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65.6% Re: zero arco 3, 4, 5. / Chapter 330: Almas jóvenes y un observador.

章節 330: Almas jóvenes y un observador.

Habiendo aprendido que Ram sin sus recuerdos era inútil con respecto a problemas de hermanos, pero que sin embargo era una buena hermana, para Subaru y Emilia el tiempo pasaba sin un buen progreso.

_Subaru: Pero, ¿no sientes que Ram estaba siendo muy poco comprensiva?

_Emilia: No digas eso. Ram tiene sus propias opiniones... Ella los conoce desde hace más tiempo que nosotros, así que probablemente esa es la diferencia.

Emilia le sonrió forzosamente al malhumorado Subaru mientras caminaban por uno de los pasillos de la mansión.

Habían salido del dormitorio de Rem y estaban reflexionando sobre el encuentro mientras paseaban. A través de la mente de Subaru pasaron las palabras que Ram les dejó antes de su partida:

« Ram: ¿La relación entre Garf y Frederica? No debería haber ningún problema si se les deja en paz. No son niños... Bueno, Garf es un niño, pero no está privado de sus propias ideas, aunque dichas ideas tienden a ser imprecisas. Ellos se las arreglarán por su cuenta. »

Era un juicio bastante despiadado sobre Garfiel, teniendo en cuenta que él apreciaba mucho a Ram.

Pero era posible que Ram considerase a Garfiel como algo así como un hermano menor. Su enamoramiento podría considerarse lindo, si los sentimientos no fueran tan intensos y violentos.

Pobre Garfiel, encaprichado de una mujer demasiado inexpugnable.

_Emilia: ¿—? ¿Hm? ¿Qué sucede?

_Subaru: No, no es nada. Estaba pensando que ese hombre, Garfiel, no es el único que se enfrenta a un gran obstáculo.

_Emilia: ¿—?

Emilia ladeó la cabeza de manera linda y tierna.

Subaru odiaba cómo la mente de Emilia no lograba entender el mensaje entrelíneas que él transmitió con sus palabras y su mirada. Tal vez el hecho de que terminase perdonándola por eso era una de esas debilidades de amar a alguien.

_Subaru: En cualquier caso, Ram está descartada... ¿A quién consultamos ahora?

_Emilia: ¿Eh? ¿Vas a seguir intentándolo?

_Subaru: Bueno, sí. Aún no hemos resuelto nada, y no hay nada de varonil en abandonar porque te tropezaste en el primer paso. ¿No quieres mejorar su relación también, Emilia-tan?

_Emilia: Sí, pero... Ram los conoce mejor, y eso fue lo que ella dijo, así que tal vez eso sea lo mejor.

_Subaru: Dejarlos así podría resolver el problema con el tiempo, pero no puedes olvidar que ha pasado una década desde que se separaron. No voy a esperar otra década para que se reconcilien. Quiero darles un empujón para que lo hagan rápidamente.

Subaru insistió en continuar con el plan, pero Emilia parecía algo presionada por la declaración de Ram. Aun así, Subaru quería que Garfiel y Frederica se reconciliaran, también quería aprovechar esta oportunidad de hacer cosas con Emilia.

Ya que, sin importar lo que Subaru hiciera en esta travesura, no se convertiría en un derramamiento de sangre. ¿Podría ese corazón, después de todo ese protegido ensayo y error, alguna vez sentirse tan ligero?

_Emilia: ¿Qué pasó? Subaru, acabas de sonreír de repente...

_Subaru: No, sólo estaba pensando que reflexionar sin estar desesperado es una bendición. ¡Wow! ¡Aunque los planes se vayan a pique, no habrá derramamiento de sangre ni nadie morirá!

_Emilia: Subaru...

Subaru le mostró un pulgar hacia arriba, exponiendo sus brillantes dientes, pero Emilia lo miró con una compasión increíble.

Subaru pensó en su declaración, imaginando que había dicho algo extraño. Y luego se sorprendió de lo brutal e inapropiado que fue el comentario, y de lo empobrecidos que eran sus deseos.

_Subaru: I-Ignora eso, Emilia-tan.

_Emilia: Está bien. Sé que ha sido difícil. Siento no haberme dado cuenta de cómo te sentías. Subaru, tal vez deberías pasar el día descansando en tu habit—

_Subaru: ¡De eso nada y qué clase de reacción es esa luego de decir que no entiendes cómo me siento!

Emilia lo miraba con simpatía.

Y, en ese momento de la conversación,

_???: ...Así que ustedes son los que están haciendo este alboroto, supongo.

Suspiró una voz. Subaru buscó a la persona que habló, para encontrarse con una chica con un vestido extravagante de pie allí —Beatrice.

Ella había venido desde el otro extremo del pasillo, y se detuvo a mirar a Subaru y Emilia con el ceño fruncido en su lindo rostro.

_Beatrice: Ustedes dos se están divirtiendo mucho, de hecho. Puedo escucharlos discutir desde la otra punta de la mansión, parece.

_Subaru: Eso sí que es sarcasmo. Si estás triste por no estar incluida, sólo dilo. Te dejaremos reflexionar con nosotros en nuestra profunda hora de discusión.

_Beatrice: ¡¿Quién dijo que alguien está triste por haber sido excluida, de hecho?! ¡No digas lo que te apetezca, supongo!

Beatrice cruzó los brazos, con las mejillas rojas por la indignación. Subaru y Emilia no pudieron evitar sonreír por lo increíblemente típica que era esa actitud de Beatrice.

Había pasado una semana desde que Subaru y Beatrice formaron su contrato. Aun así, no hubo un cambio dramático en su relación.

Subaru molestaba a Beatrice como siempre, y Beatrice reaccionaba exageradamente. Estas interacciones se desarrollaban constantemente entre ellos dos.

Pero Beatrice había estado más ocupada últimamente. Y a veces, como si recordara algo, venía a tomar la mano de Subaru.

_Subaru: Dices eso todo el tiempo, pero en realidad estás aquí porque quieres tomarme de la mano. Oh cielos, esta pobre chica es demasiado.

_Beatrice: No distorsiones las acciones de Betty dándoles estos extraños pretextos, de hecho. Betty sigue tocando tu… a Subaru, porque las circunstancias lo exigen, supongo.

_Subaru: Qué adorable eres cuando te corriges.

_Emilia: Subaru.

