—¿En qué estás pensando, Chris? —Brad preguntó—, rompiendo el silencio que se había establecido entre ellos. Su mirada permaneció fija en su amigo, la preocupación grabada en sus rasgos.
—Tengo la sensación de que está relacionado con la banda enemiga de Sebastián —Cristóbal tardó en responder, eligiendo sus palabras con cuidado—. Su voz estaba cargada de implicaciones. Incluso después de que mataron a Sebastián, no dejaron de buscar a Abigail. Quieren secuestrarla de nuevo. Sin duda, estaban planeando algo grande.
—Chris, esta situación se está volviendo peligrosa —dijo Brad, su voz temblaba—. Estamos tratando con una pandilla del inframundo. No es como lidiar con empresas rivales en los negocios. ¿Qué vamos a hacer?
—Abigail es mi esposa. Haré todo lo posible para protegerla a ella y a nuestro hijo. No tengo miedo de nadie —Las cejas de Cristóbal se fruncieron por la frustración y su tono se volvió defensivo.