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El conductor detuvo el coche frente a Villa Evans. Como Nina Hughes era la madre de Xaviera Evans, la ama de llaves no se atrevió a detenerlas y ambas entraron pavoneándose en la villa.
Los ojos de Zora Hughes estaban llenos de cálculos. —Tía, guardé la caja cuando salí de la sala de almacenamiento, así que la pulsera debe haber caído en la sala de almacenamiento. Además, la caja fue arrebatada de la mano de Xaviera por ti y me la diste a mí. ¿Estaba la pulsera en la caja en ese momento?
Nina fue tomada por sorpresa con la repentina pregunta de Zora, no podía estar segura si la pulsera había estado en la caja o no. —No recuerdo, pero cuando te di la caja, la cerré también. Si la pulsera estaba allí en ese momento, no se habría perdido.
Zora buscó por toda la sala de almacenamiento y finalmente regresó a Nina con una mirada frustrada. El rostro de Nina estaba pálido y no pudo evitar que surgiera una idea en su mente.