Emilia le advirtió a Subaru cuando la cara de Beatrice se puso roja. Subaru sacó su lengua a Emilia y extendió su mano hacia Beatrice.

Normalmente, la mano de Beatrice se cerraba ligeramente alrededor de los dedos de Subaru, dudando, antes de reconsiderarlo y tomar tímidamente su mano apropiadamente. Eso era lo que Beatrice siempre hacía.

Entonces, él sentía sus pequeños dedos en la palma de su mano. Ese toque cosquilloso y torpe era el fruto del trabajo de Subaru.

Pero, esta vez, Beatrice no lo hizo; y simplemente miró fijamente la mano de Subaru, dudando.

_Subaru: ¿Qué pasa? Me lavo las manos después de ir al baño.

_Beatrice: ¡No estaba preocupada por eso, pero ahora ese pensamiento va a estar en mi cabeza y es asqueroso, de hecho! No, es otra cosa...

En respuesta al comentario innecesario de Subaru, Beatrice lo miró fijamente y luego miró hacia atrás. Subaru ladeó su cabeza, y entonces oyó la respuesta desde el pasillo.

_???: ¿A dónde fuiste, Beatrice-chan?

Una voz llamó desde el pasillo, más allá de una esquina, buscando a Beatrice. La voz era femenina, llena de afecto y amistad.

Pero oírla hizo que los hombros de Beatrice se sacudieran de repente,

_Beatrice: ¡Myuh!

Beatriz chilló, su mirada deambuló un instante antes de meterse en una habitación cercana. Subaru y Emilia miraban con los ojos muy abiertos mientras Beatrice se asomaba por detrás de la puerta.

_Beatrice: Dile que no estoy aquí, supongo. Por favor, de hecho.

_Subaru: Ey...

_Beatrice: Por favor, supongo.

Dicho eso, ella cerró la puerta silenciosamente. Subaru se encogió de hombros mientras Emilia fruncía el ceño confundida.

Y,

_???: ¡Oh! ¡Subaru!

Una niña apareció más allá de la curva del pasillo, su cara se volvió radiante y se acercó corriendo, haciendo revolotear tanto la falda de su traje de sirvienta como su pelo color avellana — Era Petra, quien también vivía en esta mansión después de la incineración de la mansión de Roswaal. Considerando el peligro que conllevaba estar involucrado, Subaru había intentado convencerla de que volviera a la aldea, pero ella se negó a escuchar.

Petra había estado totalmente concentrada en ayudar con trabajos ocasionales en esta mansión como parte de su entrenamiento. "Qué chica tan ambiciosa y disciplinada", pensaba Subaru.

Como si estuviera elogiando los pensamientos de Subaru, Petra hizo una cortés reverencia ante Emilia.

_Petra: Por favor, perdóneme, Emilia-sama. Presento mis disculpas por haber levantado la voz.

El infantilismo que mostró hacia Subaru desapareció al instante, y los ojos de Emilia se abrieron de par en par ante su comportamiento típico de sirvienta.

_Emilia: Ah, emm, está bien. No te preocupes. Es baladí.

_Subaru: Emilia-tan, ¿baladí?

Emilia necesitaba aprender cómo responder cuando otras personas se postraban a su alrededor. Pero dejando a un lado esa conversación desordenada pero conmovedora,

_Subaru: Entonces, ¿qué sucede, Petra? ¿Pasó algo?

_Petra: No, no ha pasado nada... pero, como ya he terminado mi trabajo, estaba pensando en entretener a Beatrice-chan. Pero no he podido encontrarla.

_Emilia: Beatrice-chan... ¿Eh?

Emilia se llevó la mano a la boca mientras contenía la risa.

Subaru también estaba a punto de reírse. Beatrice, a pesar de toda su altanería, Petra la llamaba con el sufijo "-chan".

Subaru estalló en risas cuando las vio por primera vez interactuando.

_Petra: ¿Hay algún problema, Emilia-sama? ¿Acaso he dicho algo extraño?

_Emilia: No, nada. Sólo pensé que era un poquitín muuuy gracioso.

_Petra: ¿"poquitín" pero "muuuy"?

A veces, la inocencia de Petra pasaba a primer plano. Emilia le regaló una sonrisa y miró a Subaru, su mirada preguntaba qué debería hacer.

Subaru pretendía reflexionar acerca del asunto,

_Subaru: Cierto. Beatrice. A ella le encanta la atención, así que estoy seguro de que tú también te diviertes mimándola, ¿no es así?

_Petra: Mhm, sí. Beatrice-chan no es nada honesta. Es súper linda cuando estoy con ella. Creo que no debería perderse de vista a personas como ella.

_Subaru: ¿Por qué crees eso?

_Petra: Porque se sentiría sola. No puedes dejarla así.

Subaru asintió con la cabeza ante la sencilla pero inteligente respuesta de Petra.

Se necesitaron muchas palabras para llegar allí, pero en última instancia era el mismo razonamiento por el que Subaru arrastró a Beatrice fuera de la Biblioteca Prohibida. Los niños ven la verdad de las cosas. O realmente Subaru y Beatrice sólo discutieron entre sí usando una lógica infantil.

_Petra: ¿Cómo es que tú también te ríes ahora, Subaru?

_Subaru: No es que me esté burlando de ti. Es sólo que eres muy brillante, Petra.

_Petra: ¿En serio? Jejejeje.

Subaru acarició la cabeza de Petra y asintió.

Luego puso la mano en el pomo de la puerta detrás de él, y la abrió por completo.

_Beatrice: ¿¡Quaah!?

Acompañada de un golpe sordo, una loli que escuchaba a escondidas cayó al suelo.

La loli se apresuró a levantarse, con los ojos llorosos y la frente enrojecida por el golpe de la puerta.

_Subaru: ¿Qué diablos estás haciendo?

_Beatrice: Más bien, ¿¡qué diablos estás haciendo tú, de hecho!? ¡Duele! ¡Esto realmente duele, supongo! Duele y además rompiste tu promesa...

_Subaru: No prometí nada, ni siquiera dije que lo haría. Después de considerar cuidadosamente a quién apoyar, decidí que apoyar a Petra sería más divertido.

_Beatrice: ¡Más divertido! ¡Más divertido dice, de hecho! ¡Sólo desastroso, supongo!

Se quejó Beatrice, frotándose la frente mientras Subaru se tapaba los oídos, fingiendo no oírla.

