A diferencia de lo que normalmente sucede en las películas románticas, donde la pareja juega a perseguirse hasta que ambos resbalan y caen al suelo, y la chica termina cayendo encima del chico, Davi y Sei simplemente se quedaron allí, quietos.
Sei estaba impactado por lo que ella había hecho. Sin embargo, lo que lo dejó congelado en su sitio fue la vista que tuvo ante sus ojos. La fina camisa de ella, completamente empapada, se había pegado a su torso, revelando la forma de su delgada cintura su hermoso pecho.
Por otro lado, Davi cerró inmediatamente la manguera y sus ojos se pusieron enormes a causa de la preocupación cuando recordó que la piel de Sei es sensible al frío. Jadeando, se acercó rápidamente a él apenas vio que la parte inferior de su rostro se había puesto roja. Sin saber que, en realidad, el hombre se estaba ruborizando intensamente.
—¿Es… estás bien? Lo siento. Olvidé que tu piel es… Vamos, necesitas cambiarte ahora mismo —dijo preocupada.