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9.22% Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo / Chapter 19: Volumen 2: Capitulo 19

Chapter 19: Volumen 2: Capitulo 19

Al siguiente día los treinta y dos mil elfos se encontraban formados delante de las puertas de Arkan.

Mara y Yossu estaban en frente de todos los soldados.

Izet y el buque se encontraban encima de su rey.

Luprel y toda su familia yacían detrás de la formación elfa.

Yossu empieza a prepararse para la guerra.

Se lanza así mismo un sinfín de encantamientos.

Hace dos saltos.

Luego se mueve una vez para cada costado.

"Los encantamientos funcionan bien, incluso mejor que en el juego, creo"

Tras haberse preparado, decide dedicar algunas palabras a todos los elfos que tenía detrás.

Para ello, se da vuelta y los mira con gran seriedad.

Al mismo tiempo abre sus alas hasta el punto de dejar sorprendido a todos los que tenía en frente.

Hubo un segundo en que se escucho un pequeño grito en todo el silencio halagando esas inmensas alas y esta voz le pertenecía a Lisa, que estaba detrás de todo el ejército elfo.

"¡DEJEN DE MIRAR HACIA ABAJO!"

Ese grito provoca que muchos dejen de pensar en otras cosas y solo lo vean con atención a el. En simple palabras era una forma de llamar la atención, lo mismo había hecho con la alas hace un rato.

"¡MIREN HACIA EL FRENTE!"

"¡HACIA DONDE ESTAN LOS HUMANOS!"

"¡NO TENGAN MIEDO!"

Las expresiones elfas empiezan a cambiar con esos gritos.

"Llego la hora pueblo elfo…!"

"¡LLEGO LA HORA DE DEMOSTRAR QUE LOS ELFOS PUEDEN DEFENDERSE DE LOS HUMANOS!"

"¡LLEGO EL MOMENTO DE LUCHAR Y DEJAR SALIR TODO LO QUE SIENTEN¡"

"¡HAYA EN FRENTE ESTA EL PAIS CAUSANTE DE QUE SUS AMIGOS, HERMANOS, PADRES Y FAMILIAS SEAN TRATADAS COMO MEROS OBJETOS DE VIOLACION Y MALTRATO!"

"¿No creen que esto ya debe acabar?"

Pregunta a propósito con una sonrisa que desbordaba de su rostro al ver lo motivado que ahora estaban los soldados elfos.

Tras esa pregunta los elfos responden con gritos de guerreros e insultos hacia los humanos.

"Bien, bien, ahora si se ven como un verdadero ejército" Dice Yossu mientras los ve a todos ansiosos y con sonrisas desquiciadas, que demostraban la inmensas ganas de cazar algunos humanos.

"¡Vengan, ya es hora de avanzar hacia donde se encuentra el ejército imperial Leville!"

Con esas palabras del propio Yossu, el buque y el ejército elfo empezaron a avanzar hasta ponerse frente a frente con el ejército enemigo.

Los dos estaban frente a frente.

Tan solo había algunos metros de distancia entre ambos.

Mientras los elfos estaban preparados para una lucha a muerte sin importar lo que perdieran, los humanos se quedaron anonadados con la apariencia del ser que guiaba a los elfos.

Una postura imponente y dos pares de alas inmensos de colores distintos.

Además, causo basta impresión el ser sobre el que montaba.

Yossu yacía encima de algún tipo de lobo espectro de color oscuro con celeste, parecía un espectro en todos los sentidos y verlo encima de eso lo hacía ver mucho más imponente.

El rey de Orbis dio varios pasos hacia delante encima de su bestia.

Ante la duda y miedo los soldados imperiales apuntaron sus armas contra el.

Yossu respondió a su ofensa con una mirada seria y fría por parte de sus ojos rojos.

"¡Soy el rey de reino Orbis y solicito un duelo con su general!"

En frente las filas de soldados con armaduras se empiezan a abrir hacia los costados y de ellas se ve como dos jóvenes caminan por el medio acompañado de otras persona.

Los único en acercarse mucho mas fueron los dos jóvenes, que Yossu reconoció al instante tras verles las armaduras.

