El día del cumpleaños de Hinari, organizó una fiesta de cumpleaños. Fue un asunto fastuoso. Llevaba un largo vestido rojo brillante que abrazaba su sexy figura y llevaba un lápiz de labios que hacía juego con su color. Llevaba un sencillo collar y pulsera de diamantes que brillaba bajo la luz. Si había una diosa de la seducción, entonces Hinari sería la imagen de una.
Invitó a mucha gente a su fiesta de cumpleaños ya que había hecho muchas conexiones por ser una exitosa autora y dueña de una librería. También invitó a su familia a regañadientes pensando que rechazarían su invitación, pero para su sorpresa, aparecieron.
Se mezcló con sus invitados, riendo y hablando de esto y aquello, pero no pudo evitar que sus ojos se dirigieran hacia la entrada. Tampoco pudo evitar mirar el reloj de vez en cuando.
—No te preocupes tanto. Él vendrá. —Hinari escuchó las suaves palabras de consuelo de Davi y sonrió a su mejor amiga.