Luego de despedirnos de Sara y de Roa, emprendimos el camino a donde alguna vez estuvo la aldea buena. Por lo que averiguamos, la aldea no se ha refundado. Aunque nos dijeron que hay campos de trigo y otros cultivos y algunas casas, el pueblito que conocí no se reconstruye del todo.
Mientras cabalgaba, Lara quiso ir conmigo, así que la subí al caballo delante de mi y le pase las riendas.
— ¿Qué feo es aquí, papi? Todo se ve pelado.
—Antes era hermoso, todo era verde y los campos de trigo se perdían en el horizonte. Fui muy feliz aquí cuando era un niño, y aquí conocí a tus mamás.
—Si lo se, Mamá Azul me contó, ella le dijo que solo eras un niño y solo te veía como un niño y que no era una asaltacunas.
—Ya veo. Vaya Roxy siempre les dice lo mismo a todos cuando saben de nuestra diferencia de edad o cuando preguntan como nos conocimos, creo que le da vergüenza haber sostenido a su marido en brazos cuando era solo un niño, jajajajaja, a la noche le voy a burlar de ella, pensé .
—Mami Roja dijo que debo empezar a entrenar con una espada. — dijo Lara.
—Cuando cumplas 4 años, amor. Ya falta poco.
—Oye, papi. Ten cuidado cuando estés lejos de casa y te muestren a tío Alek atacándote en un bosque , no le hagas nada. Corta hacia atrás de ti.
—¿De qué rayos hablas, Lara?
—No uses malas palabras, te acusare a mami Blanca.
—Lo siento, pero ¿de qué hablas, amor?
—Tío Alek no es tu enemigo. Cuando te muestren que él te va a atacar, corta a lo que está en tus espaldas.
—¿Me Va a pasar algo, amor?
—Aún no, pero lo sabrás cuando pase. Llevame al carruaje, Quiero ir con tía Aisha y conducir caballitos .
—Claro, amor — dije, confundido, mientras Lara se subía al carruaje que conducía Aisha y se sentaba a su lado. Mientras, yo me ponía al lado de Silphy y Ghislaine en la vanguardia.
Silphy cabalgaba con Lucy delante de ella, pero Silphy iba callada, salvo cuando Lucy le hacía alguna pregunta.
—Todo bien, orejitas?,— pregunté.
—Sí, solo que desde el incidente jamás regresé a la aldea buena. Tú pasaste por ahí cuando regresaste con Eris del continente demoníaco, ¿cierto? .
—Sí, pero no había nada. Todo estaba desolado y nuestro árbol de colina estaba seco y solo quedaba la base del tronco,—le dije.
—Ya veo — dijo Silphy, con una expresión de melancolía.
—Recuerdo ese día en que te fui a buscar, por órdenes de Lord Phillip Rúdeus — dijo de pronto Ghislaine. —Pensé que serias un idiota como Paul, insoportable y engreído , pero me sorprendiste eras bastante humilde y diligente .
—Sí, y me noquearon — le dije.
—Deja de quejarte. Si no hubiese hecho eso, jamás habrías conocido a Eris.
—Lo sé, pero podrían habérmelo explicado bien, y no golpearme yo habría entendido, yo fui quien pidió ese empleo, dije que no porque en vez de decirme, "debes ir a trabajar para pagar la universidad". Me dijeron, "debes separarte de Silphy", ¿que pensaron que iba a hacer? —Le dije.
Ghislaine solo sonrió recordando el pasado.
—¿Quién habrá hecho esto? — preguntó Silphy, mirando los campos con algunos cultivos, aunque aún había partes desoladas, como los antiguos bosques o colinas.
—Nanahoshi dice que es probable que sea la miko del regreso.
—¿Quién es ella?
—Orsted dice que hay una miko que puede enviar cosas al pasado unos minutos, y tiene una gran capacidad de mana. Esa niña bendita pudo hacerlo. ¿El motivo? no tenemos idea.
—Voy a partirle la cara si la conozco y averiguo que fue ella — dijo Silphy.
—Sí, Nanahoshi dijo lo mismo — le dije.
—Así que esta era su tierra natal, Dios del Cauce? — me preguntó Isolte qué cabalgata cerca del carruaje de Ariel.
—Así es, diosa del agua… Oye, Isolte, solo dime Rúdeus. Si aquí era, aunque era mucho más hermoso, todo era verde con los campos dorados de trigo, con las montañas nevadas al norte que llevan a los países del triunvirato , y los bosques del sur. Era muy lindo — dijo con nostalgia.
Silphy se acercó a mí.
—Tu mundo era así, Rudy.
—Bueno, de hecho donde nací también estaba la cordillera igual que acá, Silphy, aunque no había bosques, solo algunos sotos en las quebradas. Había un río cerca donde íbamos a pescar.
—¿O sea, es parecido acá?
—Mmm, sí y no. No había cultivos de trigo en los campos. Cultivaban forraje para los animales o naranjas, duraznos, cerezas y uva — le dije. — Aunque eso era en las zonas más de campo. Yo vivía en una zona suburbana, cerca de la ciudad.
—Debe ser hermoso. No puedo esperar para poder verlo — me dijo sonriendo.
—Yo también quiero ver — dijo Lucy.
—No, amor. Cuando estés más grande lo haremos — le dije.
—No te quiero — me dijo Lucy, inflando las mejillas y cruzándose de brazos.
—¿Ah, sí? Bueno, entonces tendré que comerme este dulce yo solo — dije, sacando una golosina de mi bolso.
—Estaba bromeando, papi. Yo te amo mucho — me dijo Lucy.
Jajaja, toma — le dije, mientras Lucy me sonreía. —Ella es muy linda.
Cerca del mediodía divisé la aldea buena. Habían unas 10 casas, muy lejos de la aldea que conocí. Había varios campos de trigo cultivandose, y el verde había retornado a las colinas, mientras los arroyos y esteros volvieron a fluir.
Pasamos por el pueblo, ante las miradas confusas de los aldeanos. Creo que todos eran nuevos no vi caras que reconocira, solo salieron a mirar por curiosidad .
—Paul, eres tú, ¿ Paul Greyrat? Espera, soy yo — me dijo de pronto un anciano.
Detuve el caballo, y el hombre llegó a mi lado.
—No, no eres Paul. Eres demasiado joven — me dijo.
—Soy Rúdeus, el hijo de Paul Greyrat.
—¿En serio? ¡Has crecido mucho, chico! No creo que te acuerdes de mí.
—Lo siento, señor. Salí muy joven de casa a Roa y nunca regrese hasta ahora .
—Soy Martín, uno de los guardianes de las atalayas.
—Lo siento, pero no lo recuerdo — le dije.
—Jaja, te entiendo. Pero yo sí te recuerdo. Siempre te veía jugar por ahí con la hija de Laws. Lo siento, lo último que supe es que todos ellos murieron.