"¡Si deseas un duelo deberás enfrentarte a nosotros dos!"

"Somos hermanos y los dos luchamos juntos, ¿algún problema?"

Sus palabras tenían una gran determinación y seriedad.

Los dos miraban con expresión de estar dispuestos a todo.

Esas caras sacaron sonrisa en Yossu.

"Parece que esto será divertido"

"Esta bien. Acepto, haremos un PVP de 2 vs 1. No tengo problema de enfrentarme a dos pequeñas hormigas."

Dice emocionado el rey de Orbis.

Las primeras palabras molestaron a los dos príncipes.

Teryes el hermano mayor estaba a punto de preguntar sobre eso de PVP, pero se lo guardo para si mismo.

[Yossu] "Bien, ya es hora de comenzar!

Dice con una sonrisa desbordante el rey.

[Soyo] "Vamos a sacarte esa sonrisa de demonio, repugnante Demi-humano"

[Yossu] "Ya quiero ver que tal pelean las hormigas"

Antes de que diera inicio la batalla, los ejércitos se retiraron varios metros hacia atrás para que ninguno tuviera alguna posibilidad de intervenir.

La batalla da inicio.

Yossu estira su mano hacia un lado y un inmenso círculo oscuro en forma de agujero negro aparece.

De allí aparece un arma.

Se trataba de una espada distinta a una normal y de un color espectral.

El color principal era oscuro y en varias partes tenía un violenta oscuro.

"Hacia tiempo que no veía mi arma principal o más bien hacia tiempo que no tenía oportunidad de usarla. Se trata de Paradoxum, un arma capaz de cambiar a cualquier tipo de arma que yo desee, además, tiene la habilidad de transformar todo lo vivo en muerto. Es un arma de clase Estelar, es decir, un objeto de la clase mas alta en Stelaris"

Yossu se había quedado mirando la espada, sin embargo, mientras no sacaba su mirada de ella ve de reojo una espada que se dirige hacia donde estaba.

"¡WoW!"

"Podrías al menos haber esperado un rato"

Le dice Yossu a Teryes que no dejaba de atacar con su espada.

Yossu se defendía con total facilidad, es mas, las detenía sin pura gana.

Desde el punto de vista de Yossu la habilidad de espada de este chico era buena, pero le faltaban miles de años para poder alcanzarlo.

Es más, todos los ataques de los que se estaba defendiendo los veía en cámara lenta.

Su velocidad para esquivar era tanta, que un ataque lento no era para tanto.

"¿En serio eso es todo lo que tiene el futuro rey de Leville?"

Esas palabras hicieron enojar a Teryes, que se lanzo con mayor fuerza a atacar.

Incluso se lleno su mano de fuego y se lanzo a pegarle hacia abajo, pero cuando estaba a punto de golpearlo su fuego se disipó como nada.

Se quedo impactado por eso.

No sabia lo que había sucedido.

Sin embargo, al ver la sonrisa del rey de Orbis se dio cuenta de que algo había hecho el Demi-humano.

Se enojo de ver eso, pero recordó algo.

Al instante dio varios pasos hacia atrás y se movía hacia un costado.

Detrás de el había estado su hermano preparando una gran magia.

Para cuando se corrió Teryes, Soyo estaba a punto de disparar contra el demi-humano.

Se trataba de magia de agua.

Soyo tenía tanto mana, que no necesitaba de un lago para atraer agua.

El disparo salió con una fuerza inmensa hacia lo del rey de Orbis. Parecía un cañón de agua.

Cuando Yossu estaba a punto de ser golpeado, suspira levemente.

Transforma su espada en un escudo y eso provoca que el fuerte disparo de agua se divida en dos y hacia los costados, haciendo que ninguna gota moje sus preciosas túnicas.

Eso dejo impactados a ambos humanos.

No entendían lo que había sucedido.

Mientras tanto Yossu meditaba triste.

"Me parece un poco tonto que haya usado el escudo para cubrirme de una insignificante magia de agua, pero no tenia más opción, quería usarlo desde hace tiempo, no me aguantaba."

