Bueno, eso fue decepcionante. Realmente quería sorprender a su esposa, pero su intento había fracasado miserablemente. Si hubiera sabido que esto habría terminado en un fallo épico, Shen Yi hubiese preferido llevarla a algún exclusivo buffet libre. Su pasta con pollo al ajillo debiese haber sido fácil de cocinar, ¡y aún así le falló con creces!
Su boca se enderezó. Se paró sin decir palabra, cogió los platos y, sin dudarlo, tiró la nauseabunda comida a la basura. Realmente odiaba desperdiciar comida, pero esta vez era su propia culpa que esto haya terminado siendo no apto para el consumo.
Los labios de Lu Xinyi formaron una sonrisa. Conocía a su esposo y podía ver que estaba decepcionado de sí mismo. Oh, pobre esposito. Ahora lucía como un perrito pateado por su amo. Shen Yi volvió a la mesa y se bebió el resto del vino rápidamente.