—Io miró a Mónica con cara sombría —dijo con voz ronca—. Tu padre se sentirá decepcionado de verte hacer esto. Fue asesinado por Yu Tian...
—Eres su hija. Debes vengarlo y no unirte a él para hacerte nuestra enemiga. Sabes que harás que todos los desarrolladores se sientan avergonzados.
—Decir esas tonterías era inútil —Mónica lo miró con desdén y dijo fríamente—. Ya que he elegido hacer esto, no lo lamentaré.
—Puedes hacer lo que quieras. No me arrastres contigo. En el pasado, no servía a mi padre. Ahora, no te serviré a ti. ¡Esta es mi elección!
—Io vio que no podía convencer a Mónica, así que resopló y dijo—. ¿De verdad crees que Yu Tian es invencible? Puedo decirte claramente ahora que él es como una piedra en mi mano.
—Él puede hacer lo que yo quiera. Ni siquiera tengo que preocuparme por lo que pueda hacer para cambiar todo.
Mónica sabía que el coeficiente intelectual de este tipo era muy alto. Comparado con él, su gente no era nada.