"Otra de las habilidades de mi arma es que ninguno magia puede ir contra ella, es mas, todo tipo de magia intenta esquivar mi escudo por instinto."

"Ya me canse de esquivar, ahora es mi turno de atacar"

Transforma rápidamente su escudo en un arma y se lanza a gran velocidad contra Teryes.

De un segundo a otro había aparecido en frente de él y el heredero de Leville había quedado tan sorprendido, que se había olvidado de algo tan simple como la defensa.

Para cuando se dio cuenta fue muy tarde.

No obstante, gracias a la magia de su hermano menor, un gran escudo dorado apareció en frente para protegerlo.

Para su mala suerte, Yossu desmantelo al instante el escudo, pero esta vez Teryes logró cubrirse por pura suerte.

El príncipe salió volando hasta lo de su hermano.

Cada uno de sus dedos había quedado doblado debido por la fuerza que retuvo.

Al ver sus dedos se abrumo.

Estaba asustado y con miedo.

Sin embargo, su orgullo de príncipe lo sacó del mal momento.

"¡Golpéame en la cara, hermano!"

Le dice enojado consigo mismo.

"¿¡Para que!?"

Grita intrigado Soyo.

"¡Tan solo hazlo!"

Grito Teryes.

Ante eso no dudo y le dio una gran cachetada.

Así se enfureció y se preparo de vuelta para la batalla.

Mientras ellos hablaban y perdían el tiempo, Yossu guardo su arma y cambio a la magia.

"Haber si pueden defenderse de esta mísera magia"

Al momento que dice eso una bruma oscura sale disparada de su mano, la cual era invisible a los ojos de los demás.

Teryes corría como loco hacia el demi-humano y Soyo preparaba su siguiente gran ataque.

No obstante, no llegaron ni a hacerlo.

Antes de que llegaran a completar su ataque la magia de Yossu los había alcanzado.

Sus cuerpos habían quedado paralizados y una inmensa cantidad de sangre brotaba de sus orificios.

Sus ojos se nublaron de rojo y su entrepierna también se lleno de sangre.

Los oídos, nariz y boca parecían fuentes de sangre tras toda la que salía.

Estaban vivos, pero a duras penas.

Su cuerpo había sido completamente destrozado por dentro.

Lo poco que veían lo veían en rojo.

Miraban como lentamente se acercaba hacia ellos sin poder defenderse.

Yossu apretó la mano con la que había lanzado su magia y las cabezas de los dos cayeron hacia un costado.

La sangre no dejaba de salir hacia arriba por el cuello.

"Al final si me divertí usando magia contra ustedes"

"Pero creo que fue demasiado para ustedes esta magia"

Los elfos no dejaban de gritar de alegría y los humanos no sabían que pensar, estaban quietos en sus lugares procesando lo que acababa de ocurrir.

-CONTINUARA-


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Chapter 20: Volumen 2: Capitulo 20

En la parte de atrás del ejército elfo se encontraba la familia real.

Allí estaban Luprel, Alen y Lisa aplaudiendo emocionados y contentos al ver desde donde estaban la derrota aplastante de los dos hijos del emperatriz loca.

Ahora que su comando había caído, los soldados tendrían que retirarse y volver a Leville.

No iba a haber necesidad de enfrentarse a los humanos y nadie iba a perder su vida en vano.

"Al fin pudimos vengar la muerte de la reina elfa. Todo gracias a Orbis"

Entre la alegría dejaba salir las lágrimas.

Al fin podía vengar la muerte de su amada y ya podía dejar de sentirse deprimido por ello.

Luprel podía estar en paz con su fallecida esposa.

Esas lágrimas de felicidad eran muy contagiosas.

Tanto así, que Lisa y Alen al verlo no pudieron contenerse.

No hizo falta que su padre dijera el motivo de su llanto para saber que se trataba de su querida madre.

Entre sentimientos se llenaban de recuerdos de su querida madre que murió por el bien de los elfos.

Lisa al terminar de llorar se seca las lágrimas y aprovecha para decirle algo a su padre.