—Eso no es cierto, señor — dijo Silphy — yo soy la hija de Laws.
—No, ella tenía el pelo verde.
—Sí, perdí el color en el accidente de maná. — le dijo Silphy.
—Ya veo. Me alegro ver que están vivos, chicos. ¿Tu padre está bien? Él me encontró en el reino del rey dragón, me dio una moneda de oro y me envió de regreso.
—Sí, está vivo. Tuve suerte de que toda mi familia sobrevivió. — le dije.
—Me alegro, chico. Dile a Paul que muchas gracias. Mi hijo sobrevivió. Y si no fuera por tu padre que me salvo de esos esclavistas, no habría conocido a mis nietos.
—Se lo diré, señor Martín,—le dije.
—Gusto en verte, también a ti, chica — le dijo a Silphy.
—A mí igual, señor. — le dije.
—Espera, esa niña es una elfa — dijo, mirando a Lucy qué iba sentada delante de Silphy .
—Sí, bueno, me casé con Silphy, y ella es nuestra hija, se llama Lucy.
El anciano me dio una genuina sonrisa.
—Me alegro escuchar eso. Es especial por Laws y su esposa. Fue un gusto volver a verte, muchacho. Adiós — dijo el anciano, mientras nosotros seguimos avanzando hasta llegar con la vanguardia.
—¿Qué pasó, Rudy? ¿Por qué te quedaste atrás? — me preguntó Ariel desde su carruaje.
—Nada, solo era un señor que me conocía — le dije.
Finalmente llegamos a las ruinas de lo que fue mi casa. Pasé por aquí cuando regresé con Eris hace 13 años , pero todo estaba casi igual, salvo por la maleza verde que rodeaba el lugar. Nadie había reconstruido la casa del caballero, y quién sabe cuándo asignarían a uno acá, aunque por los avances que vimos en Ría sería pronto.
—Bien, llegamos — dije.
—Tengo vagos recuerdos de este lugar — dijo Aisha.
—Aquí nacimos, hermana — dije, abrazándola, mientras mirábamos los cimientos del que fuera nuestro hogar, en eso estaba cuando Ariel se bajó del carruaje y se acercó a mí .
—Rudy, yo no sé cómo sigue la tradición ahora — me dijo Ariel.
—Yo sí, Perugius bautizó a Siegh. Sé cómo se hace — le dije.
—Bien, pero aquí no hay agua — me dijo Ariel.
—Lo sé. Lo haremos en el río. El pozo está tapado — le dije.
Pero antes de ir , hice bajar a mis hijos del carruaje, mis esposas y Ariel con Edward en sus brazos me acompañaron.
—Aquí nací, hijos — les dije.
—Pero no hay casa, papi.
—Lo sé, Lara. Se destruyó en el accidente de maná. Pero aquí nací yo y tus tías. Aquí conocí a Mamá Azul — dije, tomando la mano de Roxy — y aquí estudiábamos con Mamá Blanca, cuando aún tenía el pelo como Siegh. Ahí practicaba magia con Roxy, y allá mamá tenía su huerta. Más allá papá me enseñaba esgrima. Fuimos muy felices aquí — les dije mientras recorríamos el lugar .
—Bien, debemos caminar a partir desde aquí — les dije. Dejamos los carruajes en las ruinas de lo que fue mi casa y caminamos hacia el arroyo que estaba cerca del árbol donde jugaba con Silphy. Mientras nos acercábamos, notamos cómo tenía brotes verdes. Hace 10 años estaba seco, pero volvió a brotar. Un nuevo árbol estaría ahí pronto.
Finalmente llegamos al arroyo donde el agua cristalina corría.
—Ven conmigo, Ariel — dije, tomándola de la mano, ante las miradas inyectadas en sangre de Nana y Silphy.
—¿Hay que meternos al agua? Pregunto Ariel.
—Claro que si , así es el ritual — les dije.
Nos metimos al agua hasta las rodillas, con Edward en mis brazos, y recordando lo que dijo Perugius.
—Es un bebé hermoso — dije, mientras le besaba la frente, y él me sonrió. Tenía una Perturbadora sonrisa , no porque fuera feo o tuviera una sonrisa maligna, si no que su sonrisa se parecía a la de Lara y a la mía. Traté de no pensar en eso.
—Yo, Rúdeus Greyrat, el Dios del Cauce, Reidar Reí, bautizo a este niño, quien tendrá el sagrado deber de ser el futuro rey del reino de Asúra, y desde hoy lo reclamo como a mi hijo, como si fuera a a (…) como si fuera de mi propia sangre, y en este sagrado lugar, el cual me dio la vida, prometo cuidarte así eso me cueste la vida — me agaché y le eché un poco de agua en la cabeza. —Te bautizo con el nombre que te dio tu madre, Edward, a este niño, esteretoño de la humanidad. Desde hoy, mi hijo.
Luego se lo pasé a Ariel, quien lo acunó en sus brazos.
Luego de bautizar a Edward, nos sentamos bajo los restos del árbol de la colina y comimos un rico almuerzo, mientras escuchaba a Ghislaine hablando con Isolte, y a Aisha con los dioses del Norte, mientras los demás miraban lo que fue la aldea buena en silencio.
En eso, Silphy tomó a Siegh en brazos.
—Rudy, Lucy, ¿podrían acompañarme, por favor? — nos dijo.
—Claro — le dije, y así empezamos a caminar en dirección a donde estaba la casa de Silphy. Cuando llegamos ahí, no había ni un rastro de su casa de madera y barro, ni el establo del caballo de Laws, ni los corrales y el gallinero que estaban tras su casa. Silphy miró sin ni una expresión en su rostro, pero aún así, sé que por dentro miles de imágenes de su infancia y sus padres pasaban por su cabeza.
— ¿Qué te pasa, mami? — preguntó Lucy.
—Nada, querida. Solo recordaba a tus abuelos, mis padres. La última vez que los vi fue aquí. Había terminado de tomar desayuno e iba a casa de tus abuelitos, Paul, Zenith y Lilia, a entrenar etiqueta cuando me atrapó el brillo. Me habría gustado decirles cuánto los amaba — dijo Silphy, finalmente, rompiendo en llanto.
—Ya, tranquila — le dije, abrazándola con Lucy.
—Nunca supe dónde quedaron sus cuerpos ni sus tumbas. Solo sé que los encontraron muertos. Estaban juntos. — dijo Silphy que lloraba co su cabeza apoyada en mi pecho. Solo pude abrazarla y besarle el cabello.
— ¿Cómo eran los abuelitos? Mami — le preguntó Lucy.
