—Leland —Sophie tragó saliva con dificultad y se lamió los labios por un momento. No estaba asustada por ella y sus hijos. Estaba casada con el Alfa pero seguía preocupada—. Hablo de los humanos, mi gente. Ellos también son mi gente.
Leland miró a su esposa y suspiró un poco. Eran compañeros y del lado del Alfa, podía decir lo que Sophie quería de él, y aún así también conocía sus tácticas.
—Sé que usarás a tus padres como un ejemplo —dijo él.
—¡Ellos son la prueba de que los licántropos y los humanos pueden vivir juntos en armonía! —dijo Sophie.
—Son un ejemplo raro —dijo el Alfa.
—Incluso los padres de tu madre son mestizos —Sophie le recordó a Leland que su madre también era mitad humana.
—Sí, pero el matrimonio de sus padres fracasó y fue un desastre —respondió Leland—. Mi madre realmente no es un buen ejemplo.