Emmelyn se quedó sin palabras ante la confesión de Maxim. No sabía qué decir. ¿Por qué Maxim tenía que ponerla en esta difícil situación?
Por supuesto, si dependiera de ella, querría que Maxim se casara con su prometida y se deshiciera de esta mala suerte de la vida de Emmelyn.
Sin embargo, ¿cómo podía hacerle esto a él, al hombre al que llamaba su mejor amigo?
No... ¿cómo podía hacerle esto a otra mujer? Aunque Emmelyn no conociera a Elise, fuera buena o mala, ninguna mujer merecía este trato.
Maxim no se sentiría feliz estando en un matrimonio sin amor.
Elise también sufriría, estando en un amor no correspondido.
En opinión de Emmelyn, dos errores no hacen un acierto. Estaba mal que Catalina Leoralei hubiera puesto egoístamente un hechizo de protección en Maxim para asegurarse de que no pudiera amar a otra mujer.