—La espalda de Yvette estaba presionada contra la fría pared del baño, dejándola a merced de Lance.
—En ese momento, se sintió impotente y solo pudo dejar que él le hiciera cualquier cosa.
—Las lágrimas de Yvette eran saladas y dulces, y cuando Lance las probó, se sintió tentado.
—Lance soltó a Yvette de mala gana, sus ojos llenos de ira, sugiriendo que no se había disfrutado al máximo.
—Yvette levantó su mano y quiso golpearlo, pero Lance solo le agarró el brazo.
—Las venas azules en la muñeca de Lance estaban palpitando, y su voz era fría y pesada —¡Cómo te atreves!
—Si Yvette lo golpeaba por otro hombre otra vez, Lance no podía garantizar que no la despedazaría.
—El abrazo de Lance era tan fuerte que Yvette no podía liberarse. Giró su cabeza con disgusto.
—Mientras pensaba en cómo los labios de Lance habían besado a alguien más, se sentía asqueada.