Justo entonces, una chica se metió entremedio. Petra se enfrentó directamente a Beatrice, haciendo que su boca vacilara y sus coletas temblaran.

_Beatrice: Ah, emm, umm, no te hagas una idea equivocada, de hecho... Yo, yo no me estaba escondiendo de ti ni nada de...

_Petra: Vamos, Beatrice-chan. Te van a regañar si juegas al escondite en las mansiones de otras personas. Aunque entiendo que quieras jugar tanto que no puedes evitarlo...

_Beatrice: ¿¡Qué?! ¡D-Deja de actuar como si Betty fuera una niña, supongo! Aunque tenga esta apariencia, en realidad Betty ya es toda una... emm, ya es toda una...

_Petra: ¿Ya eres toda una…?

_Beatrice: ...no importa, de hecho.

Al final, Beatrice se rindió. Emilia parecía sorprendida, y Subaru también cerró los ojos ante los extraños acontecimientos.

Lo entretenido de la relación entre Beatrice y Petra era que de alguna manera Petra era la dominante.

Beatrice siempre mantenía una actitud arrogante y presumida al interactuar con cualquiera. Subaru y Puck habían sido las únicas excepciones, y ahora Petra se había clavado en esa lista.

Por alguna razón, Beatrice no podía interactuar con Petra usando su comportamiento normal. Ni siquiera ella parecía entender por qué era así. Pero Subaru la había visto de la mano con Petra varias veces, viéndola bastante reacia a todo el asunto.

Independientemente de lo que Beatrice pensara, para un forastero serían sólo un par de jovencitas. Y estas dos chicas, con presagios de belleza, estaban cogidas de la mano. Un espectáculo encantador.

Petra parecía un poco mayor que Beatrice. Tal vez era porque Beatrice luchaba por contrarrestar a Petra cuando se comportaba como una hermana mayor.

_Petra: Muy bien, vamos. No queremos interrumpir el trabajo de Subaru y Emilia-sama. Y Clind onii-sama nos trajo unos dulces, así que vamos a comerlos juntas en el comedor.

_Beatrice: D-De acuerdo, supongo. Iré... así que no hay necesidad de que me arrastres, de hecho.

Beatrice envió una mirada suplicante a Subaru mientras Petra la sacaba de la habitación cogida de la mano, pero Subaru respondió cruelmente con un pulgar hacia arriba. Emilia se despidió de ella con la mano mientras Petra la arrastraba lejos, aún con cara de enfadada y la lengua afuera.

La usual demostración de cercanía, al tomarse de la mano, tendrá que esperar hasta más tarde.

Emilia se puso el dedo en el labio mientras observaba con satisfacción como una niña secuestraba a la otra,

_Emilia: Eso es muuuy sorprendente. No esperaba que Beatrice fuera débil con Petra.

_Subaru: ¿Verdad? Al principio me sorprendió. Es adorable de mirar, así que no dije nada. Y creo que Petra tiene razón.

_Emilia: ¿Sobre que ella se pondrá triste si la dejamos sola?

_Subaru: No me importa estar con ella a todas horas del día, pero eso frustraría el motivo de haber dejado la Biblioteca. Si está creando recuerdos, entonces las páginas de su álbum de fotos deberían tener tanta gente en ellas como sea posible.

Ya que tenía que compensar cuatro siglos de páginas en blanco. Si Subaru consumía todo el espacio en su álbum, se volvería tedioso rápidamente.

Sus recuerdos deberían estar llenos de mucha gente y muchas caras.

Subaru creía que era mejor pararse a su lado mientras ella creaba la "fotografía", a veces deslizándose dentro del marco.

_Emilia: Subaru... A veces eres muuuy genial. _Subaru: Eh, ¿qué? ¿En serio? ¿Qué pasó? ¡Qué aleatorio fue eso!

_Emilia: Aunque en verdad sólo lo eres a veces.

Subaru se rascaba la mejilla mientras Emilia se reía.

Aunque fuera una broma, los cumplidos de Emilia inevitablemente lo emocionaron. Le gustaría poder recordar siempre ese sentimiento cada vez que fastidiara a Beatrice. Por lo que ahora tendría que seguir fastidiándola.

_Subaru: Se siente como que los objetivos y los medios se intercambiaron, pero a veces ocurre eso. Ahora, ya que vimos esa conmovedora vista, lo siguiente es...

_???: En efecto, una vista conmovedora. El espectáculo de dos chicas con sus hermosas almas, sonriendo mientras unen sus manos... ese es el esplendor de este mundo. —Visión esplendorosa.

_Emilia: ¿¡Kya!?

Justo cuando Subaru comenzaba a avanzar al siguiente tema, una voz habló e hizo que Emilia chillara.

Porque la llegada de esa persona fue así de abrupta e inesperada.

Y su ubicación era tan inesperada como su llegada. Este personaje estaba detrás de Subaru, así que podía sentir su aliento el cuello, manteniendo una expresión indiferente cuando se unió a la conversación.

_???: Me disculpo por la sorpresa. Pero no pude reprimir mi impulso ocupacional de ofrecerle un servicio asombroso. —Aparición espontánea.

_Subaru: ¿C-Clind-san?

_Clind: Sí, aquí Clind. Espero no haberle hecho perder la calma, ¿me equivoco? —Muy arrepentido.

Un hombre guapo y delgado les hizo una reverencia perfecta.

Su cabello azul le llegaba a los hombros, y llevaba un monóculo en el ojo izquierdo. Su ajustado traje de mayordomo negro parecía alegrarse de ser usado, ya que mostraba perfectamente su potencial, cada uno de sus movimientos era tan refinado que Subaru, inconscientemente, se enderezaba.

La postura de este hombre era tan perfecta que podría coincidir con la de Wilhelm, pero el aura que ejercía Clind difería de la del Demonio de la Espada.

Si Wilhelm daba la impresión de una hoja afilada, entonces Clind era un flujo de aguas transparentes. La belleza material es diferente a la belleza conceptual. Aunque ambos alivian la mente por igual.

_Subaru: Es una mierda aparecer detrás de la gente de la nada, Clind-san... Casi me da un infarto.

_Clind: Si eso ocurriera, dedicaremos nuestros mayores esfuerzos a su reanimación. No hay necesidad de preocuparse porque todo está bien. —Muerte próxima.

_Subaru: ¿¡Eh!? ¡Eso no ayuda en absoluto!

