Lu Xinyi no esperaba que la Academia Silver Leaf estuviese llena de espectadores, a comparación de los exámenes preliminares. Ella sabía que la competencia de este año había generado un montón de interés, pero aún así no pensó que el evento del examen final fuese tan grande. Como el derrocamiento de la familia Liu fue el centro de atención por más de una semana, más gente sentía curiosidad acerca de los principales examinados de Silver Leaf.
Obviamente, ella no le temía a las competencias; y, para ser honesta, no sentía esta emoción y adrenalina desde hacía años. En comparación con los otros examinados, ella quizá no era tan buena; pero creía en sí misma. ¿Por qué habría de asustarle dar la pelea cuando sabía que siempre sería la número uno para Shen Yi y su pequeña familia?
—¿Estás nerviosa? No has dicho nada desde que dejamos la casa —comentó su esposo mientras ella observaba la multitud creciente en la entrada del estadio de la academia.