—Bueno, mi mamá tenía el pelo castaño oscuro, se parecía un poco a Purcena. Bueno, salvo que era humana, y no tenía orejas caídas ni cola. Y papá era idéntico a la abuela Elinalise, salvo que tenía el pelo corto y era más corpulento. Ellos te hubiesen amado, Lucy, y también a Siegh.
—Silphy, quieres que haga unas tumbas simbólicas. , le propuse.
—No, no es necesario. Si es como tu dices, Rudy, mis papás están viviendo una nueva vida. Solo espero que estén juntos y estén felices. Ya Regresemo, vamos a preocupar a nuestras esposas — me dijo, y regresamos al árbol, desde donde nos podían ver.
—Cuando regresamos, Silphy fue acompañada por nuestras esposas y Ariel, además del resto de los niños, incluido Ars, que por primera vez lo veo abrazarla con cariño en ves de apoyar su cabeza en el pecho .
—Creo que iré a dibujar el círculo para regresar directamente a la cabaña — les dije.
—Espera, Rudy. Acampemos aquí esta noche, a menos que sea un problema para ti, Silphy. —le Dijo Ariel.
—No, Majestad, pero no estás acostumbrada a dormir a la interperie. —Le dijo Silphy.
—Jaja, no soy mi padre ni mis hermanos. Yo soy dura. ¿Olvidaste cómo huimos de Asúra, o cuando regresamos, o cuando fuimos a ese laberinto?
— ¿Cómo olvidarlo? — dijo Silphy, inflando las mejillas.
—Bueno, iremos a hacer el campamento cerca de donde era mi casa. — les dije.
—Quiero quedarme un rato con Silphy — me dijo Ariel.
—Bien — les dije, mientras bajábamos. Aisha y Alek estaban en el arroyo tirándose agua como niños.
—Oigan, ustedes. — les grite.
—Déjalos, Rudy. Aisha no tiene amigos, y Alek también es algo infantil — me dijo Roxy.
—Bien, vamos — le dije.
Mientras en la colina, Silphy y Ariel se quedaron mirando el atardecer con Edward y Siegh en los brazos de sus respectivas madres. En eso, Siegh empezó a llorar.
—Tienes hambre, amor — dijo Silphy, sacándose una teta.
—Espera, déjame alimentarlo yo — dijo Ariel, quien le pasó a Edward, que estaba dormido mientras se sacaba una teta para alimentar al hijo de su amiga.
—Mejestad, en estos momentos estoy con la reina de Asúra, o con mi mejor amiga, —pregunto Silphy de pronto.
—Ahora mismo estamos solas, así que estas con tu amiga,— le dijo Ariel.
—En ese caso, Majestad quiero preguntarte algo muy delicado y espero que seas muy honesta conmigo — le dijo Silphy muy seria, mientras miraba a Edward que estaba en sus brazos.
— ¿Qué es, Silphy? —dijo Ariel nerviosa.
— ¿Tú estás enamorada de Rudy?
—¿Por qué piensas eso?
—Porque es obvio. Lo miras todo el día, le sonríes, tus ojos brillan cuando lo ves. O siempre que escuchas su voz, lo buscas con tu mirada.
Ariel solo guardó silencio y evitó su mirada.
—Escucha, si lo amas, no me importa, Majestad. No te voy a quitar mi amistad, nunca. Tú me salvaste la vida cuando querían ejecutarse por caer en el palacio de plata, y me cuidaste esos años cuando supe que mis padres murieron y en la universidad . También me ayudaste a estar con Rudy. Te debo mucho.
—Solo somos aliados, Silphy. — le dijo Ariel tras un largo silencio.
—No me tomes por una niña tonta, Majestad. No soy una noble como con las que creciste y hacían la vista gorda con tus actividades. Desde que salimos de ese laberinto, tú mirabas de manera diferente a Rudy.
—Creo que mejor me retiraré al campamento. — Le dijo Ariel.
—Espera, no te vayas aún. Debemos hablar, por favor — dijo Silphy, deteniéndola del brazo. —Si amas a Rudy, está bien. Sé que lo amas desde antes de que fuera el Dios del Cauce, y no lo haces por su poder. Solo sé sincera conmigo por favor .
—¿Te perderé como amiga, Silphy?
—No, seremos amigas para siempre lo juro.
—Bien, te diré la verdad, Uuuf, Sí, yo lo amo. Lo amo desde que regresó del continente demoníaco, y me gustaba desde mucho antes de que fuera tu novio. Yo no quise dar el paso porque tú estabas tan enamorada de él desde que eras niña, que no quise interponerme. Y con el tiempo, ese sentimiento creció y no paró. Yo lo siento Silphy — dijo, con los ojos llorosos, mientras acariciaba el cabello de Siegh, quien aún bebía leche de la teta de Ariel.
—Lo sabía. Era muy obvio. —dijo Silphy mirando el sol ocultarse mientras los últimos rayos del sol iluminaban su rostro.
—No les digas a las chicas. No quiero que abandonen a Rudy. Él las ama más que a nada en el mundo. Si supieras las cosas que él es capaz de hacer por ustedes. — le dijo Ariel.
—Lo sabemos — dijo Silphy, recordando el diario.
— ¿Tú me odias, Silphy ?.
—No, claro que no. Si lo amas, no se puede evitar. Sin embargo, Sara también lo ama, pero Rudy a ella la mira solo como amiga, así como mira a Rinia, Purcena o Isolte. Pero a ti te mira de otra manera, con culpa. Dime algo más ¿Pasó algo entre ustedes? Esas veces que el fue a Ars.
—Ya basta, Silphy — le dijo Ariel, con firmeza.
—Ya te dije que no te odio. Ni podría odiarte. A ti y a Luke los amo como si fueran mis hermanos, los hermanos que jamás tuve. Y lo que me preocupa no es lo que sientes por Rudy, es la culpa que siente Rudy, cada vez que regresa de verte .
—¿Qué me quieres decir, Silphy?, le Dijo Ariel tiritando de nerviosa
—Si me dices la verdad, te dejaré entrar a la familia y estar con Rudy, lo juro . Pero quiero saber algo, Majestad.
—¿Qué cosa?
—El príncipe, y el bebé que cargas en tu vientre, ¿son hijos de Rudy?
— ¿Cómo te atreves, Silphiette Greyrat? ¿Acaso olvidaste con quien estas hablando? , Soy la reina.
—Deja esa fachada de que estás enojada. Te conozco y siempre haces eso cuando estás acorralada. Si me dices la verdad, te dejaré incluso casarte con Rudy, Ariel.
—No puedo casarme con él. Soy la reina. Si lo hago, la casa real de Gaunis caerá.
—Eso no es cierto. Simplemete los niños deben mantener tu apellido. Asúra no permite los cambios dinasticos.
—No, no son hijos de Rudy. Edward se parece a mí, y a mis hermanos.
