La preocupación de estar atrapada e impotente consumía los pensamientos de Ella. Sabía que estaba a merced de Paul, y la realización la llenaba de temor.
Su mente vagaba hacia Jasper, la única persona que siempre había acudido en su ayuda cuando tenía problemas. Se preguntaba si volvería a rescatarla, pero la duda que persistía en su corazón la hacía cuestionarse si siquiera se molestaría.
Al cerrar los ojos, imágenes del rostro de Jasper parpadeaban en su mente. Recordaba las veces que la había salvado, la manera en que la había protegido y el consuelo que había ofrecido. Pero la incertidumbre de si realmente la ayudaría esta vez teñía esos recuerdos.
Ella no podía evitar anhelar a Jasper. Estaba perdiendo la confianza de que alguna vez podría escapar de allí y volver a verlo. Aun así, esperaba contra toda esperanza que vendría como su héroe y la salvaría. Lágrimas corrían por sus mejillas, su labio inferior temblaba.