Era hermosa. Shen Yi sintió que se enamoraba de nuevo de ella, cuando caminaba a su lado. Lu Xinyi se ruborizó, mientras que tragaba nerviosamente. El vestido le quedaba perfectamente al cuerpo, el material sedoso y traslucido suelto detrás de ella. Los colores se complementaban con la pálida piel, el pelo enrulado y suelto que caía sobre su espalda y alrededor del rostro. Los delicados pies se movían en silencio y los tacos crujían sobre el piso.
Shen Yi parpadeó algunas veces, antes de poder recobrar la compostura y saludarla antes. Respiró hondo varias veces para estabilizarse, antes de caminar con ella, los pies de ellos caminando al unísono hacia el elevador.
Cuando salieron del hotel y esperaban a que los recogiera el auto, la suave brisa de la noche de verano peinaba el pelo de Lu Xinyi. Instantáneamente, con la mano se agarró un mechón de pelo y se lo colocó detrás de la oreja.
—Xinyi.