Nian Xiaomu pudo sentir su inseguridad y gentilmente palmeó su espalda mientras tarareaba una canción de cuna.
En un corto rato, la niña se había dormido.
Esa cara pequeña y hermosa era de color rosado incluso estando dormida.
Las largas pestañas parecían pequeños abanicos abiertos en su rostro.
La adorable niña pequeña se sentía como una suave bola abrazable en los brazos de Nian Xiaomu.
La razón por la que Xiao Liuliu era más insegura que los demás niños, incluso aunque pareciera ser vivaz y alegre, podía ser a causa de haber crecido sin una madre.
Era incluso más aparente cuando dormía.
Mirando cuán obediente se veía, Nian Xiaomu sintió que su corazón dolía a causa de Xiao Liuliu. ¿Cómo pudo su madre soportar abandonar a tan tierna bebé?
Nian Xiaomu bajó la cabeza y besó la frente de la pequeña niña antes de meterla debajo de las mantas.
Esperó que cayese en un sueño profundo antes de abandonar la habitación.