Mathias Cartel era un joven tímido, que no era bueno conversando con los demás.
Sus habilidades sociales eran incluso peores que las de Nial, lo que hacía la situación bastante extraña en el momento en que terminó su presentación.
Sin embargo, en lugar de permitir que la incomodidad continuara por más tiempo, Nial le respondió con una sonrisa.
—De acuerdo, Mathias, puedo llamarte así, ¿verdad? —Asintiendo con la cabeza, Mathias estuvo de acuerdo sin decir nada y comenzó a jugar con su cuchara. Notando su vacilación, Nial continuó conversando mientras preguntaba con curiosidad,
—Si no es algo demasiado personal para preguntar, ¿cómo es que tienes este refrescante olor a tierra a tu alrededor?
Nial podía adivinar la respuesta a esto, pero había numerosas posibilidades.
Además, necesitaba un tema del cual hablar, por eso preguntó lo primero que se le vino a la mente.