—Aquí. Halime preparó un té del sur que te calentará —habló la mujer dragonkin con una sonrisa.
—Ella dijo que puede calentar cualquier raza —sonrió la medio elfa antes de comentar.
—No me sorprende. Es como si se encendiera un fuego dentro de mí —respondió Archer mientras dirigía su atención al paisaje del dominio.
—El emperador me ha pedido que me dirija al Ducado de Mistwood una vez que salga el sol. Ha habido un brote de bestias invadiendo los pueblos fronterizos que necesitan ser controlados —comenzó a hablar Sia con una voz molesta.
—De acuerdo. Crearé una Puerta a la ciudad, lo que te permitirá encontrarte con tus soldados —afirmó Archer.
—Es increíble lo feroz que puede ser Inviernofrío. El poder de la naturaleza en plena exhibición —habló Ella, su voz apenas audible sobre el viento aullador.