—Como tal… Rain, de la raza humana —dijo el hombre búho—. No tenemos ningún interés en unirnos a tu lado ni arriesgar nuestras vidas para luchar por tierras que no son las nuestras.
—Nunca te pedí que hicieras eso —dijo Rain.
—... Dado que nos diste mucha información, te permitiremos entrar a nuestro territorio para hablar si a Isa le parece bien —dijo el hombre búho ignorando las palabras de Rain—. Pero estarás fuertemente vigilado y observado. Si estás de acuerdo con eso, puedes venir y ir.
Rain tenía sentimientos encontrados sobre la situación. No le gustaba especialmente la idea de estar constantemente bajo la mirada vigilante de personas que habían mostrado poco interés en formar una relación amistosa con él. Sin embargo, reconocía el valor de mantener una buena relación con Isa, quien le había proporcionado valiosos conocimientos e información. Rain sentía un profundo respeto por Isa y no quería causarle problemas ni poner en peligro su conexión.