Carino despertó al escuchar como la puerta en el piso de abajo se cerraba, escuchó los pasos de Panther detenerse en la sala de estar.
Se sentó limpiando sus ojos y mirando la ventana a su lado izquierdo, sorprendido, se dio cuenta de que ya había caído la noche, no había sido su intención dormirse tanto tiempo.
Pero la cama era muy suave y blandita para él, quitó la sabana para levantarse notando la mochila vacía sobre el buró, había guardado su ropa en los cajones vacíos y su otro par de zapatos bajo la cama, descalzo, abrió la puerta notando el silencio en el pasillo, Panther parecía estar viendo la televisión.
Prestó mayor atención, la televisión estaba encendida, pero escuchaba movimientos en el porche.
«Necesito un baño», pensó después de olfatear se a si mismo, alejándose de la puerta y regresando al buró junto a la cama. Tomó ropa de los cajones, así como el shampoo con olor a miel que Breeze le había regalado, cogió su cepillo y estropajo para después salir hacia el pasillo, al pasar junto a la habitación de Panther, notó que la puerta estaba abierta, deteniéndose bajo el marco, olfateó, «huele muy bien».
La cama era más grande que la de su habitación, Carino se adentró un poco más curioso y respiró de forma profunda.
«Sí, su olor es mejor que el de los otros machos».
Notó que había más muebles que en su habitación.
—¿Qué haces aquí?
Carino saltó ante la pregunta repentina y giró encontrando a Panther en la puerta.
Su expresión no reflejaba nada, sólo lo miraba fijamente, poniéndolo nervioso.
—Yo... —No puedo decirle que quería oler su habitación—. Buscaba el baño y entonces vi la puerta de tu habitación abierta... quería ver los muebles —mintió.
Panther no dijo nada.
—Son muy bonitos —agregó Carino nervioso.
—El baño está al final del pasillo —Panther señaló.
Carino asintió nervioso.
—Yo los construí —dijo después con lo que parecía orgullo—. Todos los muebles de madera en mi hogar los hice yo.
Eso resultaba sorprendente para Carino.
«Panther es muy talentoso».
—Eres muy talentoso —expresó sus pensamientos—. ¿Cómo aprendiste hacer todo eso? —preguntó Carino con admiración.
—Cuando el gobierno humano descubrió lo que había hecho Mercile, ofrecieron muchas cosas, tierras, médicos, dinero, y enviaron humanos a construir el Homeland. Algunos eran buenos y se ofrecieron a enseñar a algunos de los machos con apariencia más normal, ellos me enseñaron a mí —dijo Panther haciéndose a un lado, caminó frente a él para salir.
—Algunos humanos son muy buenos.
—Sí, algunos, otros nos odian, como los técnicos, pero he conocido humanos buenos que no me temen.
—¿Por qué te temerían? —preguntó ladeando el rostro—, tú eres muy hermoso.
Al darse cuenta de lo que había dicho, sintió su rostro caliente.
Panther pareció molesto por un segundo, después pareció tranquilizarse.
—Los machos no deberían decirles a otros machos que son hermosos.
—Oh —murmuró, bajando la mirada—, no lo sabía.
—Sólo debes decirle cosas como esas a las hembras o mujeres humanas —aconsejó Panther.
Carino asintió y avanzó hacia el baño, el especie lo seguía.
—¿Por qué lo dijiste? —preguntó Panther cuando había llegado a la puerta.
Dio media vuelta para mirarlo con confusión.
—Porque lo creo, tus ojos son preciosos —se atrevió a decir Carino al ver la confusión en los ojos verdes.
Panther lo contempló durante varios segundos en silencio.
—... Yo también creo que eres lindo.
Carino sintió su rostro caliente otra vez. Era tan extraño.
—Gracias —susurró sonriendo—, nunca nadie me había llamado lindo.
En los labios de Panther se formó una sonrisa ligera.
—Para mí también fue la primera vez.
Él dio media vuelta y se fue, Carino entró al baño sintiendo todavía su rostro caliente.