—Lo sé, sin embargo casi todos nuestros hijos tampoco se parecen, sin embargo tienen gestos de él o el color de sus ojos, y el príncipe cuando ríe, tiene la misma risa y la misma mirada de Rudy. Y ni hablar del lunar que tiene tras su oreja. Tal vez Rudy sea despistado y no se diera cuenta de ello, pero yo no soy estúpida, Majestad. — le dijo Silphy.
—Es solo mío. Solo quiero que Rudy lo crie, porque no quiero que Edward o cualquiera de mis hijos sea un idiota como Grabel o mi padre. Y Rudy es un gran padre y un gran guerrero. ¿Quién mejor que él para que asuma esa responsabilidad? Es solo por eso. Y esos gestos no son necesariamente de Rudy, y el lunar, mi papá lo tenía en su espalda. — dijo Ariel que se sentía acorralada.
—Bien, solo te diré una cosa, Majestad. Yo sí sé que Edward y ese bebé son de Rudy, y sé que el día de la coronación tú entraste disfrazada de Nanahoshi y te acostaste con nosotros y 2 semanas después estabas embarazada, porque no me trago que el bebé naciera prematuro y tan sano como nació.
Esa noche , pensé que era solo un sueño, y me sentí avergonzada cuando entré a tu habitación y tú estabas desnuda con Kleene. Pero te equivocaste en algo con tu fachada.
—¿En qué cosa?
—Hace poco descubrí cómo es el cuerpo de Nanahoshi, y la Nanahoshi de ese sueño era diferente, besaba diferente, se movía diferente y gemía diferente. Además, en ese sueño, ella me rasguñó mi espalda, y al día siguiente tenía ese rasguño.
—Estás siendo paranoica, Silphy. — le. Dijo Ariel ya pálida.
—Además, hace un mes, Rudy se quedó solo en la aldea Superd ya que debíamos regresar a casa y el dormía en una cabaña alejada. No me extrañaría que hablaras con Orsted y como a él le conviene tener aliados que no le teman, te autorizara a entrar a su cabaña. Y sería muy fácil para ti hacerlo qué olvidara todo.
Ariel la miraba asustada y con los ojos abiertos y con lágrimas .
— ¿Tú me odias? Silphy.
Silphy tomó repentinamente a Ariel del Rostro y le dio un beso en la boca.
—¿Qué crees que haces Silphy ?, dijo la reina alejándose de ella.
—Sí, es el mismo beso que sentí esa noche en las semanas de tu coronación.
—Ya basta. Toma a Sieghart, ya se durmió. — le dijo Ariel.
—Claro — le dijo Silphy, pasándole a Edward que estaba dormido.
—Será mejor regresar, Silphy.
—Espera, Majestad.
—Y ahora qué? — dijo Ariel, al borde de las lágrimas.
—No te odio — dijo, acariciando la mejilla de Ariel — pero quiero que sepas que sé que tus hijos son hijos de Rudy.
—¿Él lo sabe? Ya se lo dijiste.
—Basta, Silphy, por favor. Basta.
—Bien, no seguiré, pero si Rudy se entera de que lo engañaste, no sé cómo va a reaccionar. Yo te perdono, y si cambias de opinión y quieres casarte con Rudy te lo permitiré , solo dímelo antes .
—Estás viendo cosas donde no las hay, Silphy.
—Solo te pediré que no le rompas el corazón a Rudy. Él lo que más ama son los niños y nosotras, y creo que eso te incluye a ti.
—Regresemos, por favor.
—Bien — dijo Silphy, poniéndose de pie y ayudándola a pararse.
Ariel estaba al borde de las lágrimas.
— ¿Por qué lloras, Majestad? ¿Acaso te herí con mis palabras?
—No, solo es porque creo que te perdí como mi amiga para siempre — le dijo Ariel.
Silphy la tomó y le dio un largo beso.
—No te odio. Te quiero mucho, Ariel. Jamás podría odiarte. Solo no le rompas el Corazón a Rudy, menos usando nuestros hijos, ¿entiendes?, puede que si haces eso el jamás te perdoné.
—No lo haré. Le dijo Ariel.
—Bien, será mejor regresar — dijo Silphy, y caminaron unos minutos en silencio con sus bebés en sus brazos.
—¿Majestad?
—¿Sí? —
—Esos dispositivos para ver los recuerdos de Rudy, ¿las pueden usar las chicas embarazadas?.
—Si no hay problemas. No daña al feto. Solo hace que sus mentes se acoplen y puedan ver en los recuerdos de quien tome el tónico A. Recuerda, usen las pulseras, y ustedes tomen el tónico B y Rudy el A.
—Ya veo. —
—Ahí veras que yo no tengo nada que ver con Rudy. — le dijo Ariel.
—Jajaja, mentirosa. Sé que pudiste hacer un tónico que bloquee los recuerdos que él tiene de ti. No me puedes engañar. Recuerda que tenía las mejores notas en la universidad, le dijo Silphy.
—Si lo había olvidado — dijo Ariel, mirando a un lado.—Oye, Silphy, respecto a las chicas, yo(… ).
—No les diré nada. Sin embargo, también se dan cuenta de lo que pasa, No son tontas.
—Entiendo.
—Vamos, Majestad. Sonríe. Si llegas con esa cara pensaran que peleamos.
—Sí, claro.
Justo en ese momento, Rudy salía de una tienda.
—¿Y ustedes que les paso Que se quedaron tanto tiempo ahí? Oscureció y estaban con los niños. ¿Cómo se les ocurre? ¡Puede haber monstruos! —las regaño.
—Ya tranquilizate. Soy reina en magia de agua. Nada hubiera pasado — lo regañó Silphy.
—Bien, tranquila. Qué mal carácter, —dije.
—Vengan, vamos. Aisha está cocinando y huele delicioso — les dije.
—¿Dónde está Alek? — preguntó Silphy.
—Aisha lo mandó a buscar leña seca.
—Oye, Silphy, ¿no crees que tú cuñada y el Dios del Norte, están algo raros entre ellos? —le pregunto Ariel.
—Creo que sí, pero no le digas a Rudy. Él aún lo odia. —le Dijo Silphy
—Oh, está bien — dijo Ariel volviendo a sonreír.
Esa noche, nos quedamos en lo que fue el patio de nuestra casa.
—La noche antes de regresar, cenamos una deliciosa comida que Aisha preparó con una oveja que compramos a uno de los aldeanos y ella y Alex la asaron a las brazas .
Mientras estábamos en la fogata, podía ver cómo Silphy hablaba mucho con Ariel, y esta última se veia algo tímida. Algo muy raro en ella, que siempre es extrovertida y le gusta molestarme tirándome besos cuando nadie la ve . Pero estaba rara y me miraba con vergüenza; de hecho, apenas me habló esa noche, aunque Silphy insistió en que yo estuviera con Edward en mis brazos.