Aunque los gestos educados de Clind seguían siendo fuertes, su respuesta se desmoronó terriblemente.

Sin embargo, su comportamiento actual no daba ninguna indicación de su personalidad ni de sus capacidades. Clind era un sirviente tan excelente como parecía, siendo el mayordomo modelo de la Casa Miload.

Aunque era joven, mantenía la mansión en orden con su audaz personalidad.

Y eso no era todo — incluso era capaz de manejar la espada en una emergencia. Era tan hábil que, cuando lo conocieron por primera vez, Garfiel intentó pelear con él: "El tipo es bastante bueno". Aunque Clind ignoró la invitación al duelo.

Sin embargo, a pesar de toda la excelencia de Clind, tenía algunos defectos. Uno de ellos era su demostrada predilección por las travesuras.

Otro defecto era,

_Emilia: Petra no ha sido ningún problema para ti, ¿verdad? Sé que la estás dejando participar en el trabajo, pero todavía estoy un poco preocupada...

_Clind: No hay necesidad de preocuparse. Petra es excepcional para una chica de su edad. Espero ver cómo florecerán su destreza y belleza. Una envidia.

_Emilia: Ya veo. Menos ma—

_Clind: Sin embargo, se convertirá en una adulta... Lo que me parece una terrible lástima. Una lástima.

Clind frunció el ceño y se vio totalmente decepcionado.

Éste era uno de sus defectos, y uno grande.

A Clind le interesaban mucho las chicas jóvenes como Petra y Beatrice

Hablando en plata, le gustaban las niñas pequeñas — un lolicon.

_Clind: ¿Qué ocurre, Natsuki-sama? Parece como si hubiera visto un posible criminal. ¿Acaso he hecho algo inapropiado? —Pidiendo confirmación.

_Subaru: Parece como si fueras consciente de eso, considerando lo preciso que fue ese comentario. Pero, a pesar de no ser mucho más joven que tú, me parece que mirar con esos ojos a chicas de esa edad es…

_Clind: Parece que podría estar bajo un terrible malentendido. —Sonrisa forzada.

Una sonrisa forzada, dijo, sin sonreír en lo más mínimo. Su atractivo rostro se oscurecía desanimado mientras se ajustaba su monóculo, y volvió a encarar a Subaru.

_Clind: ¿Tengo su atención? No admiro a Annerose-sama, ni a Petra ni a Beatrice-sama porque sean jóvenes, sino porque estoy enamorado de la promesa y la juventud de sus almas. Ser cautivado por las almas puras e inmaculadas es natural. Y resulta que la mayoría de los poseedores de tales almas, son jóvenes. —Ergo, malentendido.

_Subaru: Ah… así que era eso.

Clind dio un discurso para rebatir a Subaru, aunque Subaru no lo escuchó en su mayor parte. Sin embargo, las siguientes palabras destruyeron la actitud de Subaru.

Clind miró a Emilia, y

_Clind: De hecho… Mis ojos perciben un brillo similar en el alma de Emilia-sama. —Refrescante pureza.

_Emilia: ¿Yo?

_Subaru: ¡Impresionante, Clind-san!

Emilia ladeó la cabeza. Subaru no pudo evitar sorprenderse y asombrarse de la percepción de Clind. No debería ser posible determinar que Emilia era mentalmente mucho más joven de lo que parecía sin investigar sus antecedentes y educación. Los ojos de Clind habían penetrado directamente a través de eso, y había comprobado que Emilia era mentalmente una loli.

"La nariz de un lolicon es temible", pensó Subaru con mudo estupor.

_Subaru: Así que entonces Lewes-san o alguien así sería...

_Clind: Su apariencia es muy encantadora, pero su alma es madura. Está más allá de los medios de alguien tan inexperto como yo prometerse divinamente a alguien tan dispuesto en su manera de vivir. —Acción imprudente.

_Subaru: Asombroso.

Realmente le impresionó a Subaru que él pudiera ver través de la abuela-loli.

Emilia había participado en esta conversación, pero no parecía particularmente interesada en los fetiches de Clind.

_Emilia: Clind-san, hay algo que quiero preguntarte...

_Clind: Por favor, pregunte lo que quiera. —Su interrogación.

_Emilia: ¿Frederica trabajaba aquí antes de empezar a trabajar en la mansión de Roswaal?

_Clind: ...Es cierto. —Respuesta afirmativa.

Subaru frunció el ceño al sentir que Clind guardó silencio por un instante.

La vacilación hizo que Emilia también parpadeara, pero la conversación continuó de igual forma.

_Emilia: Lo que significa que conoces a Frederica desde hace mucho tiempo, ¿no es así?

_Clind: Frederica y yo nos conocemos desde hace una década. Yo todavía era un sirviente que sólo acababa de empezar a trabajar cuando el Margrave trajo a Frederica a la Casa Miload. Nos conocemos desde entonces. —Viejos amigos.

_Emilia: ¡Lo sabía! Vale, tengo una pregunta sobre Frederica. ¿Hay algo que le guste o le disguste, y que podamos usar como punto de partida para que se reconcilie con Garfiel?

_Clind: Un punto de partida para la reconciliación. —Deliberación cuidadosa.

Clind se puso la mano en la barbilla, pensando. Se veía hermoso como un retrato incluso mientras reflexionaba.

Subaru jugaba con la cremallera de su chaqueta mientras lamentaba, "Así que los guapos se salen con la suya siendo lolicones..." sobre las asombrosas diferencias en la belleza.

Después de un minuto de reflexión, Clind asintió con la cabeza con una mirada tranquila.

_Clind: Haré del pollo el plato principal para el próximo cumpleaños de Annerose-sama. —Planificación sistemática.

_Emilia: ¡¿Y Frederica?!

_Clind: ...Ah, perdóneme. Cada vez que intento meditar sobre ella, mi cerebro la rechaza infaliblemente. Me temo que se debe a mi idiosincrasia. —Su perdón.

_Emilia: ¿Acaso no te llevas bien con Frederica, Clind-san?

_Clind: Eso es ridículo. —Negación rotunda.

Clind sacudió la cabeza, dirigiéndose a Emilia.

_Clind: Ella es una excelente sirvienta que lleva a cabo su trabajo con rapidez y precisión, y también competente en el trato. Si se ignora que su apariencia mancha su posición, que exige que la sirvienta esté adornada con esplendor y belleza, no tengo ninguna queja sobre ella. —Completa indiferencia.