«Me gusta que piense que soy lindo».
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«Me gusta que piense que soy hermoso y talentoso», pensó Panther bajando las escaleras, se detuvo al darse cuenta de eso, sacudió su cabeza antes de continuar bajando.
«Piensa eso porque es inocente... »
La ingenuidad de Carino solo demostraba que Justice tenía razón al enviarlo a la zona salvaje, el chico necesitaba desenvolverse y aprender muchas cosas. Aunque no creía poder ayudarlo mucho con eso.
Todas las especies tenían mucho que aprender todavía, habían vivido encerrados siendo objeto de pruebas y experimentos toda su vida, al ser liberados a algunos les costaba más que otros adaptarse, había quienes debían ser sacrificados porque estaban demasiado adentrados en la locura como para ser rescatados.
Las mujeres regalo no habían vivido en los laboratorios, fueron mantenidas en otra área para ser regaladas a una edad temprana con el propósito de atraer más humanos interesados en dar su dinero para que Mercile continuara con sus experimentos.
Carino había sido dado a un hombre para que lo abusara, «aún se refiere a él como amo...» Sintiéndose triste y enojado, entró a la cocina.
Panther no entendía como un hombre podía forzar a otro, había muchas mujeres humanas dispuestas, eso sólo demostraba que existían humanos retorcidos a quienes les gustaba influir daño, la idea de dos hombres como compañeros no era rara, pero obligar a un macho especie a eso, era cruel, estaba mal.
Tomó de un estante y del refrigerador, varias cosas más para preparar la cena.
Preparó varios emparedados para ambos llevándolos a la barra, sacó las sillas, cogió vasos y jugo de naranja.
Carino bajó las escaleras, y al ver a Panther, sonrió, parecía oler aún más dulce que antes y Panther tragó saliva, repentinamente más hambriento.
—Preparé la cena, siéntate y come.
Carino obedeció y se sentó frente a la barra, Panther fue nuevamente hacia el refrigerador para sacar fruta, sirviéndola en dos pequeños cuencos, tomó del cajón de la encimera dos tenedores y un cuchillo.
Al regresar a la barra, vio como Carino observaba a los emparedados con curiosidad.
— ¿No te gustan?
—Nunca los he comido —contestó Carino.
Panther le entregó un cuenco con fruta y el tenedor, tomó uno de los platos para servir un emparedado, pero lo cortó a la mitad y después se lo ofreció a Carino.
—Te gustará.
Para su sorpresa, Carino no lo tomó, sólo abrió su boca y mordió, parecía muy concentrado mientras masticaba su bocado.
—Es muy rico —dijo tomando otro bocado, Panther sonrió y continuó dándole de comer.
Con satisfacción observó como Carino parecía disfrutar mucho de lo que había preparado.
Entonces, Carino tomó la otra mitad del emparedado y se la ofreció, Panther dudo un segundo antes de morderlo, Carino parecía estar contento por lo que también permitió que lo alimentara.
Panther terminó comiendo más que Carino.
—Debes comer más.
Carino negó con vehemencia.
—Estoy lleno.
Panther tomó el cuenco con fruta picada y un tenedor.
—Abre la boca.
—Sólo un poco —dijo Carino. Antes de abrir su boca, lamió sus labios y Panther siguió el movimiento.
Su lengua parecía muy pequeña y rosada, sus pequeños colmillos se asomaban mientras Carino esperaba que lo alimentara.
Ignorando el cosquilleo en su vientre, Panther le ofreció la fruta, Carino la atrapó y masticó con entusiasmo.
La situación se sentía normal y se sentía satisfecho al alimentarlo.
«Me siento bien al cuidarlo, él necesita de mí», descubrió Panther con cierta ligereza en su pecho.
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Me gusta leer lo que piensan. ¿Hice bien en subirla también en webnovel? En wattpad escribo fanfics de Marvel, en esta cuenta quiero subir trabajos diferentes, mios. Este es el único fanfic que subiré aquí.