27 años atrás, Yvette se había convertido en maestra farmacéutica en Nueva York. No dispuesta a aceptar esa situación, acudió a la mejor universidad de Suiza.
En ese momento, Wayne era una estrella en ascenso en la Universidad de Staav. Todo el mundo decía que iba a crear un milagro en la biología.
Yvette se dirigió directamente a él y le dijo que podía producir un suero que podía mejorar la genética humana. También sacó el suero genético V1 y le tentó para que la siguiera al campo.
Ella había utilizado esa táctica para engañar a Wayne. A continuación, hizo una apuesta con sobre quién de ellos podría replicar el V1.
Porque en ese momento, solo había un V1.
Más tarde, por supuesto, Yvette ganó y Wayne perdió. Yvette hizo que Wayne accediera a cumplir una de sus peticiones, y él aceptó sin dudarlo.
En ese momento, no dijo cuál era la petición...