Ding-Dong…
El timbre sonó, impulsando a Ella a abandonar sus utensilios de limpieza y correr a responder la puerta. Su pulso se aceleró al ver a Jasper frente a ella, su imponente presencia llenando la entrada. Su presencia la cautivó, y ella mantuvo su mirada fija en su cara.
Jasper, también, se encontró momentáneamente inmóvil, atrapado en la intensidad de los oscuros y cautivadores ojos de Ella. Los recuerdos inundaron su mente del casi-beso que habían compartido, agitando una tumultuosa riada de emociones dentro de él. El recuerdo lo dejó inquieto, su mente llena del recuerdo de aquella noche.
A pesar de sus esfuerzos por reprimir esos sentimientos, surgieron con venganza, amenazando con consumirlo por completo. Sintió que se formaba un nudo en su estómago, su pulso se aceleraba con emoción.