Maldecir era de hecho una especie de arma.
Yu Tian tenía en su mente un montón de clásicas palabrotas del país oriental, pero era un poco problemático traducirlas al lenguaje común internacional.
Así que tuvo que elegir esas palabrotas que no tenían malas palabras, para luego traducirlas cuidadosamente para que la otra parte las escuchara.
El walkie-talkie civil también estaba a dos o tres kilómetros de distancia, por lo que Yu Tian no tenía que preocuparse por perder a la otra parte.
Mientras conducía, empezó a insultar a la otra parte.