Cientos y cientos de Despertados llenaban el cielo mientras los que salían del Portal de Faluel abrían más de los suyos, pero comparados con el titán que se acercaba, eran solo un enjambre de mosquitos.
—Me alegra verte aquí. —dijo Sylpha, las alas de la Armadura de Saefel aleteaban.
—Me alegra estar aquí. —asintió Raagu.
Ella había traído sus mejores artefactos y aprendices, y lo mismo habían hecho el resto de los representantes del Consejo.
—Solo una pregunta. He visto los planos del Grifo Dorado, pero ni siquiera la sabiduría colectiva del Consejo de Garlen pudo encontrar un camino hacia la victoria. ¿Entonces por qué nos han convocado aquí?
—Porque yo sí tengo un camino hacia la victoria. —respondió la Reina, haciendo que los ojos de todos se abrieran sorprendidos— Los Reales han guardado sus secretos durante mucho tiempo, pero eso no significa que nos quedamos quietos y fingimos que todo estaba bien.