Ran Xueyi creía que había ocultado bien sus miedos. Pero Song Yu Han lo descubrió y se dio cuenta. Frente a este hombre, su acto perfecto y su fachada pretenciosa no eran nada. Estaba desnuda y expuesta.
—No hay necesidad de hacer eso… Todo eso ya es pasado, ni siquiera sé dónde está esa isla ahora —Ran Xueyi le dio unas palmaditas en la parte posterior de la cabeza.
—Pero aun así, deberíamos informar de esto al gobierno. ¿Cómo pueden estas personas evitar la ley?
—El gobierno y la policía me ignoraron cuando lo reporté antes. Dijeron que no había manera de que un evento así pudiera suceder sin alertarles y me dijeron que debí haber estado soñando —Ran Xueyi se sintió ridícula cuando irrumpió en la estación de policía e intentó relatar lo que había visto y presenciado solo para ser escoltada de vuelta a su apartamento después de un viaje para verificar si estaba en sus cabales.