supongo que es del visitante.

_Petra: Es un carruaje de dragón, pero no estaba siendo tirado por nada como Patrasche-chan. No era un dragón, era más bien un perro grande.

_Subaru: Tirado por un perro grande... en realidad, tal vez sea...

Pensando en su bestiario mental, Subaru obtuvo una pista de la identidad del visitante. Pero antes de poder alcanzar una respuesta definitiva, la solución terminó encontrándolo.

Es decir,

_???: ¡Oh! ¡Onii-san, cuánto tiempo~! ¿¡Has estado bie~n!?

Una voz estúpidamente alegre y aguda llegó corriendo a Subaru, sorprendiéndole mientras abría la puerta. Petra dejó salir una sonrisa forzada, y Beatrice apretó ligeramente la mano de Subaru. Con estas reacciones en el rabillo del ojo, él miró hacia adelante a la figura que se dirigía hacia él.

Ella era pequeña.

Era más baja que Petra, pero un poco más alta que Beatrice. Es decir, que tenía la estatura de un niño, pero quizás ella nunca crezca más que esta estatura.

Su cuerpo estaba cubierto de pelo corto y anaranjado, y sus orejas de gato eran adorables. Sus ojos rebosaban curiosidad, y su ruidosa boca se curvaba traviesamente. Su trenza larga y anaranjada era muy femenina, y su túnica blanca perfectamente ajustada la hacía ver aún más linda.

Era una gatita bípeda y, en cierto sentido, el sueño de un amante de los gatos.

Una chica con rasgos de gato — y alguien que Subaru ya conocía.

_Subaru: ¡Mimi! Cuánto tiempo. ¡Estás tan llena de energía como siempre!

_Mimi: ¡Sip! ¡Eso mismo! ¡Estoy superllena de energía! ¡Tú sí que sabes, onii-san! Incluso he crecido y ahora soy una adulta. ¡Ejem!

Mimi se puso la mano en la cadera, sonriendo jactanciosamente mientras su cola se mecía de un lado a otro.

Ella parecía sólo una chica animada y enérgica, pero en realidad era la segunda al mando de la compañía de mercenarios Colmillo de Hierro, con una considerable destreza en la lucha y muchas otras sorpresas.

Una vez ayudó a Subaru en la lucha contra la Ballena Blanca y contra Petelgeuse, y compartía su tendencia a ser empalagoso y familiar con cualquiera, lo que tal vez la convertía en la mejor amiga que él mismo hizo durante todo ese asunto.

Por cierto, Colmillo de Hierro era básicamente el ejército privado de la oponente política de Emilia, Anastasia Hoshin, así que ella era una enemiga por eso.

Pero ser hostil hacia Mimi no tenía ningún sentido.

_Subaru: Gracias por venir hasta aquí. Bien, las presentaciones. Esta linda sirvienta es Petra. Es una sirvienta todopoderosa que trabaja en nuestra mansión. Y esta descaradamente cautelosa loli es Beatrice.

_Mimi: ¡Okey! ¡Entendido! ¡Ella es la bebé de Subaru y la sirvienta Petra! ¡Vale! ¡No lo olvidaré!

_Beatrice: ¡S-Siento que me está recordando por cosas horriblemente inapropiadas, de hecho...!

Beatrice estaba temblando, escondida parcialmente detrás de la espalda de Subaru. Parecía que le tenía miedo a Mimi y lo implacablemente atrevida que era.

Pero Mimi se zambulló sin piedad hacia ella,

_Mimi: ¿Qué? ¡Nunca serás tan grande como yo si te encoges así! ¡Vamos, sal de ahí, sal de ahí!

_Beatrice: ¡Qu, no, ua, detente, supongo! ¡A Betty no le importa ser pequeña, y tú eres demasiado pequeña para decir eso, de hecho!

_Mimi: Juju, escuchen a la novata. ¡Soy enorme por dentro, así que mi exterior me alcanzará en poco tiempo! ¡El Jefe lo dijo!

_Beatrice: ¡Tonterías, supongo!

Mimi sacó a Beatrice hacia el frente, maltratándola por completo.

Beatrice miró a Subaru para suplicarle su rescate, pero él disfrutaba viéndola ser tímida mientras hacía amigos, y simplemente la vigilaba con una mirada paternal.

_Petra: Emm, Subaru-sama. Beatrice-chan te está mirando con verdadero terror.

_Subaru: La gente madura luchando contra sus debilidades. Beako es un poco demasiado reacia a las cosas nuevas, así que es mejor que empiece a desarrollar una mentalidad desafiante ahora. Veámosla en silencio, mamá.

_Petra: M-Mamá... E-Entendido.

Subaru percibió su propio error al ver a Petra sonrojarse y callarse. Pero corregirlo sería un lío, así que decidió dejarlo así.

De nuevo, prestó atención a Mimi, quien bailaba en círculos alrededor de la habitación sujetando fuertemente las manos de Beatrice.

_Subaru: Entonces, si tú estás aquí, eso quiere decir que los demás... ¿están contigo tus hermanos o Ricardo? Además, preferiría que el maldito de Julius no se presentara sin cita.

El Caballero de Anastasia, Julius Euclius, tenía una relación muy complicada con Subaru. Subaru dudaba de que pudiera ser sincero con él aunque lo viera cara a cara.

Subaru sabía que tenía problemas para tratar con Anastasia, pero ella era preferible a tratar con Julius.

Pero Mimi hizo a un lado las preocupaciones de Subaru con un movimiento de cabeza.

_Mimi: Nop. Ni Hetaro, ni Tivey, ni el Jefe, ni Julius, ni mi Señorita están aquí. ¡Sólo yo! ¡Estoy aquí por mi cuenta! ¡Ejem!

_Subaru: Eso es impresionante y todo, pero... ¿entonces para qué has venido?

_Mimi: Pue~s… ¡eso, ya me acuerdo!

Mimi ladeó la cabeza, antes de lanzarse sobre Beatrice. Sin prestarle atención a Beatrice, quien se apresuraba a sacársela de encima, Mimi mostró una sonrisa radiante,

_Mimi: ¡A invitarte a una fiesta! ¡Mi Señorita dijo que pasáramos el rato! ¡Así que he venido para invitarlos! ¡Estoy superemocionada! ¡Super! ¡Emocionada!


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