Cuando Will escuchó esto, guardó silencio por un momento.
Irene tenía un tumor cerebral y acababa de ser operada. Todavía estaba en estado de recuperación y parecía mucho más delgada que antes. La carne de su rostro se había hundido.
Mirando a su mujer y recordando cómo era de brillante y hermosa en el pasado, Will suspiró.
Desde que se reveló que Henry no era el padre biológico de Nora, Irene había estado en un estado constante de ansiedad. Lo que más decía cada día era: —...¿Cómo pudo mi hermano ser tan desvergonzado? ¡Todo lo de los Smith debería pertenecer a Nora! ¡¿Cómo pudo ser así?! Tomó el dinero que la madre de Nora había dejado y crió a su mujer y a su hija, pero no le importó si Nora vivía o moría...
—Le debe demasiado a Nora.
—Le debe a Nora toda su vida.
Ella odiaba mucho a Henry, pero hace unos días les llegó la noticia de su muerte. Cuando Irene lo oyó, se quedó atónita.