Michael condujo primero a su casa, sin estacionarse correctamente salió del coche corriendo hacia la casa.
Empujó las puertas con prisa, gritando su nombre.
Sus pies se detuvieron en un punto al verla salir de la cocina.
Sostenía una toalla en la mano y se secaba las manos mojadas, su cabello estaba recogido y parecía que estaba sudando.
Cuando lo vio, estiró los labios en una sonrisa.
—Te estaba esperando —dijo, brillando tenue mientras dejaba la toalla y se acercaba a él.
Michael jadeó al observarla, atónito,
No esperaba encontrarla en su casa, y menos sonriendo como si no hubiera pasado nada.
Quería decir algo, pero esperó para ver qué haría ella.
Diana se detuvo frente a él y sonrió,
—Preparé algo para que comieras, ¿tienes hambre? ¿Quieres ducharte primero? —Michael la miró impotente.
No podía comprender lo que ella estaba pensando.
¿Cómo es que no le estaba gritando? ¿Acababa de encontrarlo besando a Jade y no estaba molesta?