—¿Podría el amor cambiar a las personas? ¿Estaba realmente tan enamorado? Sabía que esos ojos no le mentían, pero de todas las personas, nunca esperó que Huo Shen se enamorara, pero por la forma en que la miraba a ella y la forma en que ella lo miraba a él, era evidente.
—No existe la relación perfecta y ¡no la espero! Solo necesitamos intentarlo y hacer lo mejor el uno por el otro... —murmuró suavemente la Princesa Aryana mientras se balanceaban de lado a lado perezosamente. Solo podía conformarse con lo mínimo, pero Huo Shen siempre había sido su estándar.