_Emilia: ¿Emm? Creo que acabo de oír algo muy prejuicioso, ¿O sólo soy yo? ¿Subaru?

_Subaru: No, no eres solo tú, Emilia-tan. Es Clind-san.

Parecía que el implacable prejuicio de Clind surgía de la apariencia de Frederica. Aunque el impacto inicial de eso sobresaltó a Subaru, Frederica era realmente diligente y rebosaba feminidad. No había nada de malo en ella como mujer, excepto su apariencia.

_Clind: Siento que Natsuki-sama ha llegado a la misma conclusión que yo. —Intuyendo pensamiento.

_Emilia: ¿De verdad? ¿Subaru?

_Subaru: ¡Estoy tratando de acabar con mi hábito de investigar los defectos de otras personas, así que, ¿podrías por favor no decirlo?! ¡Emilia-tan, tu apariencia es superefectiva contra mí!

_Emilia: Eso no es de lo que estábamos hablando, cielos... Pero gracias.

Dijo Emilia, con sus mejillas ligeramente sonrojadas.

Estos cumplidos parecían completamente ineficaces antes, pero desde que Emilia terminó la Prueba habían empezado a tener efecto en ella de alguna manera, lo cual era una novedad.

Puck ya no estaba aquí para darle clases de moda a Emilia, así que ella había empezado a practicar con su propio aseo y vestimenta.

Por lo visto, ella había estado ensayando a base de prueba y error sobre qué lucía con más estilo.

Aunque naturalmente, cuando empezó a pensar en cortarse su cabello plateado, todos se opusieron colectivamente.

En cualquier caso, no parecía que fueran a obtener ninguna información útil de Clind referente a Frederica. Subaru y Emilia suspiraron, llegando a un rápido callejón sin salida una vez más.

Justo entonces, Clind habló,

_Clind: Simplemente como especulación... A juzgar por lo que he oído, ¿tal vez buscan mejorar la relación de hermanos entre Frederica y Garfiel-sama? —Conjetura inferida.

_Emilia: Sí, esa es la intención. Pero ni Subaru ni yo tenemos hermanos ni hermanas, así que no tenemos ni idea de qué hacer. Hemos estado preguntando por ahí, pero...

_Clind: Ya que el único problema de Frederica es su apariencia, creo que los problemas de Frederica que no están relacionados con eso, se resolverán por sí solos. Pero me parece que tal vez encuentren esta postura insatisfactoria. Y así les ofrezco algo. —Propuesta sugerida.

_Ambos: ¿Una propuesta?

Clind levantó el dedo. Subaru y Emilia ladearon sus cabezas simultáneamente.

Por primera vez ese día, Clind sonrió.

_Clind: Si se preocupan por ellos, ¿no deberían hablar con la persona más cercana a los dos? Ram no, pero ¿qué tal otra persona? —Opinión expuesta.

_Emilia: La persona más cercana a ellos... ¡Oh!

Emilia aplaudió mientras sus ojos se abrían de par en par cuando finalmente entendió la idea. Subaru llegó a la misma conclusión, pero algo le molestó antes.

Lo cual era,

_Subaru: ¿Ram no? Estoy bastante seguro de que hace mucho tiempo que no la mencionamos. Clind-san, ¿cuánto tiempo llevas escuchándonos? 』

_Clind: Es porque soy el mayordomo encargado de la paz y los quehaceres de la Casa Miload. —Declaración explicativa.

Sonaba como una respuesta, y también parecía que no lo era.

Subaru frunció el ceño mientras Clind hacía una reverencia respetuosamente.

Su conducta como subordinado era tan perfecta que abrumaba a cualquier observador.

Lo único que Subaru podía hacer era cerrar la boca, y lucir amargado.


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章節 331: Hermosas chicas, hermosa dama, hermosa abuela.

_Subaru: Y así nos apresuramos a hablar contigo, Lewes-san, ya que creemos que eres quien mejor los conoce.

_Lewes: Yo diría que su enfoque es concienzudo. No me importa que confíen en mí... pero no tengo mucho que decir sobre el tema.

_Subaru: ¿Eso qué significa?

_Lewes: Significa que estoy de acuerdo con Ram y Clin-bo. Es problema de ellos. No es algo en lo que unos terceros tengan que involucrarse demasiado.

No parecía que a Lewes le interesara demasiado la propuesta de Subaru, ya que bebía tranquilamente de su té. Sin embargo, ella era sin duda una figura clave en todo ese asunto. Subaru había invertido demasiado tiempo entrometiéndose en sus asuntos como para rendirse ahora.

_Subaru: Entiendo que sus circunstancias sean un molesto desastre porque he estado involucrado, aunque sólo haya sido tangencialmente.

_Lewes: …

_Subaru: Pero no creo que sea algo que se deba ignorar. Es decir, que es posible que se resuelva por sí solo con el tiempo... pero es frustrante tanto para ellos como para los espectadores, ya que están tratando de resolver las cosas, pero simplemente no está funcionando. Si un tercero puede hacer algo al respecto, entonces debería hacerlo.

_Lewes: Eso suena como un montón de terquedad entrometida.

_Subaru: Bueno, tengo la reputación de ser desvergonzado y denso.

Subaru sacó pecho con orgullo, aunque probablemente no fuera algo de lo cual presumir. Lewes le sonrió amargamente.

Los dos estaban en un rincón de la gran habitación que se le había dado a Lewes, sentados uno frente al otro en una mesa mientras bebían de sus tazas, mojando silenciosamente sus gargantas con té. Y entonces,

_???: Disculpen, ¿chicos?

Una voz les llamó desde una corta distancia.

La interlocutora entrecerró sus ojos de color amatista, atravesando con su mirada a Subaru.

La insatisfacción se notaba en la voz de Emilia, ya que no la estaban incluyendo en la conversación.

_Subaru: ¿Qué pasa, Emilia-tan? Aunque te ves muy linda cuando estás enfadada, justo ahora tu frente se está arrugando.

_Emilia: ¡Si piensas así, ¿no deberías venir a ayudar?! ¡Cielos! ¡Eres tan malo, Subaru! ¡Tontorrón!

_Subaru: ¿Quién dice tontorrón hoy en día?

Subaru sonrió ante el hábil y adorable uso del lenguaje obsoleto de Emilia mientras dejaba su taza de té sobre la mesa. Volvió a mirar a Emilia, y ladeó la cabeza ante la situación a la que ella se enfrentaba.