Se sonroja y traga saliva.

"Padre, perdón por ser grosera en estos momentos de recuerdos, pero….pero….yo quisiera saber…si….¿Podría comprometerme con Yossu?"

"Desde que lo vi me sentí atraída a el"

"Mi corazón no deja de latir al escuchar o decir su nombre"

"No quiero despegarme de su cuerpo, quiero estar pegada a él."

"Si no estoy con Yossu siento que todo el mundo se va a derrumbar"

"Además quiero ir a conocer su país, quiero ver el lugar que reina la persona que nos trajo tanta alegrías"

"Tengo una fuerte intriga sobre los tipos de razas que gobierna, deseo ver todo sobre Orbis"

"Sería maravilloso hacerme amigo de todas las razas de ese país."

Mencionaba con una alegría y sonrisa que sorprendieron a su hermano y padre.

Era difícil verla así.

Siempre era seria o fría debido a que la mayor parte del tiempo se la pasaba encerrada.

"¡Vaya!, mi hija es tan curiosa como siempre"

"Me alegra que te guste alguien como el"

"Desde el primero momento en que lo conocimos fue algo que  el dios Apotros preparo para nuestra salvación"

"Intentare cumplir tu deseo, pero antes tengo que pedirle algo a el"

Tras eso, los tres vieron como los soldados que creyeron rendidos se lanzaron contra los elfos.

Eso no les gustó nada.

Pensó que todo se había acabado.

Ante ello Luprel se lanzo a la batalla.

XXX

Tras la muerte de los príncipes, Yossu agarra las dos cabezas y las levanto por los aires.

"¡Los príncipes de Leville han caído!"

"Es una lastima, esperaba más de todos, pensé que a penas terminara todo este juego ellos se lanzarían como locos contra nosotros, sin embargo, nada a ocurrido, sus expresiones derrotadas me dicen que no van a hacer nada"

"Mmmm…"

"…¡Entonces que tal si hacemos las cosas más divertidas!"

Piensa con una sonrisa desbordante de emoción.

Desde detrás se escucha el rugido de los elfos levantando las armas.

Mucho de los humanos planeaban rendirse, se notaba en sus caras y expresiones que aún no creían como sus representantes acababan de morir.

Uno de los tantos soldados que estaban en la línea de frente repentinamente se lanza con su espada contra el rey de Orbis.

Este se movía en llanto y con las partes de su cuerpo tiritando.

Incluso gritaba "¡Mi cuerpo se mueve solo!"

No obstante, no llego a decir nada más porque Yossu de un solo movimiento hizo que su cuerpo explotara, dejando solo sangre en el suelo.

"¡Los humanos decidieron atacarnos y no rendirse!"

"¡¡ATAQUEN, ELFOS!!"

"Parece que alguien intento atacarme y yo solo me defendí"pensaba en tanto reía por dentro.

Los elfos estaban llenos de adrenalina, no pensaron dos veces en lo que tenían que hacer y corrieron en dirección a los humanos, que aún estaban conmocionados.

Todos los elfos se abrieron y pasaron por el costado de Yossu.

Mientras miraba hacia los soldados enemigos, su sonrisa se desbordaba de emoción.

"¡Qué hermoso sentimiento!"

"Me había olvidado lo que era sentir esto, hace tiempo que no estaba en una guerra de reinos"

Los dos ejércitos dieron inicio a su cruce de armas.

Si bien los humanos eran más, los elfos estaban llenos de Sed de sangre y en cuestión de segundos se infiltraban en las líneas enemigas.

Los elfos saltaban y se metían entre medio de los escuderos.

Su velocidad y movimiento de armas rápida era inmensa.

En comparación con las armaduras pesadas los elfos eran muy superiores en velocidad, pero muy débiles a la hora de golpear.

En tanto se daba la batalla, Yossu le dio la orden a su lobo de moverse y matar con total albedrío.

También llamo a Izet en los cielos y permitió dar inicio con el fuego antiaéreo contra la fuerza aérea imperial, además, le dio la orden de disparar con algunos cañones a las líneas traseras del enemigo.

