"Sofie fue la que nos abrió la puerta cuando llegamos allí. Encontré a Dorothy ya tendida en la cama de enferma, sus ojos mirando vacíos al espacio. Me arrodillé a su lado y ella ni siquiera miró, solo siguió mirando a la nada y me di cuenta de que la enfermedad estaba profundamente en su cuerpo.
Me volví para mirar a Sofie —¿Cuánto tiempo lleva así?
—¡Ya lleva una semana! —Sofie sollozó en el borde de su camiseta mientras atraía a su sobrino hacia ella.
¡Maldición! Una semana, ha sido mucho tiempo, no es de extrañar que esté así. ¡Apenas se está aferrando tal como está! —pensé para mí mismo mientras lentamente ponía mis manos sobre su cuerpo, masajeándola para que al menos estuviera consciente de mi presencia.