Pero no se atrevían a socavar a Yuan Yongqin.
A diferencia de ellos, ella era de Pekín.
Y la familia Yuan sí tenía cierto prestigio allí.
Además, la Corporación Cheng Feng había estado funcionando muy bien bajo su mando en los últimos años. Naturalmente, Yuan Yongqin también se había forjado un nombre por sí misma.
La familia Qiao en realidad logró invitar a Yuan Yongqin... Alisando su ceño, Madam Fu suspiró aliviada.
Realmente no había querido venir hoy porque Qiao Chen la había disgustado tanto en el hospital. Además, Qiao Chen fue la razón por la que ofendieron a la familia Ye también. Madam Fu había estado tan estresada últimamente, temiendo que la familia Ye se vengara de ellos.
Afortunadamente, la familia Ye estaba ocupada yendo y viniendo del hospital. Ya había pasado más de una semana y no habían tenido problemas con ellos.
Finalmente pudo relajarse.