Eran muchos, así que de alguna forma había que hacerlos disminuir con rapidez, sino los elfos podrían terminar perdiendo la batalla.

A lo lejos y en diversos lares sentía miradas sobre el, pero no le importo mucho.

Para el algo como eso era bueno.

De esta manera le mostraba su poder al mundo.

Los wyvern desde arriba atacaban al buque, pero no traspasaban por nada en el mundo esa capa o escudo que había alrededor del barco.

Los wyvern simplemente caen congelados, hechos ceniza o con un rayo atravesado en el cuerpo.

Al mismo tiempo que se ocupaban de la fuerza aérea, el buque disparaba hacia abajo.

En las últimas filas del imperio había un gran descontrol por el intento de tratar de huir y sobrevivir.

Cuando las balas de los cañones tocaban con algo, entraban en reacción y la magia explotaba.

Explotaban de varias maneras, algunas provocaban el crecimiento de arboles que se comían a los humanos de adentro hacia afuera, otras lanzaban varias ráfagas de viento que se dispersaban hacia los alrededores de donde explotara, provocando que varios sean cortados por esas filosas ráfagas.

Y a si con un montón de otras magias.

Luego de ver un poco el campo de batalla, logra observar como de entre tres o cinco elfos de la parte de atrás invocan bestias mágicas, que por lo general median entre un metro y cinco metros.

Esas bestias le llamaron la atención, ya que algunas de ellas eran grandes y parecían servir para cargar cosas de gran magnitud.

A los segundos de estar viendo los alrededores, decide ir a luchar.

Gracias a los encantamientos que se había lanzado en su cuerpo, se infiltro entre las filas enemigas a una gran velocidad.

Pasaba por el medio de esas filas de humanos a gran velocidad y destrozaba a cualquiera que estuviera a su alrededor, los cuerpos volaban hacia arriba como carne picada.

Los minutos habían pasado y se podría decir que había matado más de veinte mil soldados de esa manera.

Para terminar con eso deja de correr y se detiene.

Al hacerlo lanza una onda oscura de su cuerpo, que mata a la mayoría de los que tenia adelante, atrás y a los costados.

Caen con normalidad y sin ningún rasguño.

Los cuerpos de los caídos se empiezan a levantar de manera retorcida.

Seguido comienzan a morder a sus compañeros y a comerlos.

Cuando esos no-muertos dieron inicio a eso, muchos soldados gritaban vivos en tanto eran comidos.

En ese campo de batalla no había peor forma de morir que esta, ser comido mientras seguías consciente era horrible.

"¿¡Eh!?"

"¿Qué significa esto?"

"Se supone que esa magia en Stelaris los mataba y ya, pero, se levantaron como algo similar a un No-muerto y cometieron canibalismo"

"Es una sorpresa y espero que no ataquen a los elfos"

Tras ello y con los alrededores libres de enemigos, deja salir sus inmensas alas.

Estelas de color negro y blanco que salían de las alas se esparcen por los alrededores.

Yossu expande sus alas y sale a gran velocidad hacia el cielo.

Se pone a una altura aceptable para poder ver todo desde arriba.

Estaba un poco más arriba que el Buque.

"El enemigo pierde drásticamente"

"Diría que quedan la misma cantidad que los elfos tenían al inicio de la batalla"

"Los elfos siguen peleando duramente, el buque mata un montón de soldados con cada disparo ya que ahora lo único que hacen es abrir fuego contra los soldados debido a que ya dejó de existir la fuerza aérea de Leville o al menos en este campo de batalla y los no-muertos que solté hace un rato se expanden con rapidez"

"¿Cómo se eso último?"

"Es fácil, los soldados no-muertos están rodeados por auras visibles de color negro y celeste"

"Ya me divertí bastante, voy a acabar con esto usando una magia de mi clase ángel"

Dice con una sonrisa de diversión.

"¡PURGA DE LOS INFIELES!"

Con ese grito activo su habilidad.

Un sinfín de flechas de luz con el tamaño de una lanza aparecieron en el cielo y provocaron que la batalla se detuviera abajo.

