Chapter 14: Capítulo 14: Echa un vazo a la pagoda (2)

Yu Qi, junto con Bo Ya, entró en el ascensor. La puerta se cerró. Yu Qi miró a su alrededor y reflexionó sobre este ascensor. «¿Cómo funcionaba?» Era realmente extraño. Luego sintió que el ascensor se detenía y se abría la puerta. Salió seguida de Bo Ya detrás de ella. Solo había una puerta frente a ella.

Puso la mano en el pomo de la puerta y la tiró para abrirla. Se quedó muy sorprendida al ver la escena frente a sus ojos. Esta puerta parecía llevarla a otro mundo. Había un edificio frente a ella. Lo reconoció. Parecía un laboratorio o un hospital.

—Bienvenida maestra, este es el mundo médico. Puedes elegir lo que quieras aprender aquí. Puedes elegir tantas cosas como quieras. No hay límite para ello —se pudo oír la voz de Mary.

Yu Qi observó su entorno y vio el mismo espejo de patrón que había encontrado antes. Se acercó al espejo. Solo que no vio su propio reflejo sino una pantalla táctil. Parecía una computadora. En esa pantalla, había muchos temas médicos de los cuales podía elegir. Hizo clic en Hierba China.

—La maestra ha elegido el tema de Hierbas Chinas. Puedes entrar a ese edificio. Encuentra una sala llamada sala de aprendizaje. Ahí podrás aprender sobre las hierbas chinas. La lección comenzará cuando entres a la sala. Si quieres detenerte, solo sal de la sala. Si deseas practicar lo que has aprendido, puedes ir a una sala de práctica —Mary le explicó a Yu Qi.

Ahora Yu Qi realmente quería conocer al verdadero maestro de este espacio. El sistema parecía muy sistemático. Caminando hacia el edificio que parecía una especie de hospital, entró y encontró la sala llamada la sala de aprendizaje.

Se sentó en la silla vacía. El momento en que se sentó, apareció una pantalla grande con una voz. La voz comenzó a darle una conferencia sobre las hierbas chinas. Ahora, se sentía como una estudiante universitaria.

La lección fue muy útil. Para aprender sobre la hierba, uno debe conocer la hierba. La observación, el tacto, el olfato e incluso el gusto eran muy importantes. Durante la lección, cuando la voz le explicaba sobre la hierba, también le habían dado la hierba verdadera.

Bo Ya se sentó tranquilamente al lado de su maestra. Mirando a su maestra, parecía muy feliz con este espacio. Él creía que su maestra vendría aquí todos los días. Aunque su maestra no pueda pasar tiempo jugando con él, él estaba totalmente satisfecho cuando ella estaba con él delante de sus ojos.

Yu Qi se levantó y estiró su cuerpo. Había escuchado una conferencia durante unas 3 horas. —Gracias por la conferencia —hizo una reverencia a la pantalla y salió de la sala.

—Debería salir ahora. Ya han pasado tres horas desde que entré al espacio. La señora Sheng definitivamente vendrá a verme en esa sala —se siguió estirando mientras salía.

—Se me olvidó decir que en este espacio el flujo del tiempo es diferente al del mundo exterior. Un día afuera es igual a tres días adentro. La maestra solo pasó tres horas en este espacio, lo que significa que solo ha pasado una hora en el exterior.

—¿Qué? ¿De verdad? Es muy conveniente. Entonces quiero pasar una hora más aquí dentro. Vi algo como un pequeño jardín fuera de la pagoda. Quiero echarle un vistazo —habló con excitación.

Bo Ya miraba a su maestra. En este momento, su maestra parecía un niño que había encontrado algo interesante con lo que jugar. Era muy diferente a cuando estaba fuera del espacio.

Al salir de la pagoda, Yu Qi vio un pequeño jardín. Cuando se acercó al jardín, no era un pequeño jardín. Era muy grande. Contenía muchos tipos de plantas. Frutas como naranjas, manzanas, incluso uvas y fresas también crecían aquí. Algunas verduras también estaban plantadas aquí.

—¿Quién plantó todo esto? ¿Quién es el responsable de cuidarlas hasta que lucen tan bien? —miró a Bo Ya.

—Yo. Las planté con la semilla que el anterior maestro me dejó. Es como mi pasatiempo. Oh, la maestra puede llevárselas. Puede comérselas o venderlas —Bo Ya respondió tímidamente mientras se rascaba la nariz—. Se las ofrezco.

—¿En serio? Fue tu duro trabajo —por supuesto, Yu Qi se sintió vacilante. Bo Ya trabajó muy duro para plantarlas y cuidar de ellas.

—Maestra, solo tómelas. De todos modos nadie las come. Las planté hace mucho tiempo. Crecieron bien hasta que se detuvieron en un cierto punto, pero la fruta y la verdura siguen frescas y no se pudrirán. También traté de recoger algunas y volvieron a producir frutas —le animó.

—Vaya, interesante. Déjame probar algunas —Yu Qi cogió una fresa y la comió—. Era muy sabrosa. El sabor era mucho mejor que el de las fresas del mundo exterior.

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