_Subaru: Realmente puedes llamar a esto un espectáculo. Un drama fantástico que se desarrolla entre una hermosa dama y unas hermosas chicas.

_Lewes: Diciendo eso vas a hacer que me sonroje.

_Subaru: Si tú también te mezclas será un drama entre varias hermosas chicas, una hermosa dama y una hermosa abuela.

_Lewes: Diciendo eso vas a hacer que me sonroje.

_Subaru: ¡¿En serio?!

Le sorprendió a Subaru que, justo cuando esperaba que ella le refunfuñara por eso, ella lo aceptara. Las mejillas de Lewes estaban ligeramente rojas mientras observaba a Subaru.

Ellos dos miraron a un grupo de Lewes idénticas a la ruborizada Lewes, rodeando a Emilia por todas direcciones.

—En total, ellos trajeron 26 dobles de Lewes del Santuario.

Ellas son las dobles serviles e insensibles, diferentes de la Lewes representativa. Aunque la facción no tenía tareas para ellas, no podían simplemente dejarlas por ahí, así que presentaban otro asunto para que todos reflexionaran.

Y el mayor problema aquí era,

_Emilia: No te quedes mirando, Subaru, ven a ayudarme.

_Subaru: Me encantaría, pero ellas no me van a escuchar. Garfiel y tú son los únicos que pueden comandarlas. Sólo tienes que engatusarlas con un lenguaje ingenioso y elocuente.

_Emilia: Ya lo sé, pero... acabamos de tener un terrible fiasco cuando les dije que "se alejaran". ¿Lo olvidaste, Subaru?

_Subaru: Cómo olvidar el alboroto de hace sólo tres días, cuando el grupo de búsqueda organizado tuvo que salir a buscar más allá de las montañas.

Subaru pensó en la debacle de hacía tres días.

Los cristales en el Santuario gobiernan el derecho de comando de las dobles. Uno estaba instalado en la Tumba y otro en el laboratorio, cada uno de los cuales reconoció a Emilia o a Garfiel como titulares del derecho, y actualmente aún lo son.

Esto significaba que las dobles permanecían en un estado como de muñeca, incapaces de actuar sin las órdenes de Emilia o de Garfiel. No prestaban atención a las instrucciones de nadie más. Garfiel decía que, si las dejaban sin tareas, literalmente se quedarían sentadas sin hacer nada hasta morir y desaparecer.

La debacle de hacía tres días ocurrió cuando Emilia, ignorante de los límites del derecho de comando, intentó que las dobles se apartaran un poco diciéndoles que "se alejaran".

La parte molesta fue que las dobles tienen sus propias diferencias personales, e interpretaron el comando de maneras ligeramente diferentes. Algunas de ellas se adhirieron perfectamente a las intenciones de Emilia, otras salieron de la mansión y las demás corrieron lejos de la mansión hacia el horizonte.

Si no fuera por la nariz y las piernas de Garfiel, no habrían podido recuperarlas todas. Ellos no podían dejar a estas hermosas chicas parecidas a muñecas caminando por ahí indefensas. Y era problemático si la gente empezara a cuestionar sobre las dobles.

_Subaru: Dos o tres gemelas es algo creíble, pero nadie creería en 26 gemelas...

Subaru no recordaba cuál era el récord mundial, pero seguramente haya sido menos de diez.

En este caso, era imposible usar la excusa de las hermanas; ni siquiera tenía sentido considerarlo.

Y en cuanto a por qué tenían que inventar excusas en primer lugar,

_Lewes: Obviamente, fueron hechas usando técnicas prohibidas. Francamente, sería un alboroto si la gente se enterara de lo que somos.

_Subaru: Me lo imaginaba…

_Lewes: Tomando a alguien como punto de partida, y construyendo un od artificial de naturaleza similar a ellos para hacerlos — esencialmente estarías haciendo soldados infinitos. Allí fuera hay gente que querría eso.

Dejando de lado la cuestión de la practicidad, ellas son perfectas para investigación, ya que son básicamente un sujeto de pruebas infinito. Puedes usar el derecho de comando para evitar que se rebelen, y se dispersan en maná cuando mueren, así que no hay nada que limpiar.

_Subaru: Lo cual sería una absoluta mierda.

_Lewes: Nos relaja saber que piensas eso, Su-bo.

Subaru sintió algo indescriptible al ver a Lewes sonreír suavemente.

Repulsión por el hecho de que un conocido pudiera ser explotado, y aversión por la cuestión ética. Esos sentimientos eran la razón por la que Subaru sentía hostilidad hacia al concepto en sí.

Pero, cuando disipase esos sentimientos, y considerase la técnica detalladamente, ¿cuánto tiempo resistirá realmente ante la mera conveniencia de la misma?

Todos, incluido él, seguirían un curso cada vez más fácil. "Odio ser tan débil", pensó él.

_Emilia: ¡Está bien! ¿Entonces qué se supone que debo hacer?

Al ser un poco excluida de la situación, Emilia gritó cuando llegó a su límite.

El grupo de Lewes no estaba haciendo nada, pero la presión silenciosa que ejercían sobre Emilia no era buena para su salud mental.

Subaru cruzó los brazos mientras se preguntaba qué hacer.

_Subaru: ¿Tal vez tratando de pacificarlas con una orden que no puedan malinterpretar?

_Emilia: ¿Como cuál? Fueron muy lejos cuando les dije que se alejaran, así que no sé qué hacer...

_Subaru: Creo que decir "siéntate" funcionaría.

_Emilia: ...Subaru, eres un genio.

No es para tanto, pensó Subaru, mientras Emilia les pedía a las Lewes que se sentaran, y cada una de ellas se sentó inmediatamente.

Ahora que todas estas niñas estaban sentadas a su alrededor con las piernas cruzadas, parecía que Emilia fuera la maestra de un jardín de niños, pero en realidad la situación era más desesperada que eso.

Tenían que encontrar una forma inteligente de lidiar con esto. Subaru tenía algunas propuestas relevantes que quería comentar cuando Roswaal regresara, así que ahora era cuestión de esperarle.

_Subaru: Como hay 26 de ellas, nombrarlas según las letras del alfabeto podría servir para individualizarlas y recordarlas a todas.

_Lewes: Te ves como si estuvieras planeando cosas nefastas de nuevo, Su-bo.

