(Desde la Perspectiva de Azul)
Me sentía como si un camión me estuviera pasando encima. El dolor era inmenso. El Doctor Dimitri debía darme algo para reducir el dolor, pero no estaba aquí. Solamente estaba Evan. Pero él no era doctor. El pobre chico parecía tan confundido como yo me sentía. Al menos, mi conciencia me decía que simplemente empujara y no pensara en nada más.
Mordí la mano de Evan que colocó en mi boca para evitar que me mordiera la lengua y los labios. Clavé mis dedos en la piel de su brazo mientras daba otro empujón fuerte. Estaba funcionando, o tal vez no. No estaba segura. No podía entender nada. Solo había dolor.
Le hice señas a Evan para que retirara su mano de mi boca, lo que hizo. Jadeaba, tratando de recuperar el aliento.
—No puedo… Ay… Se siente demasiado… ¿Puedes simplemente sacarlo?
—¿Qué?
—Cortar mi vientre y…