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—¿Te gustaría mostrarme algunos movimientos? —Alex sonrió con suficiencia cuando escuchó esta petición—. ¡Oh, te mostraré más que eso! —eran los pensamientos que cruzaban por su cabeza en este momento. Había pasado un tiempo desde que se había divertido con Nari.
Y Alex tenía una especie de perversión cuando se trataba de luchar cuerpo a cuerpo con mujeres. Le encantaba dominarlas y someterlas antes de ir más allá y follarlas después. Era algo que había hecho tanto con Nari como con Vanessa, y realmente era algo que sólo podía hacer con ellas ya que eran las únicas dos luchadoras experimentadas en su bastante grande harén.
Debido a esto, rápidamente adoptó una postura baja de lucha libre, avanzando hacia Nari, que mantenía su alta postura de judo. Este no era un intercambio de movimientos de judo bajo reglas de judo. Alex no jugaba así. Y a juzgar por el tono de voz de Nari, ella estaba pidiendo lo mismo que él quería.