—Un Recordador. —Otro toque de Phloria hizo que el huevo se cerrara y el holograma desapareciera. Entonces, Lith vio uno que mostraba a Phloria jugando con Lucky cuando el mastín todavía era un cachorro, ambos cubiertos de barro de pies a cabeza.
Otro trataba sobre Jirni enseñándole los conceptos básicos de la defensa personal.
—Es como los magos almacenan sus momentos preciosos.
—¿Por qué nunca me los enseñaste antes? —Las dudas de Lith se volvían sospechas.
—Porque esos son mis momentos privados. —Phloria jugaba con su cabello mientras miraba al suelo incapaz de mirarlo a los ojos por vergüenza.
—Ni siquiera los compartí con mis hermanas.
—De acuerdo, vayamos al punto. —Lith cerró el Recordador, resistiendo la tentación de indagar más en su vida.
—¿Estás celosa?
—¿Qué? ¿Por qué lo dices? —La sobresalto de Phloria fue revelador.