"Eddie irrumpió en el escritorio de Viviana, su ira a punto de estallar.
—¿Puedes salir un momento? —preguntó en un tono tenue, esforzándose por contener su furia.
Ella miraba sus uñas perfectamente manicuradas y dijo con despreocupación:
— No tengo tiempo para salir contigo.
Eddie apretó los puños a sus lados mientras luchaba por controlar su temperamento. —¿Vienes conmigo? ¿O quieres que te grite delante de todos? —preguntó con fiereza, inclinándose ligeramente hacia ella.
Viviana se enderezó, lista para contraatacar. Cuando miró a su alrededor, notó que las demás personas los observaban con interés. No quería causar un alboroto, así que cogió su bolso y se levantó, decidiendo salir con él.
Eddie se dio la vuelta y salió, siendo seguido de cerca por Viviana.
Cuando llegaron al estacionamiento, soltó la carta sobre el capó de su coche, sus ojos ardían de furia.
—¿Qué demonios es esto, Viviana? —escupió, su voz llena de ira.