Esa noche, nos quedamos en el terreno de lo que había sido el jardín de mi casa de la niñez ahí tenía la tienda que compartía con mi familia.
— ¿Qué hablaste con Ariel qué está tan rara , Silphy? — le pregunté.
—Nada, solo cosas de amigas. No puedo decirte — dijo, dándome un beso.
—Bien, mañana regresaremos. Crearé un círculo que nos llevará directo a la cabaña que Orsted preparó antes de venir,— le dije
—Bien amor — dijo Silphy quien me abrazó.
—Papá — dijo de pronto Ars.
—Si, hijo.
—Me gustan las tetas de Ghislaine.
—Si, a tus abuelos igual hijo — le dije.
—Hey, idiota, no le digas eso a Ars — me regañó Eris.
—Lo siento, amor, pero tu padre y el mio eran los reyes de los furros.
—Ya duérmete, —dijo estirando la mano por sobre Silphy y dándome un agarrón al muñeco.
Al otro día muy temprano , todo estaba listo para regresar a casa, así que creé un gran círculo mágico conectado a uno más pequeño, el cual borraría el círculo después de un día. Es una nueva forma que tenemos para evitar otro ataque como el del Dios Ogro.
Así que esa mañana regresamos a la Sharia.
Mientras Alex, Doga y yo desarmamos los carruajes, y luego nos transportados a Asúra con los carruajes y caballos, ya que no podíamos ir todos juntos, mis esposas, salvo Silphy, regresaron con los niños a casa, Silphy fue con Ariel a hablar a solas sentadas en el césped mirando hacia la Sharia.
—Bien, ¿y al final qué dices, Majestad? ¿Darás el paso? — le dijo Silphy.
—No puedo casarme con él.
—Eso lo entiendo. Pero me refiero a otra cosa ¿Al final, no le vas a decir que estas embarazada de él?
—Silphy, ya basta, por favor. Te dije que no son hijos de él.
—Tus ojos dicen otra cosa. Como sea, fue un lindo viaje. Gracias por llevarme de regreso a mi tierra natal fueron muchos recuerdos bellos y otros no tanto .
—Siento lo de tus padres, Silphy.
—Lo sé, pero no puedo hacer nada. Nunca supe dónde quedaron sus cuerpos. Me gusta creer que arrojaron sus cenizas al mar, aunque nunca lo sabré.
—Lo siento.
— ¿Puedo cargar al príncipe?
—Claro, toma — le dijo Ariel.
—Se parece mucho a ti — dijo Silphy, mientras Edward se reía. — Papa, mamá — dijo de pronto el bebé y sonrió.
—Dios, tienes la misma risa de tu padre, joven príncipe — dijo Silphy, sonriendo, mientras Ariel estaba muy roja, mirando hacia la Sharia.
—No quiero perderte, Silphy.
—No lo harás. Solo te pido qué si amas a Rudy, no lo hagas sufrir con sus hijos. Es lo único que no me gustaría que hicieras, odiaría qué Edward y ese bebé que llevas en tu vientre crezcan y odien a su padre.
—No lo haré, y ya te dije que, que no, que no, ellos no son sus hi.... umm.
Sabes Silphy, tal vez podría casarme con él en secreto.
—Si lo haces, al menos avisame antes, y no lo hagas con el drogado como cuando concebiste a Edward y nos drogaste esa noche de Ars para meterte en nuestra cama.
—¡Yo, no, no yo, no hice! Yo, umm(…) Espera un segundo. ¡Acabo de darme cuenta de algo! Te acostaste con Lady Nanahoshi, dijiste que sus besos son diferentes a los míos , eso significa que te acuestas con ella, —dijo Ariel con cara pervertida,—¿ y es buena en la cama? .
—Mira la hora que es, —dijo Silphy mirando su reloj —. Voy a hacer almuerzo y preparar todo para esta noche para ver el mundo de Rudy.
—¿El mundo de Rudy? — dijo Ariel, con una risa ya que sabía perfectamente que verian.
—Eeeh, sí. Eeeh, el mundo que él vio en sus viajes, dijo Silphy.
—Claro, ¿segura que ahora no eres tú la que oculta algo? Silphy .
—Claro que no Majestad. Jajajajaja. Nos vemos.
—Claro, espera Silphy.
—¿Sí?.
—No le digas a Rudy nada de lo que hablamos, por favor.
—No lo haré. Sin embargo, si es cierto que lo amas, se sincera con él. Porque si no lo haces(…)
—¿Él jamás me perdonará?.
—Se enojará, pero si te ama, te va a perdonar. Yo hablo del bebé que cargas y el que llevas en el vientre. Ellos pueden no perdonarte. Cuando hecemos las cosas mal, el destino se encarga de darnos una lección.
—¿Aunque lo hicieras por amor?
—Aún así, el padre de Rudy estuvo casi un año sin que Zenith lo hablara después de embarazar a Lilia. Si bien Zenith lo perdonó al final, él no la pasó bien, fue miserable un par de años.
—Entiendo. Adiós, amiga — le dijo, dándole un abrazo. Justamente en el momento que Rúdeus regresaba.
—Bien, todo está listo. ¿Dónde están mis esposas y Aisha? .
—Ellas se fueron a tu casa, y tu hermana y el Dios del Norte fueron a buscar una espada que Alek encargó a un herrero — me dijo Orsted.
—Ya veo. Bien, es hora de regresar. Doga y Alex se quedaron desarmando los carruajes — les dije.
—Vamos — dijo Ariel A su séquito .
—Adiós, amiguito — le dije a Edward.
—No tan rápido. Puedes acompañarme al palacio de plata. Será rápido, lo juro — me dijo Ariel.
—Claro — le dije, y partí a Ars con ella. Una vez ahí, me despedí de todos los chicos y Ariel me guió a un salón, donde me besó apasionadamente.
— ¿Estás bien? Desde ayer estás rara. ¿Silphy te dijo algo? Le pregunté.
—Sí, pero nada malo. Solo recordabamos el pasado. Fue nostalgia del tiempo en que estuvimos juntas en la universidad , solo eso.
—Ya veo. Yo también, a veces, siento nostalgia — dije, recordando que esta noche volvería a ver mi mundo anterior.
—Bueno, te traje aquí para darte algo — dijo recitando un hechizo mientras una pared se abría y sacaba algo de ahí.
—Toma, esto es para ti — dijo, sacando algo de ese pasadizo.
Era una hermosa espada de empuñadura dorada, de dos filos, parecida a la de Luke, pero más delgada.
—No es como las que tenías, pero aún así es una espada mágica, digna del Dios del Cauce a estado en mi familia por siglos, ahora es tuya mi amor . —Dijo Ariel entregandomela
—No puedo aceptarla, Ariel.
—Tonterías. Ahora eres el padre de Edward, pa, pa, padre político, por favor Úsala.
