Chapter 12: El verdadero comienzo

La energía de Iyu estaba un poco por encima de la mitad, por lo que mientras esperaba que se cociera y se sirviera la comida estaba ansioso.

Fue lo único negativo que veía él sobre esta situación del sistema. Estaba siendo demasiado estimulado.

Fabián estaba siendo cortés solo porque sus padres estaban cerca, siempre que veía a Iyu con la boca ligeramente abierta trataba de no reírse, cosa que acababa sucediendo.

Rescatando y salvando a Iyu, la madre de Fabián, Teresa, regañaba a Fabián por reírse de él.

Mientras comían, platicaban sobre diversas cosas, incluyendo su futuro.

"Acaban de enviar un comunicado de que mañana será la primera parte de la admisión de los estudiantes, Fabi dijo que quería estar, ¿tu estarás Iyu?" preguntó Román.

"Por supuesto, ahora que por fin tengo mis poderes estoy más ansioso por entrar a la Escuela de despiertos" dijo Iyu mientras partía velozmente la carne asada.

"Cierto, Fabi me contó que era del tipo bestia, jaja, con mayor razón deberías comer un poco más" dijo Teresa.

"No es necesario señora, creo que es más que suficiente esto que ya tengo" dijo sonriendo.

"No seas tímido…Fabi, trae el resto que cociste" le ordenó Teresa a Fabián.

Unos momentos más tarde llegó con un traste no tan grande en donde la carne con los jugos de la misma hacían que la boca de Iyu se derritiera de solo verlo.

"Jaja, esa cara me recuerda a mi cuando me invitaste a comer por primera vez amor" dijo Román.

"Cierto, jeje" rio Teresa.

Para este punto, Iyu ya había devorado los trozos de carne que se le había dado y viendo esto, Teresa le dio otro tanto más sin que se diera cuenta.

Esos pequeños gestos hacían a Iyu un poco feliz y a gusto con otras personas, es por ese mismo sentimiento que no había hecho algo estúpido antes de tener estos poderes.

Se había planteado huir y jamás regresar, o suicidarse para no sufrir por hambre y los golpes que siempre le daban. Pero en todas las ocasiones donde las iba a realizar, el sentimiento de culpa albergaba su corazón al pensar lo que pasaría con su mejor y único amigo.

Recordando los sucesos en donde vio a su amigo sollozar, sonrió y continuó comiendo.

***

Aproximadamente a las 4 de la tarde, Iyu ya estaba volviendo a su casa.

Cuando ya estaba cerca, vio a dos personas entrando, al parecer ya estaban de regreso Olivia y Marcus. La intuición de Iyu fue de que habían ido al hospital por las heridas de la noche anterior.

Ellos al ver que Iyu se acercaba, caminaron lo más rápido que podían para no verlo de nuevo.

Él al ver esto sonrió. Era una nueva sensación que se estaba volviendo adictiva, ser superior a los que alguna vez lo trataron como basura, causándoles miedo.

Iyu entró con calma a la casa con un rostro sereno, vio a Olivia y Marcus de reojo y se fue al cuarto.

Ya no tenía nada más que hacer, así que se echó a la cama y miró el techo durante un buen rato, hasta que el cielo se oscureció y ya bastante tarde.

Lo único que se le ocurrió hacer era dormir, dado que al día siguiente iba a ser la primera prueba, debía dormir.

Y así es como volvemos al presente, con un Iyu que no había consolado el sueño y estaba a 4 horas de ir a la escuela.

"No puedo siquiera cerrar los ojos, mierda" gritaba internamente Iyu.

[Si tanto quieres descansar, voy a noquearte hasta que sea hora de ir a la prueba, ¡más te vale hacer una buena actuación!]

Iyu se sentía ligeramente aliviado, pero antes de pensar en cualquier otra cosa, sintió la necesidad de cerrar sus ojos y caer en el dulce país de los sueños.

Ya dando las 7, Iyu se sintió renovado, aunque solo había dormido 3 horas.

Apenas se levantó, agarró todo lo necesario para la prueba y unas cuantas libretas por si había clases después.

Mientras Ervs y Lily apenas se levantaban para el desayuno, Iyu ya estaba vestido y estaba saliendo para irse a la escuela.

Los gemelos le mandaron miradas de odio mientras pasaba por la sala.

Iyu en estos días iba más temprano a la escuela para completar sus misiones diarias, como hoy no quería desperdiciar su energía, no los hizo y se dirigió directamente a la escuela.

Ahí en la entrada, se podía ver un cartel donde se recordaba la gran prueba, donde varios cambiarían sus vidas para mejor.

Iyu entró con una gran sonrisa y pasó para registrar su nombre. Esta prueba solo lo podían tener los segundos y terceros años. Algunos maestros mandaban recomendaciones para que estos estén registrados días antes y no tengan que luchar por sus lugares.

Al llegar temprano, Iyu pudo registrarse sin ningún problema y seguir tarareando feliz mientras esperaba el llamado oficial en su aula.

La hora de entrada era a las 8, pero dado que hay alumnos que viajaban para llegar, permitían el acceso desde las 7:30. Iyu ya tenía 15 minutos en el salón y ya habían otras diez personas.

Algunas estaban platicando sobre la prueba, otros sobre las otras escuelas de diferentes áreas que querían y algunos del probable examen de conocimientos.

Iyu estaba sonriendo mucho más de lo que había sonreído en 4 años y al ver a Fabián con una sonrisa de oro triunfante soltó la risa.

Varios lo miraron por mucho tiempo. Al que nunca habían visto ni una pizca de felicidad estaba riendo. O se acababa el mundo o llegaba la divinidad a iluminarlos.

Y después de ese momento incómodo para algunos y chistoso para otros, a las 8:30, la bocina de todos los salones de segundo y tercero anunció la prueba.

Todos los que pudieron registrarse se levantaron con seguridad y altivez.

Se reunieron en uno de los campos de la escuela. Todos los estudiantes, incluido Iyu, Fabián y los gemelos se sorprendieron de toda la gente que los estaría observando.

"¡¡¡BIENVENIDOS ESTUDIANTES A LA 16 PRUEBA PARA ENTRAR A LA PRESTIGIOSA ESCUELA DE DESPIERTOS BESTIA Y ELEMENTALES DEL SECTOR 4!!!" dijo un presentador.

Con ese anuncio…¡La prueba a comenzado!