** Eli **
Eli iba a preguntarle algo. Sobre cómo hacer que la toalla absorbiera más agua, quizás. Pero en cuanto sus miradas se encontraron, la pregunta se le escapó de la mente, y olvidó todo excepto los destellos en esos hermosos ojos verdes.
Los mismos ojos que lo miraban en aquella ducha mientras ella lo engullía.
Su entrepierna se tensó de nuevo al pensarlo, y se alegró de la toalla de baño que tenía enrollada en la cintura, escondiendo su deseo cada vez más evidente detrás de las gruesas capas. Su cuerpo ya había estado reaccionando demasiado a la presencia de Harper en estos días, y ahora, con esa imagen traviesa grabada tan nítida y profundamente en su mente, solo estaba empeorando.
Esto no estaba bien... Ya no era un adolescente, y tampoco era la primera vez que recibía una mamada. Entonces, ¿por qué no podía dejar de pensar en sus ojos, en su boca, en sus suaves caricias y fuertes embestidas que lo volvían loco?