"El día siguiente.
Había un banquete en la sociedad de clase alta y Xenia Jaak estaba extremadamente aburrida, paseando.
Ella era la Señorita Jaak, y con su temperamento ardiente, nadie se atrevía a provocarla.
Al llegar a una esquina del salón, Xenia escuchó una conversación en el interior. Justo cuando estaba a punto de irse, escuchó una voz masculina desde el interior —Señorita, si no escuchó claramente, puedo repetirlo.
Xenia sintió que había escuchado esa voz antes, pero no podía recordar dónde.
El hombre alzó la voz —Mis requisitos son muy altos. Mi novia debe ser guapa, tener buen cuerpo y también ser capaz de ganar dinero. No debe depender de mí, debe ser sensata. Puedo llamarla y despedirla cuando quiera. Cuando estoy ocupado, debe mantenerse lejos y no perturbar mi vida.
Xenia:
...
¡Maldición! ¿Quién es este tipo? ¡Tan estúpido!