—En serio, nunca he visto a una novia tan relajada como tú en toda mi vida —Chelsea miraba sin expresión alguna al espejo frente a ella mientras la estilista trabajaba en su trenza, aunque era más que obvio a quién le estaba hablando—. Digo, ¡te vas a casar en menos de cuatro horas! ¡Y todavía tienes ánimo para estar checando tu teléfono todo el tiempo!
Harper levantó la vista de su móvil, devolviéndole una sonrisa tímida a su dama de honor —Bueno, es que no tengo nada más que hacer ahora mismo, ya que soy la última en arreglarme el cabello y maquillarme... Y simplemente me pondré ansiosa si me siento aquí pensando en la ceremonia todo el tiempo.
Chelsea rodó los ojos —No puedo creer que Eli te haya dejado terminar tu novela web la noche antes de tu boda. Eso es buscar distracciones a propósito. Tus lectores mejor que te estén dejando los comentarios más dulces y lindos que hay en el mundo.
Harper soltó una carcajada.