Todos miraban hacia arriba.

No había palabras para describir lo que había en el cielo.

[Humano] "¡Qué significa eso!"

[Humano] "Dios acaba de descender en el campo de batalla"

[Humano] "¡Que ser más bello e inmenso!"

Los humanos decían este tipo de cosas en el campo de batalla.

El miedo no solo lo sintieron los humanos, los elfos también se abrumaron.

Luprel se asombró y sintió un poco de miedo al igual que su hijo.

[Luprel] "No merezco llamarme rey, no hice nada en esta batalla"

"Pensar que ese es el poder del gobernante en que creen los ciudadanos de Orbis. Impresionante."

"Yossu es digno de ser considerado una deidad"

En cambio, Lisa no dejaba de reír y sentirse orgulloso de Yossu por más que no se tratara de ella.

"¡Ese es mi Yossu!"

Grita emocionada desde fuera del campo de batalla.

Mientras tanto, Yossu desde arriba se preparaba para su ataque abismal.

"Ya cumplí con mis objetivos, es momento de ponerle fin a esta guerra"

Una vez terminaron de salir las grandes flechas de los círculos mágicos, Yossu levantó la mano y luego la bajo.

Esa fue la orden para que la magia se pusiera en proceso

Las flechas dieron inicio y cayeron contra el enemigo.

No fue una simple magia, las flechas distinguían de aliados y enemigos.

En tan solo segundos esa magia aniquilo a la mayoría de los humanos.

Los elfos se quedaban asombrados por el rey de Orbis.

Estaban felices de que alguien de otra nación los valore tanto como para mostrar semejante poder.

Muchos de ellos se tiraron al suelo y bajaron la cabeza para agradecerle.

La admiración elfa hacia Yossu era la de un ciervo hacia su dios.

Los únicos sobrevivientes humanos eran los nobles y soldados que estaban en el campamento, es decir, unos pocos.

Luego de la eliminación completa de la mayoría de humanos, Yossu descendió y se acerco a Luprel.

Luprel con una sonrisa de alegría y confianza se arrodilla en el suelo de tierra.

Los soldados tampoco lo dudan y desde detrás de su rey hacen lo mismo.

"Gracias por todo, Rey de Orbis"

"Si no fuera por usted ahora mismo el reino elfo ya no existiría"

"Nuestra población hubiera sido vendida como objetos y nuestras mujeres violadas y torturadas."

"En nombre del pueblo elfo le agradecemos a todo el reino Orbis."

Mientras Luprel mostraba esa felicidad en frente de Yossu, este no podía creer como Luprel se estaba arrodillando ante otro gobernante.

"Después de todo los elfos son personas bastante respetables y esto me lo dejo claro"

Medita un poco sorprendido.

"Ya que estamos me gustaría pedirle algo, su majestad Yossu"

Esas palabras intrigan a Yossu.

"Tras conocerlo en persona y ver el inmenso poder que tiene, me gustaría formar parte del país que construirá en el futuro"

Expreso Luprel dejando bastante sorprendido a todos.

La familia real estaba boquiabierta.

Los soldados no podían creer lo que escuchaban.

Por la parte de Yossu era el más sorprendido.

Incluso dudaba de haber oído eso.

"En un futuro gobernare sobre todas las razas de este mundo y eso incluye a los humanos, ¿Están de acuerdos en algún futuro tener que relacionarse con los humanos?"

Dijo con una seriedad que abundaba.

Ningún elfo se negó.

"Esto es bastante sorprendente, jamás me espere algo como eso, ya tenía planeado hacer algo con este país, pero nunca pensé que se entregarían de esa forma a mi"

"Como nadie se negó y el rey está de acuerdo, de ahora en adelante los Elfos me obedecerán a mi, su rey."

Dijo Yossu nuevamente serio, pero por dentro brillaba de felicidad.

"Como usted diga, majestad" dijeron todos los elfos.

"A veces la vida te sorprende, ¿verdad?"

"Las cosas salieron con anillo al dedo"

-CONTINUARA-

 

 

 

 


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