_Subaru: "Planeando cosas nefastas" suena mal. Lo único que hago es poner a funcionar mi cerebro para que todos los que conozco logren ser felices.

Subaru le dio una gran sonrisa. Lewes suspiró, completamente asombrada.

Dudando por un momento si ella creía o no en sus esfuerzos, Subaru decidió con optimismo que su sonrisa simplemente parecía poco confiable.

Cuando Emilia, liberada del enjambre de dobles, se acercó a Subaru y Lewes, Subaru le entregó una taza de té.

_Subaru: Buen trabajo, Emilia-tan. Te has esforzado bien, como siempre.

_Emilia: Gracias. Pero comparado con Garfiel, apenas estoy haciendo algo. Garfiel hace un buen trabajo ordenándoles a todas cuando es hora de comer...

Emilia bebió un sorbo y suspiró mientras miraba a las dobles.

Las personas que normalmente se ocupaban de estas chicas eran la Lewes representativa y Garfiel, el otro titular del derecho de comando.

Garfiel, más que ningún otro, atendía a las chicas con un cuidado exquisito, asegurándose de que ninguna de ellas muriera de hambre o se quedara varada, refunfuñando por ello constantemente.

Él tenía mucha más experiencia porque había estado interactuando con ellas durante todo su tiempo en el Santuario.

Aunque era poco probable que eso consolara a Emilia.

_Subaru: Bueno, hay que tomárselo con calma. Garfiel está haciendo cosas increíbles, pero creo que sería bueno tener una solución más avanzada.

_Emilia: ¿Solución avanzada?

_Subaru: Te lo diré cuando Roswaal regrese. Hasta entonces, ¿te apetece calmar mi mente entrando en pánico un poco más por estar rodeada de un grupo de niñas?

_Emilia: Jo, qué malo eres.

Emilia hizo pucheros con indignación, lo cual era adorable.

En cualquier caso, sus planes todavía estaban en etapa de borrador, y por lo tanto no estaban listos para el público. Él planearía más detalles antes de revelarlo y se deleitaría con los elogios.

_Subaru: De todos modos, ¿qué tal si dejamos el problema de las dobles de Lewes por un momento, y volvemos al tema?

_Lewes: Mi respuesta sigue siendo la misma. No creo que hacer algo... sea necesario para que ellos sigan adelante. Creo que ellos están intentando que yo no me preocupe. Actúan como si las cosas fueran razonablemente bien entre ellos cuando estoy cerca.

_Emilia: Qué desfachatado de su parte...

_Subaru: ¿Quién dice "desfachatado" hoy en día?

Subaru apartó la mirada para ignorar la mirada de Emilia, y pensó en los astutos hermanos.

Ellos tampoco estaban dispuestos a preocupar a Lewes. Y habían descubierto cómo compensarlo sin tener que discutirlo entre ellos.

Aunque se conocían tan bien, no podían dar el último paso. La razón principal para eso tenía que ser —

_Subaru: Como imaginaba, su madre es el motivo por el que no se acercan entre ellos, ¿eh?

_Lewes: …

_Emilia: Su madre... ¿la que los dejó en el Santuario cuando aún eran pequeños?

_Subaru: Sólo he oído la historia de segunda mano, y no he preguntado cómo era ella. No, en realidad Frederica me dijo que era una persona sin suerte, pero eso es todo. Me imagino que es obvio, pero tú la conocías, ¿verdad, Lewes-san?

Lewes llevó la taza de té a sus labios, dejando que el tiempo pasara. Pero eso no bastó para escapar de las penetrantes miradas de Subaru y Emilia.

Ella dejó salir un largo suspiro y, sin voltear a verlos,

_Lewes: Su madre, Leashia Tinzel, no es un tema del que me gusta hablar.

_Subaru: ¿Así que ella es alguien que preferirías no recordar?

_Lewes: No me desagradaba... En realidad, me gustaba mucho. Ella tenía ese carisma amistoso y amable, y... sus circunstancias eran lo desafortunado, lo cual puedes ver ya que la desgracia no la mató. Su familia se arruinó y ella iba a ser vendida como esclava, entonces unos bandidos demihumanos atacaron y destruyeron a los comerciantes. Los bandidos se la llevaron a casa como botín, y la embarazaron... es esencialmente la viva imagen de la desgracia.

_Subaru: …

Frederica le había contado a Subaru todo esto antes, pero le seguía pareciendo una historia terrible. Emilia no tenía palabras para describir lo desgarrador que era. Aunque la parte final de la historia pudo haber eclipsado su comprensión.

_Lewes: Pero Leashia no terminó en desgracia. Los bandidos la querían, así que vivió y crio a su hija. Luego, otra banda de bandidos destruyó la primera, y volvieron a entretenerse con ella.

_Subaru: La mayoría de la gente no se recuperaría después de todo eso.

_Lewes: Pero ella lo hizo. El grupo de bandidos se derrumbó, conoció a Ros-bo en sus viajes y se ganó su patrocinio, le confió a Frederica y a Gar-bo, y luego se marchó del Santuario para ir a buscar al padre de Gar-bo.

_Subaru: —¿Ella de verdad hizo eso? Garfiel dijo que su madre los había abandonado.

_Lewes: ...Probablemente esa sea su debilidad hablando, ya que hay esperanza en ser abandonado.

Subaru contuvo el aliento ante la palabra aparentemente inapropiada: Esperanza.

¿En qué parte de esta historia hay esperanza? Antes de que Subaru pudiera averiguarlo, Emilia bajó la mirada.

_Emilia: Ella no volverá porque nos abandonó... Eso significa que su madre podría estar viva, ¿esa es la esperanza?

_Lewes: …

_Emilia: Si ella prometió que se iba con un propósito, pero aun así no regresó... es demasiado aterrador pensar en ello.

Lewes sacudió la cabeza, con expresión de tristeza.

Lewes les había dicho a los hermanos la verdadera razón por la que su madre dejó el Santuario. ¿Y por qué la promesa de Leashia nunca se había cumplido? — Esta pregunta llevaba a una horrible respuesta.

Garfiel había visto la escena en la que perdía a su madre.

Y eso encajaba perfectamente.

_Emilia: Me pregunto si lo saben.

_Lewes: Leashia los dejó cuando Frederica tuvo la edad suficiente para ser consciente de sí misma. Dudo que ella lo haya olvidado. Y Gar-bo... bueno, quién sabe.

