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Yu Tian y los piratas no eran los únicos implicados en la batalla. Los disparos en el otro pueblo también se habían intensificado gradualmente.
Yu Tian no sabía qué estaba pasando allí. Quizá el general Caro pudiera ver algo, pero no podía contactar al General Caro ahora, así que solo podía estar confundido.
La situación no estaba clara. Tenía que darse prisa y terminar lo que tenía que hacer.
Todavía quedaba la mitad del pueblo por delante que no había sido registrado, así que Yu Tian planeaba ir allí y revisarlo.
Aquellos piratas que a menudo salían a trabajar podrían tener teléfonos móviles. Estos teléfonos móviles probablemente estuvieran en las casas de madera del frente, o sobre algunos de los cuerpos.
—Cúbranme —Yu Tian ordenó al asesino que estaba tumbado en el suelo junto a él, y luego comenzó a arrastrarse hacia adelante por el suelo.