—¡Espera! ¡Espera! —Fu Yu Shen sabía que no podía quedarse atrás de Song Yan, si lo hacía, entonces la única opción que tendría sería dirigirse al apartamento de Qi Genghis y eso solo solidificaría más su relación y lo llamarían patán, pero ahora que tenía otra opción para deshacerse de los fantasmas, no iba a aferrarse más a esa mujer—. ¡Solo espera un minuto, adónde te apuras tanto? ¡Al menos escúchame!
Song Yan se detuvo y se dio la vuelta —No hay nada que escuchar, solo tengo una sugerencia y es que aceptes mis términos y empieces a trabajar para mí, a cambio te daré doscientos yuanes, tres comidas y un lugar para dormir, si no, entonces no hay nada que pueda hacer.
—¿Solo doscientos yuanes? —Fu Yu Shen casi chilló mientras miraba a Song Yan como si se hubiera vuelto loca—. Si me choco fingiendo con una bicicleta, su dueño me dará al menos quinientos yuanes.