—Xin'er tiene razón, Qiyan. Lamentamos recortar algunos recursos para Luz de Estrella, pero eso no significa que permitiremos que fracases. El futuro de la Colección Luz de Estrella cae en tus manos. Si no puedes salvar la marca tú misma después de esto, los sacaremos del proyecto y le daremos Luz de Estrella a otra persona para que lo gestione —dijo Sun Mingai con desdén en sus ojos.
Ella creía que ni Sun Feiyan ni Sun Qiyan podían dirigir la compañía. Sun Feiyan podría estar bien educado en el extranjero, pero su atención se centraba más en las leyes corporativas, que solo pudieron salvar a la Corporación Sun de entrar en acuerdos y contratos injustos, mientras que Sun Qiyan era como un niño mimado que se le dio una gran obligación en Luz de Estrella, solo para que ella arruine los esfuerzos de su madre en eso.
El ambiente dentro de la habitación era sofocante.