Logan miraba incrédulo el coche que iba delante de él en la pista de carreras. De repente, recordó su conversación con Cherry:
—A mí también me gustan las carreras de coches, ¡sí! Y a mi mamá también.
—¿Sabes quién es Yanci?
—Mi mami no me permite decírselo a nadie.
Justo ahora, antes de que la chica entrara en la pista, había dicho de forma alocada y arrogante:
—No te preocupes. Solo espera a que vuelva con el primer lugar para ti...
Su comportamiento había sido despreocupado y perezoso cuando lo dijo, pero ahora que lo pensaba de nuevo, no había más que afirmación y certeza en su voz.
La mirada de Logan, mientras observaba el coche deportivo, se volvió cada vez más caliente y ferviente. Nunca había creído que la prima que no le gustaba resultaría ser Yanci, la persona que más admiraba en el fondo.
No pudo evitar dar un paso al frente y estirar el cuello para mirar. La emoción corría por sus venas.