—Bien, te lo agradezco. No sé cómo agradecerte por esto Ariel .
—Vamos a la cama y pagame lo ahí, dijo Braza dome y agarrándome el muñeco .
—Mmm, pero estás embarazada.
—¿Y qué? puedo Hasta los 5 meses.
—Sabían que esto no era gratis — dije.
Cúando estaba por regresar cerca del medio día, Ariel me habló.
—Oye Rudy, que dirías si, si yo, yo, yo ufff si Edward y este bebe, son, son.
—¿Son que?.
Ella se paro desnuda de la cama y me dio un beso, mientras le acariciaba la barriga donde se notaba un diminuto bulto.
—Te amo Rudy, ven a vernos pronto, no nos dejes solos.
—Nunca lo haré, le dije abrazándola.
—Bien será mejor regresar nos vemos amor, dije besándola.
Regresé a la Sharia cerca de la 1 de la tarde y Orsted estaba solo en la oficina .
— ¿Por qué tardaste tanto? Te fuiste hace casi 5 horas — me dijo Orsted.
—Por nada Ariel me dio esta espada , debo ir a casa.
—Sí, claro una espada —dijo mirando hacia aun lado, y así regresé. Cuando llegué, Alek estaba en el patio practicando con mis dos hermanas y papá, además de Eris.
—Grrrr, ese maldito tiene más patas que un alacrán — dije para mi mismo.
Almorzamos esta tarde en familia, incluidos mis padres, Norm y el invitado de piedra, el cual habla solo de aventuras, así que se llevaba bien con papá y Aisha. Norm, por otro lado, me tiene de este porte cada pelota con el tema del oficial de enlace. Ella solo quiere empezar a trabajar, aunque me gusta su entusiasmo. Es bueno que disfrute el trabajo que debe hacer en la aldea Superd.
Esa tarde trabajé con Nana en un nuevo círculo. La idea de ella es traer comida de nuestro mundo. Ella piensa en chocolate, que ya nos queda poco, café, frutas qué aquí no existen como la piña o melones o golosinas que ella extraña, aunque también me prometió una bicicleta . Estuvimos casi toda la tarde en eso, salvo cuando las chicas decidieron dar un paseo con los niños y quedamos solos así aprovechamos de hacer un rapidín.
Mientras nos bañabamos Nana me habló .
—Oye, Rudy, ¿crees que es buena idea regresar a nuestro mundo, aunque sea solo en tu mente?
—Sí, las chicas podrán soportarlo.
—No hablo de ellas, hablo de ti, Rudy. Probablemente verás a personas que amabas en ese mundo, y no sé cómo reaccionarán las chicas cuando los vean. Y cuando interactúes con ellos, tal vez piensen que tú anhelas regresar.
—No, tranquila, no soy estúpido. Y ellas saben que las amo.
—Lo sé, pero me preocupas tú. Ufff, en fin, es una mala idea, pero cuidaré sus sueños estas noches.
— ¿Cómo que noches? Es solo una vez.
—No, Eris insistió que una sola vez es muy poco, que lo harán durante 2 noches.
—¿Cómo te convencieron de esto? — le pregunté.
—Eris me regaló su noche.
—Ooh, chica traviesa. Te gusta poco — le dije haciendo que ellae diera un puñetazo en el brazo.
Esa noche, después de la cena y cuando todos se habían ido, dejamos a los niños durmiendo con Aisha, y yo y todas mis esposas estábamos en mi habitación.
—Bien, ¿y qué hago? — dije.
—Ponte esta pulsera, toma esta poción, la A, y nosotras la B — explicó Silphy.
—Bien. Les advierto algo. Probablemente verán mis recuerdos mezclados con sueños o pensamientos. Supuestamente, estaré consciente de lo que pasa, aun así, no hagan nada tonto como golpear a gente.
— ¿Y por qué me miras a mí? — dijo Eris.
—Hablo en serio, amor.
—Bien, lo que digas. Ya bebe esa cosa — dijo Eris.
—Bien, aquí vamos — dije, tomando un sorbo, y rápidamente empecé a perder la conciencia.
—Bien, es nuestro turno. ¡Cuidanos, Nana! — le dijo Silphy.
—Sí, tranquilas — alcanzaron a escuchar las chicas, que empezaron a perder la conciencia cuando bebieron el líquido.
—Aaa, non nagoen. Esan zuen Silphyk. Dena ilun dago.
Ez kezkatu, hemen nago. Esan zuen Roxyk.
Eta esan nion Eris. Hor ikusten duzu argi bat.
Non dago Rudy?
Nire ondoan bere gorputza eta ilea direla uste dut. Esan zuen Roxyk. Horiek gortinak direla uste dut. Irekiko ditut.
—Rudy, esnatu. Ni naiz Roxy. Non gauden? Gela hau txikia eta arraroa da. —
—Uuum,? que pasa? ¿Que son esas voces? Debo haberme quedado dormido con la tele prendida, ¿quién encendió la luz? — dije, mirando a un lado, encontrándome con una hermosa mujer, delgada de pelo azul y ojos dormilones de un azul como el cielo , una hermosa pelirroja con tremendo cuerpo y ¿una anciana? No es muy joven, tiene el pelo casi blanco, platinado y de cuerpo delgado curvilineo, ¿será modelo? . Deben ser nórdicas. Dios, están en mi cama. Anoche debió ser una noche alocada jejeje . Diosito santo debe estar premiándome con estos bocaditos, después de todo lo que eh pasado — pensé.
—Kaixo, Rudy. Esnatu zara, beraz, hau da zure mundua. —
—Sí, este es mi mundo, estamos en mi habitación . Un segundo, ¿cómo es que entiendo esa lengua? — Cuando me fijé mejor en la chica de pelo blanco me di cuenta de sus orejas. Es, es, es, es.. ¡Es un duende! ¡AAAAAGH! — grité, saltando de la cama y dándome un cabezazo contra la pared.
—Aaaaagh, ¿quiénes son ustedes? Malditas locas.
—Rudy, cálmate, no entendemos lo que dices, dijo Roxy.
— ¿Cómo es que te entiendo? ¿Cómo es que hablo este idioma? ¿Quiénes son mierda ustedes? ¿De dónde son? ¿No me hicieron nada sexual, cierto? ¿Me van a asaltar?.
—Ya cálmate — me dijo la pelirroja, dándome una bofetada.
—Eris, no lo golpees, está confundido y fue lo primero Que te advirtió antes de dormirnos . —la regaño Silphy.
—Eris, ¿de dónde recuerdo ese nombre? Eris. Eris, la diosa de la discordia griega,? ¿Eris, no es un cuerpo más alla de plutón? .
—Ya cállate, imbécil, deja de decir tonterías. Soy tu esposa, y no soy diosa de nada.
