—En aquel paisaje alienígena y desolado, la lluvia finalmente llegó mientras el grupo seguía avanzando.
Alex se volvió para revisar a Abigail, quien estaba detrás de la línea del frente. Cuando vio que ya llevaba puesta la capa de plata que Alicia le había dado y que la lluvia parecía no molestarla, sus ojos oscuros brillaron antes de que devolviera la mirada hacia delante.