_Emilia: Creo que Garfiel lo recuerda... no, sí que lo recuerda. De lo contrario, no se vería tan alegre cuando mira a Subaru.

Era posible que Emilia estuviera pensando en algo diferente, pero Subaru creía que lo que ocurrió en el pasado de Garfiel —su despedida de su madre— se había resuelto y había llegado a su conclusión.

El problema era que Frederica y Garfiel no habían asegurado ese cierre por igual. Quizás Frederica seguía sintiendo algo muy arraigado acerca de todo este asunto.

Parecía que Frederica era quien evitaba a Garfiel. Esa era la impresión que tuvo Subaru cuando recordó la conversación entre ellos en el pasillo.

_Subaru: Por cierto, Lewes-san, ¿sabes algo de lo que le pasó a Leashia-san después de eso?

_Lewes: ... Nunca pregunté acerca de eso. Y eso no es una mentira. A veces simplemente no quieres saber la verdad, y eso aplica para mí.

Lewes apartó la mirada, ignorando la verdad que probablemente ya había sospechado. Subaru no era tan despiadado como para llamarlo debilidad.

Un tenue vapor se elevaba de los restos de té en la taza sobre la mesa.

Él observó cómo el vapor se fundía en la nada, y un sombrío silencio cayó en la escena.

※ ※ ※ ※ ※

_Subaru: Siento que si esto continúa, terminaremos metiéndonos más y más en sus asuntos luciendo como un par de entrometidos, pero, ¿cuáles son tus sentimientos sobre esto, Emilia-tan?

_Emilia: Uhmm... Preferiría muuucho evitar hacer eso.

Subaru y Emilia salieron de la habitación de Lewes y caminaban por el pasillo mientras consideraban sus logros, aterrorizados porque no habían podido producir resultados decentes.

Preferirían que esto no terminara con ellos envueltos en chismes y rumores.

Naturalmente, su principal prioridad era mejorar la relación entre Frederica y Garfiel; pero la vida te enseña que, cuando se está lidiando con problemas, más problemas surgen incluso de debajo de las piedras.

_Emilia: Pero, debido a que ni hablar con Ram ni con Lewes nos ha llevado a ninguna parte... ¿nos hemos quedado sin opciones? Ya que Roswaal tampoco ha vuelto.

_Subaru: Si asumimos que no debemos confiar en el enfoque pasivo de "se resolverá solo con el tiempo", entonces se podría decir que sí, el problema es meramente entre familiares. Pero el problema no es dónde está su madre... o lo que le pasó después de su despedida. Son sus estados mentales en comparación con los de ahora, y las posturas que adoptaron cuando se separaron.

_Emilia: ¿No sería más fácil encerrarlos en una habitación juntos?

_Subaru: Estoy en shock por tus planes inesperadamente bárbaros, Emilia-tan.

Subaru parecía sorprendido, pero Emilia lucía seria, ya que colocó un dedo sobre su labio inferior.

_Emilia: ¿Es que no sería bueno?... Creo que lo que necesitan no es tiempo, sino una razón para empezar a hablar. Ellos han considerado tantas cosas en estos diez años... así que, si tienen tiempo para hablar de todo eso, estoy segura de que conseguirán avanzar algo.

_Subaru: Hrnhmhm, pero eso también se siente pasivo. No es realmente diferente de la opinión mayoritaria de que "se resolverá solo con el tiempo". Cuando la gente dice que "se resolverá solo con el tiempo", quiere decir que la conversación de la que estás hablando ocurrirá naturalmente durante ese período.

_Emilia: Entonces, ¿por qué no hacemos que esa conversación ocurra forzosamente? Sé que mi idea es bastante extrema... pero creo que es básicamente lo que Ram y Lewes están diciendo. Que tenemos que dejárselo a ellos mientras están solos juntos.

Emilia levantó el dedo de su labio y lo movió delante de él. Subaru la escuchó con los brazos cruzados y el ceño fruncido, mientras deliberaba su propuesta.

¿Realmente eso era todo lo que necesitaban hacer?

Subaru entendía lo que ella estaba diciendo. De hecho, tenía mucho sentido. Él simplemente estaba preocupado debido a simples ansiedades.

¿Pero era realmente seguro que su participación fuera tan superficial? ¿No tenían que preparar las cosas con más detalle para que esto funcionara? ¿Nada se torcería, y la complejidad aumentaría innecesariamente?

_Emilia: Subaru.

_Subaru: N,ah.

Emilia dio un golpecito a Subaru en la frente.

Ella lo miró fijamente, devolviéndolo a la realidad.

_Emilia: Sé que te preocupas por todo, y que trabajas muy duro por el bien de todos...

_Subaru: Vas a hacerme sonrojar diciendo eso...

_Emilia: Pero yo me preocupo tanto por ti como tú por nosotros. Necesitas saber que no tienes que cargar con todo de esta manera. Ellos estarán bien.

_Subaru: ...Supongo que sí.

Con todo desestimado por la expresión "preocuparse por todo", Subaru sintió que un peso caía de su pecho.

La carga en su corazón era como una roca imaginaria—que él había ido acumulando sobre sí mismo.

_Emilia: Me alegraría que confiaras en mí, y que también siguieras mis ideas de vez en cuando.

Los hombros de Subaru cayeron mientras suspiraba.

Tal vez esa no era la conclusión que buscaba, pero parecía que los acontecimientos iban a terminar de acuerdo con el consenso general.

_Subaru: Está bien. Entonces se nos ocurrirá algo y...

_Joven: —Por todos los cielos, pero si son Natsuki-san y Emilia-sama. ¿Qué están haciendo aquí?

Y, justo cuando intentaba adoptar el plan de Emilia, alguien se entrometió.

Un joven de pelo gris con un montón de papeles apareció ante los dos. Al reconocerlo, Subaru se puso la mano en la barbilla, pensando.

En realidad, de todas las personas importantes de la mansión, sólo había una con la que no habían hablado por razones que no fueran la ausencia.

Con ese pensamiento, Subaru consideró lo útil que sería este hombre para abordar el problema, y asintió con la cabeza.

_Subaru: Está bien. Entonces se nos ocurrirá algo y lo llevaremos a cabo.

_Joven: ¡¿Te importa si te pregunto por qué siento que no existo en esta conversación?!

El grito de esta familiar voz resonó fuerte en la Mansión Miload.


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