—¿Eris, Silphy, Roxy? — dije, calmandome finalmente.
Ya recuerdo, soy Rúdeus Greyrat. Oye, Eris, que demonios, te dije que no golpearas a nadie aquí ¡y fue lo primero que hiciste! .
—Es que te comportabas como un loco, Rúdeus. Empezaste a gritar tonterías .
—Y ¿cómo es eso de que me confundiste con un duende, — me dijo Silphy, con las mejillas infladas.
—Estába confundido mi amor . Mi mente pensaba que estaba en mi otra vida y las olvidé por un segundo — le dije. (esperen un segundo, ahora lo recuerdo, estuve con Ariel aquí, esa maldita espió mis recuerdos, ella sabe que soy un reencarnado, maldita loca y ahora que hago, no ella nunca me a delatado, y no me a dicho nada y eso fue antes que naciera Edward, incluso antes de que la coronaran, tal vez decidió callar, maldita loca deberé hablar con ella cuando salga de aquí, uff calmate Rudy, me decía a mi mismo mientras las chicas miraban mi habitación) .
— Eris, ¿te gustan mis orejas? —le pregunto Silphy con algo de pena.
—Sí, son muy lindas, Silphy, me gusta lamerlas cuando estamos juntas y como las mueves, me encanta, —le dijo Eris .
—Y tu, —me dijo apuntandome con el dedo. —Cuando me las acaricias y mordisqueas cuando hacemos el amor , ¿ lo haces solo por cumplir, Rudy ? — me preguntó Silphy, con ojitos tristes.
—No, amor, claro que no, me encantan tus orejitas . Es solo que Cuando desperté, volví a ser mi otro yo unos segundos y nos las reconocí y me asusté. Aquí no existen los elfos, amor.
— ¿Y por qué dijiste que era un duende? Los duendes son pequeños y no existen, o si existen, en este mundo Rudy?
—No, tampoco. Y ahora que lo dices, ¡qué raro que en nuestro mundo sean un mito también, considerando todas las razas que hay!
—Ya dejen de pelear. ¿Dónde estamos? ¿Esta era tu habitación? Me gusta. Es pequeña y acogedora — dijo Roxy mirando alrededor .
—Yes, ready? 🎶
Welcome to the jungle, we got fun and games🎶
We got everything you want, honey, we know the names🎶
We are the people that can find whatever you may need🎶
If you got the money, honey, we got your disease🎶
It's a jungle, welcome to the jungle
Watch it bring it to your🎶 n-n-n-n-n-n-n-n
Oh ah, I wanna see you bleed🎶.
— ¡AAAAAH, ¿QUÉ DEMONIOS ES ESE RUIDO DE INFIERNO ? ¿DE DÓNDE VIENE? — gritó Roxy mirando a todos lados, ya que tenía parlantes por toda la pieza .
—Tranquila, es solo la radio. La tengo programada a las 7 de la mañana para despertarme — dije, poniéndome de pie y bajando el volumen.
—¿Eso es la radio de la que hablabas? , ¿y la música hermosa, Rudy? . Ese tipo gritaba como si lo estuvieran asesinando x torturando y violando al mismo tiempo — me dijo Silphy.
—Oye, esos eran los Guns and Roses, una gran banda y justo ese tema era pesado, —le dije .
—Esto es genial — dijo Eris, saltando de la cama y mirando mi mini componente. — ¿Para qué son estos botones y esas luces? ¿Qué dice ahí? Mira, Silphy, tiene luces de colores, mira son muy lindas . Es genial. ¡Parecen estrellas! Mira, mira! — decía emocionada como una niña y agarrando a roxy de la solapa mientras la zamarreaba.
— ¿Puedes poner otra música, Rudy? — dijo Roxy, —ese tipo Grita como cuando arrancas una mandragora.
—Bien, bien — dije, buscando una radio de música más suave.
🎶Y amiga mía, princesa de un cuento infinito🎶
Amiga mía, tan solo pretendo que cuentes conmigo🎶
Amiga mía, a ver si uno de estos días
Por fin aprendo🎶
A hablar sin tener que dar tantos rodeos🎶
Que toda esta historia me importa
Porque eres mi amiga, oh no🎶.
—Qué linda música, y esa voz si se puede escuchar. Ese hombre canta hermoso, aunque no entiendo nada de lo que dice, Rudy — dijo Silphy.
—Es música romántica. Se llama Alejandro? ¿Cómo era su apellido? Lo olvidé, pero es español... De España.
Jajaja las chicas sean del Mundo que sean tienen el mismo gusto, pensé.
Y ahí se quedaron escuchando, anonadadas, mientras miraban los colores del equipo de música. Parecían niñas que ven por primera vez el océano. Estaban emocionadas por algo tan simple como una canción de la radio, puse una emisora que solo tocaba románticos, así que estuvieron escuchando, a Luis Miguel, Franco Simonne, Extreme, etc etc .
—¡Oigan, chicas, chicas, OIGAN! —
—No nos grites, Rudy. Esto es muy extraño y mágico — dijo Roxy, que escuchaba la música.
—Es solo música, no tiene nada de mágico.
— ¿Cómo que no? Mira, esa caja emite música. —dijo Silphy.
—Ya les había hablado de ello, y cómo funciona, chicaas, no es nada tan grandioso.
—Sí, pero una cosa es escuchar cómo funciona e imaginarmelo, y otra es ver una de verdad — me dijo Eris.
—Esto es increíble. ¿No puedes recrear esto en nuestro mundo? —me pregunto Roxy.
—No, no puedo. Y aunque pudiera, debería inventar discos y una disquera, y hacer que los bardos graben discos, y eso tomaría años y no tengo tiempo. Desde que se creó la radio hasta lo que están escuchando ahora , han pasado 120 años. Así que no es tan fácil hacerlo de un día para otro.
—Es genial — dijo Eris.
—Oye, Rudy, qué pequeña era tu habitación, y qué desordenado eras . Mira, ¡hay calcetines arriba de tu velador y camisetas sobre ese mueble ! Voy a lavar tu ropa.
—No, Silphy, es un sueño. Este es un recuerdo, no es real.
—Es que me impresiona lo desordenado que eras. Aunque, pensándolo bien, cuando vivías solo en la universidad también eras desordenado.
—Vamos, Silphy, no puedes preocuparte por esas cosas estamos aquí para que veas mi mundo no para lavar ropa de un sueño .
—Yo quiero ver películas — dijo Eris. —¿Cuál de estas cosas es una televisión? — dijo, urgueteando en mi habitación.
—Salgamos a la sala — les dije.
—Dios, Rúdeus, tu casa de este mundo es pequeña, —me dijo Eris.
—Mientras no tenga pequeño el p(...)Pam, Aucht.
—No seas vulgar Rudy, me regaño Silphy.
