Lu Xinyi respiró hondo y se estremeció. Las mariposas en su estómago se negaban a calmarse mientras esperaba que Shen Yi dijera algo. Debía prepararse para su respuesta. Si él...si él no se sentía de la misma manera, tal vez ella debería aprender a no amarlo.
Ella había hecho todo lo posible por calmar sus sentimientos, diciéndose a sí misma que eso solo complicaría las cosas entre ellos. Que no era algo digno de llorar. Ella permanecería casada con él durante un año, tal como habían acordado, y luego lo dejaría.
Lu Xinyi deseaba no sentirse así por él, que su corazón no se detuviera cada vez que lo veía dormir temprano en la mañana, cada vez que él la honraba con sus inusuales sonrisas... Esa mirada en sus ojos no la hizo sentir débil y llenó su estómago de mariposas.