Lu Xinyi se dio cuenta de que todavía era el mismo lugar viejo, cuando ella y Lu Xiulan entraron a la confitería Plato agradable.
¿Agradable? ¡Ja! Ese lugar era el infierno en la tierra. Habían cambiado las decoraciones, el ambiente, el cual ahora era lindo, y los deliciosos postres que ofrecían, pero los empleados todavía trabajaban excesivamente y cobraban salarios injustos. Incluso, las propinas que daban los generosos clientes, nunca llegaban a las manos de los empleados.
—¿Xinyi? Viniste —le saludó una de las compañeras de trabajo de Lu Xinyi. Ella solo asintió y guió a Lu Xiulan adentro. Las compañeras de trabajo sentían un poco de curiosidad. Sabían que algo estaba a punto de pasar y lo podían sentir en el aire.
Se sentaron en la mesa cerca de las ventanas para apreciar el exterior, mientras que pedían. Lu Xinyi le pasó el menú a su prima y miró la lista familiar de postes con desprecio. Las creaciones de su padre se las había llevado descaradamente su ex novio de sus libros.
—¡Lu Xinyi! ¿¡Tienes valor para aparecerte por aquí?! —Xuan Shu se detuvo al lado de su mesa y la miró a Lu Xinyi con odio en los ojos. La vieja mujer echaba humo del enojo porque Lu Xinyi se ausentó una semana sin avisar antes.
—¿No te llame anoche para decirte que renunciaba? ¿Así es como tratas a los clientes? ¿Les gritas? —le respondió Lu Xinyi sin dejar de mirar el menú.
Si Xuan Shu creía que podía pisotearla de nuevo como había hecho su hijo, Gong Yijun, estaba muy equivocada. Estaba a punto de empezar la venganza y no iba a perdonar a nadie.
—¡Insolente! ¿Así es como le hablas a los mayores? Sin duda alguna, eres como tu madre, ¡una decepción! —Xuan Shu se burló de Lu Xinyi.
Lu Xiulan estuvo a punto de contestar, cuando Lu Xinyi le tocó la mano y negó con la cabeza. La pelea era de ella y su prima no debía enojarse por el insulto acerca de la madre de Lu Xinyi que había dicho la vieja mujer.
Xuan Shu sonrió con suficiencia mientras que se burlaba de Lu Xinyi. Si no fuera por su hijo, la habría hecha a esa mujer del lugar. El solo pensamiento de poder humillar a Lu Xinyi, causaba que le brillaran los ojos.
Obviamente, había escuchado que esa mujer había terminado con el idiota de su hijo. Si era honesta, realmente, le gustaba más Meng Jiao para su hijo que esa mujer.
Lu Xinyi permaneció calmada, a pesar de que los ojos destellaban con intención fría y asesina ¿Cómo se atrevía esa bruja del mar a insultar a su fallecida madre? Había tolerado los insultos de esa mujer por mucho tiempo por Gong Yijun, pero, como en ese momento estaban separados, no había razón para detener su mordaz lengua de contestarle.
—Ah, sabes, creo en el respeto a los muertos. Por lo que respeto a mi madre. En cuanto a ti…—dijo curvando los labios en una sonrisa maléfica—. Solo podría respetarte si estás muerta. Por favor, dile a Yijun que me envié un mensaje una vez que hayas muerto. Sin ninguna duda, le daré mis respetos.
—Tú…—Xuan Shu se quedó sin palabras. Nunca se imaginó que Lu Xinyi le contestaría, ni que pudiera ser capaz de devolverle los insultos.
Se miraron una a lo otra. Una estaba sorprendida y la otra miraba con una sonrisa amenazadora. Xuan Shu había sido tomado por sorpresa. Nunca antes había visto ese lado de Lu Xinyi. Era como si fuera una mujer diferente.
—Xiulan, vámonos. Perdí el apetito. —Ya había hecho lo que había ido a hacer allí, así que no tenía sentido quedarse más tiempo.
—De acuerdo, vamos a otro lugar. Nunca más les recomendare este lugar a mis amigos. Nunca pensé que la dueña tenía una actitud como esa —dijo Lu Xiulan.
Obviamente, algunos clientes habían observado y escuchado la charla y escucharon como Xuan Shu había insultado a la ex empleada. Negaron con la cabeza al estar de acuerdo con lo que dijo Lu Xiulan.
Lu Xinyi se quedó en silencio y estaba a punto de irse del negocio, pero cuando ella y Xiulan había llegado a la puerta, vio a Gong Yijun y Meng Jiao entrar. Parecía que el encuentro no iba a poder evitarse.
Tanto Gong Yijun como Meng Jiao vieron a Lu Xinyi. Él se sorprendió de encontrarse con ella en aquel lugar. Pensó que Lu Xinyi nunca más volvería a aparecer por allí, que evitaría encontrárselo en cualquier lugar.
Lu Xiulan vio a su prima paralizada y tiró de ella aún más cerca, en caso de que Gong Yijun intentara hostigarla.
Meng Jiao se agarró del brazo de Gong Yijun y analizó la situación. Vio que Lu Xinyi estaba con la prima. Miró a su ex mejor amiga con evidente desprecio. Lu Xinyi era mejor que ella en casi todo, pero ahora que tenía a Gong Yijun, Lu Xinyi nunca podría estar por encima de ella.
Gong Yijun se sentía un poco nervioso y feliz de ver a Lu Xinyi y sacó la mano de Meng Jiao de su brazo y caminó hacia Lu Xinyi.
Lu Xiulan caminó hacia adelante y empujó a su prima hacia atrás suyo para no dejar que él la tocara. Dios sabía que pasaría si Shen Yi se enteraba que Gong Yijun se atrevió a tocar a su esposa.