—A mí me gusta — dijo Roxy. —Es acogedora, y el piso es hermoso con esos dibujos en las cerámicas . ¿Eras rico?
—No, no lo era. Tenía un buen trabajo, pero no era rico.
—Oye, Rúdeus, ¿estas imágenes son fotos?, son increíbles creo que en cualquier momento se van a mover , —dijo Silphy
—Sí son mías de mi familia y amigos.
—Y ¿quiénes son estos tres idiotas de cabello largo? Dios, el más pequeño parece una mezcla de humano y Goblin .
—No le digas así Eris , ese es mi amigo Lucho.
—Qué feo era — dijo Eris.
—No le digas feo, Eris. Es de mala educación. Son los amigos de Rudy — le dijo Silphy.
—Y ¿quiénes son los otros dos pobres infelices ?, preguntó Eris.
—El más flaco es mi otro amigo, Sergio, y el del lado derecho era yo.
—Éste eras tú? Pfffff, jajajajajaja.
— ¿De qué rayos te ríes, Eris?
—De nada. Es que son muy diferentes el y tu, bueno salvo por tu mirada y sonrisa , y además tienes una cara de idiota haciendo ese gesto 🤪🤘, —dijo imitandolo .
—Muy graciosa. Eramos jóvenes ahí, teníamos unos 20 años y ese es un gesto de rockero.
— ¿Jóvenes? Ya eran adultos y hacen poses como si fueran unos pobres e ilusos niños idiotas.
—Jajaja, lo éramos,— dije mira do la foto —Y ya deja de fastidiar Eris . En este mundo, a esa edad aún estábamos estudiando — le dije.
—Estas fotos son increíbles. ¿No puedes replicar lo en nuestro mundo?, dijo mi enanita mirando las otras fotos enmarcadas en la pared.
—No Roxy, con Nana tratamos, pero no sabemos cómo funcionan las fotografías y no pudimos replicarlo.
—Es una lástima.
— ¿Quién es él? — preguntó Silphy, mirando otra foto.
—Oh, ese soy yo, y mi antigua madre. —
—Vaya, aquí te ves diferente, Rúdeus — me dijo Eris. —Tenías el cabello muy corto aquí. No te ves tan idiota. —
—Muchas gracias, Eris . Ya vengan — les dije, llegando a la sala.
—Qué pequeño es aquí — dijo Eris, —pero es bonito.
—Si era soltero, no necesitaba algo tan grande. Además, aquí es caro tener una vivienda. En fin, esa es la TV.
—Es solo una venta pegada a la pared, Rúdeus. Tenias lo mismo en tu habitación. Me imaginaba algo más genial.
—Uuf, eres una niña Eris, —Déjame encenderla.
— ¿Vas a prenderle fuego?
— ¿Qué? No, Eris. La encenderé con el control remoto.
— Eso lanza magia de fuego? — preguntó Roxy.
—Jajajajajaja.
—Deja de reírte de nosotras — me regaño Silphy.
—Lo siento, amor — dije, prendiendo la TV. Justamente estaban pasando por la televisión un videoclip.
— Dios, Rudy, ese demonio baila y canta muy bien — me dijo Roxy.
— No es un demonio. Es Michael Jackson.
—? Es un espectro? — preguntó Silphy.
—Es un humano — le dije.
—Dios mío, ¿y qué le pasó a la cara? — dijo Roxy.
—Cirugía plástica, se operó el resto y lo cambió.
—¡Si, la nariz es rara, parece un cadáver ! — dijo Eris.
—Esto es increíble. Mira, ¡esas personas se mueven! — dijo Roxy emocionada .
—Sí, amor.
—Quiero ver una película — dijo Eris.
—Bien, ¿cuál? Tengo todas estas — le dije, mostrándole mi colección de clásicos en Blue Ray.
— ¿Cuál es El Depredador? — dijo Eris.
—No, yo quiero ver El Señor de los Anillos — dijo Silphy.
—Yo quiero ver Drácula — dijo Roxy.
—No, yo primero. Lo acordamos antes de venir — se impuso Eris.
—Está bien — dijeron las chicas. Así que puse la película.
—Rudy, no entiendo qué dicen. ¿No puedes hacer que hablen en nuestra lengua?
— ¿Y cómo rayos se supone que haga eso Eris?
—Estamos en tus recuerdos. ¿No puedes cambiar el idioma? Después de todo, son tus recuerdos amor, sugirió Roxy.
—Eeeeh, eso tiene sentido — dije, cerrando los ojos y tratando de recordar con la lengua humana.
— ¡Si funciona! — dijo Eris.
Así que estuvieron viendo. Lo primero fue que se sorprendieron al ver a Carl Wheathers.
—Rudy, ¿ese es un demonio? —
—Dejen de decir eso. Es una humano de piel negra. Solo hablemos humanos en este mundo — les dije.
Se sorprendieron cuando vieron el helicóptero y la música de tensión las tenía al borde del asiento.
—¿Quieren beber algo? — les dije.
— ¿Qué tienes? — preguntó Silphy.
—Jugo y coca cola. —
—Queremos jugo — dijeron, — mientras les servía. Escuché un grito de horror.
— ¿Qué pasó? — pregunté, asustado, mientras Silphy y Roxy se abrazaban en el sillón. Cuando miré la TV, el depredador estaba desollando a un personaje.
— ¡Santo Dios! No griten.
— ¡Apágalo, apágalo! — gritaba Silphy .
—No, déjalo. Quiero seguir viendo — dijo Eris con una sonrisa maniaca.
Al final, la película terminó con Eris emocionada y con una sonrisa, mientras Silphy y Roxy estaban pálidas y abrazadas.
— ¿Eso fue verdad, Rudy?
—No, Roxy, es una película. No es real.
—Eso fue aterrador. Ese extraterrestre es aterrador. — dijo Silphy mientras bebía su jugo.
—Es genial. Es lo mejor que ha visto Rúdeus — dijo Eris emocionada, mientras se bebía su jugo como una niña.
—Oigan, ya tranquilas. Es solo una película. ¿Quieren ver Depredador 2? — les dije.
—No no quiero ver más eso — dijo Silphy. — ¿Por qué no salimos a dar una vuelta por tu ciudad? — me dijo con una sonrisa.
—Sí, ¿por qué no? Pero debemos ocultar tus orejas, amor.
— ¿Qué tienen de malo? — me dijo enojada.
—Si las ven, se pueden asustar. No existen los elfos aquí, amor o pueden quedarte mirando raro.
—No quiero — dijo Silphy, quien se tomaba sus orejitas.
—Uuf, este será un sueño sin descanso — pensé.
Paragraph comment
Paragraph comment feature is now on the Web! Move mouse over any paragraph and click the icon to add your comment.
Also, you can always turn it off/on in Settings.
GOT IT